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Los Vengadores, adentrándose a lo desconocido. | |
Geoff Johns se ha ganado su fama como uno de los mejores guionistas de cómics de superhéroes de la actualidad, y no es para menos. En los Vengadores, ha tenido la nada fácil tarea de sustituir a Busiek, aunque éste empezara a decaer en los últimos números de la serie y la saga de Khan duró excesivamente (por no hablar del baile de dibujantes y, para colmo, el dichoso mes mudo, metido con calzador). Pues bien, esta es la saga de muchos esperábamos, una saga que, sin duda, será recordada por varios motivos y por su soplo de aire fresco.
Desde el monte Rushmore empieza a extenderse una extraña nube roja que mata al contacto. La gente está presa del pánico, las autoridades no saben que hacer, muchos mueren cuando son alcanzados por dicha nube y los coches se estrellan cuando tratan de escapar de la Zona, catalogada como Zona Roja. Por fin, llegan los Vengadores para imponer el orden y tratar de arreglar las cosas. Sin embargo... cuando el Capitán América, la Visión, Wanda, Hulka, Scott Lang y Sota se internan en la zona con trajes aislantes... poco imaginaban lo que iban a encontrar. Y es que, señores, sin darnos cuenta, estamos metidos en una trama donde todo parece ir a peor cada vez más, donde nada parece tener una solución rápida, donde los Vengadores no tienen ni idea de a lo qué se enfrentan, donde la amenaza es real, donde la mismísima Hulka sufre una extraña transformación, donde Stark y T´Challa mantienen una rivalidad constante, donde hay una increíble cantidad de muertos (lo que hace que el sentimiento sea más real)... de repente, presenciamos la vuelta de un villano clásico que ha evolucionado psicológicamente de forma razonable y lógica, además, tiene un plan demasiado bien tratado y que concuerda con el personaje. Y hablando de personajes, es increíble lo bien tratados que están todos, desde un Pantera Negra enormemente interesante, un Capitán que es un verdadero líder, pasando por un Halcón que sorprende por su esfuerzo en la escena contra el villano, a pesar de estar mortalmente herido. Hay gente que dice que la saga está estirada para los famosos tomos que últimamente pululan por Marvel, sin embargo, después de leerla seguida, he de decir que, si no estuviera contada como está, no encontraría ese sentimiento de suspense e intriga que está impregnado por toda la saga y que te deja en vilo. Considero que el ritmo es el adecuado y no encuentro que esté estirada porque sí. Agradable es encontrar, a estas alturas, un dibujante que se encargue de la saga entera, como es el caso, con un Coipel (recién descubierto por mí) que mejora con cada número que pasa y cuyo estilo no puede ser más adecuado para la saga, no la imagino dibujada por otro. Tiene muchas splash pages, sobre todo de las muertes, que ayudan a meterte en la historia y su narración es correcta, muy vertiginosa cuando se trata de peleas y acción. Personalmente, me encanta.
Y, por si todo esto fuera poco, hay aquí, en esta saga, una crítica contra el comportamiento de los Estados Unidos, no hay nada más irónico (ya lo dice el propio correero en el último número) que ver que, al final, las armas de destrucción masiva se encuentran en tierra americana. El propio Capitán América tiene una conversación con el Bush que se puede interpretar de muchas maneras al final de la saga.
En definitiva, una saga que mantiene en vilo, personajes bien desarrollados, una amenaza palpable y que aterroriza, un villano que va a por todas, un dibujo impecable y adecuado... ¿Para qué pedir más? Vamos, si no has leído esta saga ya estás tardando.
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