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De padre chileno y madre española, Alejandro Amenábar Cantos nació en el enrarecido ambiente de Santiago de Chile de 1972 . La experiencia democrática emprendida por el presidente socialista Salvador Allende unos años antes llegaba a su fin torpedeada y finalmente aplastada por el fascismo, tan sólo quince días después de que los progenitores del futuro cineasta se trasladaran a España previendo el desastre.
En esta época, (otoño de 1973), el pequeño Alejandro tenía tan sólo un año y medio.
Hijo de un técnico industrial y una ama de casa, y con un hermano dos años mayor que él, de Alejandro Amenábar no se encuentra ningún precedente relacionado con el medio cinematográfico en su familia, aunque sí algún contacto de familiares chilenos de la rama paterna con la televisión.
Según confiesa en numerosas entrevistas, atravesó la infancia encerrado en casa, sin apenas salir ni relacionarse con otros compañeros, escribiendo y dibujando, y alimentando sus miedos infantiles, que más adelante plasmaría brillantemente en su largometraje de mayor producción hasta la fecha : "Los otros", al mismo tiempo que su pasión por la música a través sobretodo de bandas sonoras de películas que le gustaban.
El cine, sin embargo, lo descubrió en casa de unos vecinos viendo y paladeando ya cintas de vídeo, pues en su casa no le dejaban apenas ver televisión.
De esta manera, el joven Alejandro optó por estudiar cine en la facultad de Ciencias de la Información de Madrid, pero sus inquietudes le impidieron esperar a terminar la carrera para grabar cortometrajes en vídeo con cámaras de vídeo prestadas de compañeros y de la propia facultad. Estas pequeñas prácticas le llevaron ya a ganar sus primeros premios en festivales modestos de vídeo amateur.
Uno de estos primerizos trabajos llegó al que sería en el futuro el descubridor oficial del talento y del universo amenabariano, José Luis Cuerda. Un amigo pidió a éste que viera un cortometraje que su hija había hecho con unos compañeros en la facultad para que le pudiera indicar si la chica podría llegar a ser actriz e introducirla en el mundo de la interpretación. La respuesta de Cuerda no fue negativa con respecto a las aptitudes de la posible actriz, pero lo que llamó fuertemente la atención del productor y director fue la frescura demostrada por el autor del corto pese a los escasísimos medios. El encuentro entre ambos no tardaría en llegar.
Invitado por Cuerda a que desarrollara unas líneas que ya tenía escritas sobre el desagradable asunto de las "snuff movies" y situado en el mundillo de la Universidad que tanto le había decepcionado ya por aquel entonces, Amenábar escribió el guión definitivo de "Tesis" y el entusiasmo del productor por el resultado hizo que se pusiera en marcha enseguida la producción del que sería uno de los fenómenos cinematográficos del año en España, si bien es cierto que su empuje en taquilla llegó más tarde, tras el paso de la película por la sección Panorama del prestigioso festival de cine de Berlín, desde el cúal las crónicas informaban de la gran ovación que un público mayoritariamente jóven y entusiasmado dispensó a la película.
El sábado 25 de Enero de 1997, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, "Tesis" obtenía por parte de la Academia del Cine Español 7 de los 8 premios Goya a los que aspiraba, y que incluían el de mejor película, mejor dirección novel y mejor guión original, los dos últimos para el propio Amenábar, dejando en un segundo puesto en el palmarés de la noche a la mismísima Pilar Miró y su "El perro del hortelano".
La ópera prima del jóven cineasta sirvió además a éste para una pequeña venganza que fue muy comentada contra uno de sus profesores de carrera que le suspendió en la asignatura de narrativa (¡¡¿?!!), y del cúal puso el apellido a uno de los personajes más negativos de la película, interpretado por el actor Xavier Elorriaga.
No tardó en ponerse a rodar una nueva historia que se le ocurrió durante la convalecencia de una enfermedad, un proyecto más ambicioso que hablaba de la crionización, de los sueños y de una sociedad enfermizamente obsesionada por la imagen física y las apariencias. "Abre los ojos" confirmó a Amenábar como un excelente narrador de historias así como uno de los realizadores españoles con mayor capacidad técnica y visual.
El éxito y los elogios se repitieron allí donde se estrenó, sin faltar las voces críticas, pero en esta ocasión los Goya se olvidaron de premiar alguna de las diez categorías a las que optaba, dejando el marcador a cero en favor de, para quien esto escribe, la muy inferior "La niña de tus ojos", que se benefició de un estreno reciente ("Abre los ojos" llevaba meses estrenada) y de una ambiciosa producción.
Amenábar estaba por derecho propio en la élite del cine nacional, y por ello no sorprendió en exceso la noticia de que su próximo trabajo tras casi cuatro años sería en inglés, multiplicando en mucho el presupuesto, con un reparto extranjero y con una estrella internacional de la talla de Nicole Kidman al frente de ese reparto, entusiasmada además con el proyecto.
Amenábar, sin embargo quería rodar en España y con producción y técnicos españoles, por lo que finalmente se filmaron los exteriores en el Palacio de los Hornillos, en Cantabria, y los interiores en decorados en un estudio de Madrid.
Al día de hoy, "Los otros" (o "The others") es la película de producción española más taquillera en España y más vista y difundida a nivel internacional, superando de esta manera el éxito de "Torrente 2" , triste digna heredera de Ozores y el landismo y de una época del cine español afortunadamente pasada.
Otros 8 premios Goya y multitud de premios nacionales e internacionales avalan el resultado. El éxito internacional se repite y supera de nuevo, pese a la decepcionante e injusta exclusión de las nominaciones a los Oscar en la pasada 74 edición.
Amenábar anunció hace pocos meses su próximo proyecto, que rueda desde septiembre lejos por vez primera de la supervisión de su descubridor José Luis Cuerda. Se trata de un sorprendente cambio de registro, pues la película , con el sugerente título de “Mar adentro”, contará la experiencia de Ramón Sampedro, el tetrapléjico que se suicidó ingiriendo veneno ante una cámara después de llevar años intentando que se le reconociera su derecho a una muerte asistida. La buena noticia en este caso no llega sola, pues para el difícil papel protagonista se ha elegido a uno de los mejores actores del mundo, y sin salir de casa; Javier Bardem. Es de esperar que la reunión de estos dos enormes talentos del cine actual dé resultado a otra nueva sesión de gran cine. Muchos ya la estamos esperando.
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