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Esta vez los alienigenas están ... ¡basados en hechos reales!
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La Cuarta Fase
Basada en el estudio de casos documentados
Depende de ti decidir…
En 1972, se estableció un protocolo en fases para los encuentros alienígenas.
La cuarta fase, la abducción, ha sido la más difícil de documentar… hasta ahora.
El origen
En octubre de 2004, el director de cine Olatunde Osunsanmi viajó hasta Carolina del Norte para encargase de la posproducción de su última película: La Caverna. Allí, durante una cena escuchó una conversación que originó la chispa de lo que posteriormente terminaría siendo la génesis de La Cuarta Fase.
Un compañero le habló acerca de una psicóloga que vivía en las Carolinas y que se procedia de un pueblo lejano en el Mar de Bering. En Alaska, había realizado un estudio sobre desórdenes del sueño cuyos resultados habían revelado una información tan sorprendente como aterradora. Lo que Osunsanmi escuchó le impresionó muchísimo… más aún por el hecho de que todo estuviera perfectamente documentado. Gracias a su contacto, encontró a la mujer que, después de negarse varias veces a hablar, aceptó compartir su historia.
A finales del año 2000, los pacientes de la terapeuta, bajo hipnosis, reflejaron comportamientos que sugerían encuentros con seres no-humanos. Antes de dormir, todos ellos aseguraban haber visto una lechuza blanca que les observaba desde fuera de la ventana. Y despertaban completamente paralizados, escuchando ruidos terroríficos que provenían de fuera de la habitación justo antes de que un atacante desconocido les sacara gritando de la habitación. Los recuerdos posteriores se sumían en la oscuridad.
Según fue investigando el fenómeno, la doctora descubrió que la desaparición de personas y sucesos extraños en la región se remontaban a los años 60. Cuanto más profundizó en su investigación, más creyó en lo increíble: las historias de sus pacientes no eran falsos recuerdos, sino evidencias de abducciones alienígenas.
Ejemplos de actividades alienígenas registradas actualmente en Alaska
• En febrero de 1965, un oficial de las Fuerzas Aéreas y pasajero del vuelo que viajaba de Achorage a Japón, detectaron en el radar tres enormes objetos voladores. Los Ovnis acompañaron al portaaviones F-169 por todo el Pacífico y desaparecieron a una velocidad de al menos 1,500 mph (2.400 Km/h).
• Otras historias de presencias extraterrestres documentadas son la grabación obtenida por las cámaras del avión que captó varios platillos voladores mientras sobrevolaban el espacio aéreo de Alaska, y la desaparición en 1972 del vuelo del senador del Estado de Alaska, Nick Begich.
• En noviembre de 1986, en el espacio aéreo de las costas de Anchorage, el capitán Kenju Terauchi y la tripulación del vuelo 1628 de Japan Airlines informó de la presencia de una impresionante “nave nodriza” cuyo tamaño era dos veces el del portaaviones. Las lecturas de los radares corroboraron la historia.
Experimente La Cuarta Fase
Integrando en el propio filme material completamente inédito y real sobre la investigación, La cuarta fase expone las terroríficas revelaciones de múltiples testigos que aseguran haber sido visitados por alienígenas con unas perturbadoras semejanzas imposibles de desdeñar cuya validez se investiga durante la película.
ABDUCCIÓN: LA CUARTA FASE
Existe un horror más grande aún que la mera existencia de seres más inteligentes que nosotros que nos visitan y secuestran (abducen) con fines científicos o como simple entretenimiento. El horror de no ser nunca tomado en serio por tus semejantes.
Al tratar de un tema tan controvertido como la abducción, miles de preguntas nos asaltan sin remedio: ¿existe la vida más allá de la Tierra? ¿Es posible que haya seres inteligentes en los confines del infinito?
La existencia de vida fuera de nuestro planeta es por ahora una gran incógnita, pero los recientes descubrimientos en nuestro propio planeta dan que pensar. Hasta hace muy poco se creía que la vida era imposible bajo ciertas condiciones, tales como la falta de agua, la radiación, la acidez extrema, las altas temperaturas… la vida no deja de sorprendernos y descubrimos vida donde antes creíamos que era imposible (organismos llamados extremófilos). Si es posible la vida sin agua, a altísimas temperaturas, en ecosistemas muertos por definición, ¿no sería acaso una necedad pensar que en la infinita inmensidad de los cielos, las galaxias y los vastos sistemas estelares somos el único planeta que alberga vida? Y si la vida inteligente fuera posible en otros planetas, ¿es ilógico pensar que comparten nuestra curiosidad, ese rasgo tan humano que nos define como lo que somos?
En el amplio marco de la hipótesis, no es descabellado pensar que si esos seres existieran, si el universo les ha dotado de una inteligencia similar a la nuestra, unos seres como nosotros despertarían su curiosidad. ¿Acaso no despiertan la nuestra todos los fenómenos extraterrestres? Quizás decidan visitarnos algún día, o puede que ya lo hayan hecho…
Algunas teorías no sólo afirman que seres de otros mundos nos visitan con desconocidos propósitos, si no que ya visitaron nuestro planeta en los albores de nuestra historia. Se trata de un controvertido argumento que afirma que los alienígenas ya estuvieron aquí. Prueba de ello serían las extrañas representaciones de carros de fuego, discos solares y escafandras imposibles que datan de hace más de dos mil años. Verdaderas naves y trajes espaciales para unos, simples representaciones religiosas para otros.
¿Qué harías si alguien te confesase que esos seres le han visitado y secuestrado? ¿Qué pensarías? Muy probablemente que se trata de un loco, un enfermo mental que busca una explicación mágica e incoherente a sus problemas. O que estás ante un crédulo sin estudios, ni razón, ni fe en lo empírico. Lo apartarías, lo tratarías como a un apestado, quizá por miedo a que la misma sociedad que le ha desterrado con descrédito haga lo mismo contigo… Pero ¿y si tú mismo fueras visitado por esos seres? ¿Y si su mensaje no fuera “venimos en son de paz”, y si nuestra especie fuera para ellos lo mismo que los ratones de laboratorio son para nosotros? ¿Intentarías convencer a tus allegados de algo que nadie estaría dispuesto a creer? ¿Soportarías la presión de tu secreto por temor al juicio de tu propia especie?
La Cuarta Fase supone una travesía a los límites de lo racional, de lo empírico e incluso de lo emocional. Es un viaje como nunca se había planteado a lo inexplicable, un enfoque completamente original basado en el estudio de casos documentados. ¿Realidad o ficción? Descubre la respuesta el 29 de enero.
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