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Debo reconocer que cuando me acerqué a Crimson, sólo buscaba cómics de "bella estampa y fácil lectura" (a saber: Witchblade, Darkness, Tenth,.... etc.) y, evidentemente, debo confesar que muy pocos (casi ninguno) de ellos sigue conservando un lugar en mis estanterías. Sin embargo, si alguno de ellos brilla por méritos propios es, con diferencia, Crimson.
A priori podría parecer un producto más para consumo adolescente (y lo más probable es que lo sea) pero a cada número te ofrece algo que pensabas que no podría darte, es decir, todo lo contrario que pasa con otras series que promenten mucho y al final.....
Crimson es la historia de un chico normal, introvertido, tímido al que, de pronto, lo convierten en vampiro y se hace con unos enormes poderes que, además, vienen acompañados de una gran responsabilidad (os suena de algo?, je,eje) por estar ligado a un destino fijado desde tiempos ancestrales.
Se unen al adolescente Alex toda una serie de personajes secundarios impresionantes (la mala de la película, el indio mexicano, el mentor, la chica de la película, la mala malísima, Satanás, Dios, los templarios, San Jorge, ángeles, demonios,......) que manipulados inteligentemente por el tremendo guión de Brian Augustyn conforman una hermosa fábula sobre los vampiros (muy lejos de las pajas mentales de Anne Rice y sus inmortales filosóficos y metafísicos).
Los dibujos de Humberto Ramos mejoran en un mil por mil desde el principio hasta el final. Y si te quedas con la pregunta de cómo habría seguido mejorando si hubiese durado cinco números más, no tienes más que echarle un vistazo a Out There para darte cuenta de todo lo que puede hacer este chico con los lápices (si bien el guión es mucho más flojo y, para que estéis avisados, el final se aceleró para poder dedicarse a dibujar Spiderman).
Con todo esto deciros que, los que huyáis del america-manga o de Fathom’s, esta serie no tiene nada que ver con eso. Dejad por un momento vuestros prejuicios de lado y seguro que, en menos de seis números, estaréis envueltos en las rencillas entre ángeles y demonios, en plena batalla de los Capas Rojas contra los hombres-lobo o charlando con Satanás en un burguer....
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