Sandman es una preponderante historia dentro del mundo del comic, y con mucha razón, pues, nos encontramos ante una maravillosa versión del mundo real adornada con una serie de enrevesadas historias relacionadas con los más tradicionales cuentos o leyendas. Neil Gaiman, guionista de gran prestigio por dicha obra, ha sido capaz de reflejar con intensidad y crudeza las emociones humanas y sus más recónditos y satíricos pensamientos, éste fenómeno está perfectamente plasmado en el número “24 horas”, en el cual una serie de carismáticos personajes de apariencia sencilla y típicamente feliz van evolucionando con el transcurso de la historia mostrándonos así su verdadera y complicada personalidad que escondían tras un velo de apariencias. Con el ya mencionado relato anterior, éste guionista nos muestra como la persona más bondadosa puede ser la más cruel y macabra o simplemente no aquella persona que aparentaba ser. Las narraciones de Neil también contienen un inteligente humor negro como trasfondo a una trabajada historia repleta de tramas en las que el rey del sueño, Morfeo, se ve rodeado de paradójicas situaciones. El protagonista de esta historia es el eterno del sueño, Sandman, dotado de originales habilidades para crear los más dulces sueños o las más tenebrosas y lúgubres pesadillas lo que lo distingue de los ya repetitivos poderes habituales de cualquier superhéroe. Éste, se ve inmiscuido en los retorcidos planes de su hermano eterno Deseo, el cual se deja llevar por su codicia y por sus ansias de aspirar a mayores retos o metas. Ayudado por su hermana Muerte, quien persiste frustrada por el desprecio ajeno a su trabajo, Morfeo nos va mostrando pedacitos de su compleja personalidad, aparentemente tímido descubrimos un personaje indeciso, tolerante y solitario que parece envidiar a los humanos por su condición.
|