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| Ay, Bachallo, quién te ha visto y quién te ve. | |
La serie Iconos, una manera de publicar miniseries de personajes Marvel con tirón, la calidad de éstas es... mas bien, dudosa. Para empezar tenemos la de Pícara, muy penosa, donde la guionista se salta la continuidad de tal manera que no sabes donde situar la historia, ni siquiera en qué universo, por no hablar de que apenas cuenta nada que sepamos ya. La del Hombre de Hielo... ejem... um... patética, la verdad, solo se salva el dibujo, excelente mezcla amerimanga. La de Rondador Nocturno, pues no está nada mal, normalita, vemos a Kurt intentando detener a traficantes, con la religión de por medio, en general es bastante aceptable. Ahora llega la de Cíclope, del mismo guionista que la de Cámara, la cual es toda aventura, poco creíble pero, cuidado, gran trato hacia Scott Summers, lectura de película de verano, vaya, entretenida. Y finalmente la que nos ocupa.
Para empezar, no entiendo por qué hacen una miniserie de Cámara, hasta ahora todas trataban de personajes con tirón comercial y que además aparecían en la película. Sin embargo este personaje, poco tratado por Casey en su corta etapa y ex-miembro de la cancelada Generación-X, es bastante poco conocido y no es que tenga muchos seguidores que digamos. Bueno, pues es sorprendente el provecho que ha sabido sacarle Vaughan, realmente agradable comprobar que este personaje puede llegar a ser muy interesante en buenas manos.
En esta mini, comprobamos sus acentuadas y muy olvidadas raices británicas, con los comentarios de personajes secundarios o del personaje mismo. También vemos, sin resultar molesto, su situación cotidiana, lo que no puede hacer por culpa de sus poderes, cosas como comer, respirar y que un tiro a bocajarro no puede matarle si es en el pecho. En definitiva, un adolescente con un poder mutante muy vistoso y complicado de ocultar, que está muy bien tratado en la serie. Eso es de agradecer.
Pero es que, por si fuera poco, hay varios personajes secundarios en la serie, bastante interesantes. Como Amber, Gigi, Walter, etc. Un buen elenco que conduce la historia y lleva a Jono (Cámara, para los no enterados) a investigar quién produjo el atentado en la universidad.
Y es que de eso va la miniserie, Jono es infiltrado en una universidad para descubrir quién atentó contra unos estudiantes mutantes que fueron asesinados. Vaya, que esa universidad acepta a los mutantes y además les entrega becas por tener esas habilidades, lo que nos lleva a un caso insólito en una miniserie mutante, por fin se trata de manera realista y contemporáneo este tema, sin resultar monótono y repetitivo, un caso realmente único en este sello Iconos. Y lo que lleva haciendo Morrison en Nuevos X-men toda su temporada, una buena actualización de este complejo universo.
En cuanto al dibujo, aquí ya tengo que decir que es muy normalito, muy... simple, sin nada destacable ni atractivo. Por no decir que las expresiones son muy básicas y los fondos muy pobres. Nada del otro mundo, pero no daña a la vista, y además está bien narrado. Por otra parte, Jono está muy bien caracterizado, nos recuerda al Cámara que dibujaba Bachallo cuando estaba en los primeros números de Generación-X (solo hay que ver las portadas de éste para comprobar lo mucho que ha perdido con el tiempo). En fin, un dibujo decente pero que no llama la atención. Eso sí, al colorista se le va la mano cosa mala, que barbaridad, demasiadas texturas donde no deberían haber (solo hay que ver la escena de la discoteca, válgame dios). Menos mal que la energía de Cámara está muy bien, que si no...
¿Hace falta decir que es la mejor miniserie Iconos que ha salido hasta ahora? Aunque no sea mucho decir, es una miniserie muy aceptable, recomendable, que, en resumen, nos ofrece otra manera de ver el problema mutante, un trato muy decente del protagonista, secundarios aceptables y un argumento atreyente. ¿Cuándo guionizará Vaughan un título mutante que no sea ultimate?
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