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Una imagen de Nadia, la primera obra larga de Gainax | |
Cada vez que alguien me pregunta cual es mi género favorito en cuanto a series de animación, mi respuesta no es nada convencional: las series Gainax. Me da igual que sean de ciencia ficción, gakkuen (las típicas comedietas de instituto), más fantásticas o costumbristas,,, Lo que aprecio en el anime es el estilo propio, personal y único que cada compañía imprime en sus obras. Pocos estudios y animadores logran alcanzar su sello intransferible. Disney lo logró, Ghibli lo logró, y Gainax lo logró, y por méritos propios. Criticada y alabada por partes iguales, y motivo de discusión entre otakus durante dos décadas, Gainax es, con diferencia, uno de los mejores estudios de animación que continúa en brecha, y no solo viviendo de los éxitos del pasado (léase Evangelion). Gainax es, ante todo, y más en estos últimos años, locura. Argumentos retorcidos y complicados, ocultos tras máscaras de rutina y escenas típicas de series de anime. Pero sobre todo, es innovación. Cambio. El único nexo entre las series Gainax es el misterio que las acaba envolviendo, la duda que plantean a cada instante. Guiones muy bien elaborados, que desprenden ideas meticulosamente calculadas, para que el espectador atento las relacione y cree su propia teoría al respecto, con toneladas de pistas falsas, que hacen que las primeras suposiciones sean generalmente equivocadas. Por ello, Gainax son los magos de la animación: juegan con la gente, hasta el punto de ser incomprensibles para el ojo inexperto. Pero el aficionado más veterano, conocedor del ingenio marca Gainax, sabe que estos tan solo pretenden esconder la auténtica historia, que subyace bajo la máscara de un anime típico. Los reyes de la subliminalidad. Cabe destacar que Gainax no solo ha producido series de animación: son también constantes sus incursiones en el mundo de los videojuegos e informática (Silent Mobius-Case:Titanic, basado en la obra del mismo nombre de Kia Asamiya; Super Battleskin Panic; Princess Maker; Princess Maker II o Battleskin Panic 9821), e incluso han realizado películas de imagen real (Dragon Quest Fantasia Video) y animaciones para videoclips (como la de Tomoyasu Hotei Guitarhythm). Además de, por supuesto, las adaptaciones al manga de sus series (como la de Evangelion, que casi diez años después de su aparación aún no ha culminado, realizada por Yoshiyuki Sadamoto, diseñador de escenarios de Gainax; o FLCL, la adaptación de la serie del mismo nombre, realizada por Hajime Ueda, con un estilo un tanto simplista, si me lo permitís, aunque muy bien caracterizado – no añadiré nada sobre el guión, ya que si FLCL era difícil de entender por sí solo, el manga no hace más que enredar las cosas) y todo tipo de merchandising (llevado a cabo por terceras empresas), que le reportaron ingresos en aquellos periodos (reiterados) de receso en sus producciones. Gainax nació oficialmente en Enero de 1985, de la mano de Hideaki Anno. Porque si Gainax tiene encarnación humana, esa es la figura de Hideaki Anno, japonés nacido el 22 de Mayo de 1960, y gran aficionado a las series de anime y al manga desde bien joven. ¿Un genio creativo, o un “iluminado” que tuvo una oportunidad? No obstante, no todo el peso de Gainax recae sobre él: otros tantos nombres destacan en el estudio, en ocasiones bajo la forma de guionistas y diseñadores de personajes que solo trabajan para Gainax en ocasiones puntuales o en series concretas, como Satoru Akahori (Cazadores de Magos) o Kenji Tsuruta (Miss China, Spirits of Wonder), al guión y diseño de personajes, respectivamente, de una de las últimas producciones Gainax: Abenobashi Mahou Shoutengai. Sin embargo, Gainax no nació de la nada. Su antecesor directo fue Daicon Films, un estudio de animación fundado por un grupo de amigos (entre ellos Hideaki Anno, junto con Takami Akai y Hiroyuki Tamaga ) que creó diversos cortos de animación (5 minutos) para las convenciones DAICON de 1981 a 1984 (Kaiketsu Nootenki, y Aikoku Sentai Dai-Nippon, la primera de los cuales tuvo una secuela, y que dejaban entrever la calidad y la innovación que regirían la futura Gainax) , e incluso inició la producción de Royal Space Force, también conocida como Ooritsu Uchuugun: Homnneamise No Tsubasa, la que sería la primera película Gainax. Además, en 1982, tras el éxito de sus cortos, crearon una tienda especializada en merchandising de ciencia ficción y anime, la primera en todo el país que únicamente vendía estos productos: General Products. Posteriormente se abrirían otras tiendas inspiradas en el éxito de esta, como Gamers (cuyas mascotas son las conocidas Di Gi Charat). La última producción de Daicon Films fue Yamata Orochi no Gyakushuu, lanzada en diciembre de 1984. La nochevieja de ese mismo año, el estudio cambió su nombre y adoptó el de Gainax, que procede de la palabra “dekkai”, en dialecto de Yonago pronunciado “gaina”, que significa “grande”. Pero los cambios no habían hecho más que empezar,,, La primera película oficialmente Gainax (como podréis reconocer, adopto el sustantivo Gainax cual adjetivo, pero realmente el estilo que alcanzaron y mantienen merece este reconocimiento como único y original, y mucho más) fue, como ya he dicho, Royal Space Force, coproducida junto con la prestigiosa Bandai (que, como sabeis, es la productora del 90% de las hot-series -vamos, los éxitos de la temporada, adaptados a videojuego, manga, OVA, trading card, anime por la televisión, merchandising,,, y que reportan una pasta- que pululan año tras año: Digimon, Yu-Gi-Oh, /Hack,,, ) Royal Space Force, una película de ciencia ficción, resultó ser una obra demasiado ambiciosa. Estrenada en marzo de 1987, dos años después de la fundación del estudio, fue un derroche de esfuerzo para una obra que no logró el éxito deseado: 800 millones de yenes de presupuesto y más de 2500 animadores enzarzados en el proyecto parecían avalar a la compañía, pero la única experiencia de la producción de cortos de animación parecía jugar en su contra. Una animación tachada de detallista hasta el extremo, en un intento de llamar la atención a los otakus, y una banda sonora colosal (Ryuichi Sakamoto), no fueron suficientes para evitar que la gran película competidora en aquellas fechas, Akira, basada en la famosa obra de Katsuhiro Otomo, se alzara con los mayores éxito de taquilla. Royal Space Force era una obra demasiado “madura”, y Akira ofrecia los cánones de violencia gráfica y tempo de la historia que más agradaban al público. La trama de Royal Space Force es sencilla. La Real Fuerza Espacial de Honneamise, cuya finalidad es llegar al espacio, está compuesta de holgazanes fracasados, por lo que no parece tener mucho futuro. El cadete Shiro Laddhat, que se unió a dicha fuerza por no ser aceptado en la Marina, carece de esperanzas y, sobre todo, de fe en sí mismo, hasta que conoce a Lequinni, una devota chica dedicada a predicar su religión, y que lo convence de que ser el primer hombre en llegar al espacio es un logro no sólo suyo, sino de toda la humanidad. (extraído de la sinopsis de la película). Pero Gainax aún tenía mucho que contar. Ya que esta primera idea no había funcionado bien, hicieron lo que consideraron más correcto: crear algo que fuera totalmente lo contrario. En lugar de una película, crearon una serie de animación destinada al mercado del vídeo, en formato OVA; en lugar de una animación meticulosa, optaron por una animación más sencilla (cada vez más, como se viene observando en estos últimos años), aunque igualmente identificable con el sello Gainax; en lugar de argumentos sencillos, se decantaron por guiones enrevesados, con misterios y cabos sueltos por doquier, e incluso se permitieron el lujo de añadir cuantas explicaciones requirieran, ya fuera añadiendo pies de página en la propia pantalla o clases teóricas del funcionamiento de la tecnología; y sobre todo, la característica Gainax por excelencia, abandonaron el realismo exacerbado y la seriedad, por un estilo mitad cómico, mitad científico-arcano-misterioso, propio de todas sus obras desde entonces. En este aspecto, Royal Space Force fue la controversia Gainax, la película que les demostró como NO debían hacer las cosas. Y a pesar de ello, actualmente se la considera un clásico moderno,,, aunque no tan prestigiosa como Akira, a nuestro pesar. Gainax volvió a la carga trabajando para otros estudios en la producción de series de inferior calidad, como Proyecto A-Ko, o la película de Appleseed. Recordemos que antes de la fundación de Gainax, Daicon Films ya había trabajado para otros estudios, como Ghibli, en la creación de Nausicaä (donde Anno conoció personalmente a Hayao Miyazaki, y estableció buenas relaciones con la compañía, hecho que aseguraría a Gainax la producción de otra de sus creaciones en el futuro, “Fushigi no umi no Nadia”), o de animadores en las series de Macross, ya que al estudio Gainax se le reconocía especialmente su labor en los diseños mecánicos. De esta forma, las vacías arcas de la empresa volvieron a permitir la creación de otra serie, también de OVAS: “Top wo Nerae! Gunbuster!” La primera OVA salió a la venta en octubre de 1988. Le seguirían otros dos volúmenes, en enero y julio de 1899. Es a partir de este momento cuando se perfila el verdadero espíritu Gainax que perdura en la actualidad: una animación sencilla, pero con un guión estrafalario, cargado de humor referencial, con argumentos extraños y cabos sueltos. Top o Nerae sería una parodia de las clásicas series de mechas, como Macross (y recordemos también que Anno tenía mucha experiencia en el campo de los mechas, pues habían trabajado en la producción de algunas de las series que ahora parodiaban). Además, sería la primera incursión de Gainax en el mundo shojo, pues al ser dos las protagonistas que debían salvar al mundo, en lugar de chicos, como era común hasta la fecha, todo estaba impregnado de un fuerte espíritu,,, femenino. Teniendo en cuenta que se trataba de una obra paródica, podéis imaginar hasta donde se exageró dicho espíritu. Lo cierto es que el resultado no fue malo, pero el estudio Gainax no volvió a tocar el género shojo hasta la creación de “Kareshi kanojo no Jijo”, que además sería su primera incursión en las adaptaciones de un manga a anime, ya que hasta su creación, todos los guiones Gainax eran 100% originales (al menos en sus producciones íntegras, recordemos que en sus colaboraciones con otros estudios ellos no creaban los guiones). La trama era sensiblemente más complicada que en su anterior obra: en el futuro, un ejército de extraterrestres hostiles se acerca a la Tierra, por lo que ésta busca con qué defenderse. De entre las jovencitas que se preparan en la Academia Espacial para Niñas se elegirá a dos para que piloteen el Gunbuster, la única salvación que tiene la humanidad. Una de las jovencitas elegidas, Noriko Tayaka, es la hija de un almirante que murió en uno de los primeros ataques de los invasores, y aunque el pilotaje no se le da del todo, lucha por obtener el puesto y vengar la muerte de su padre. (extraído de la sinopsis de la serie). El único defecto que se le puede achacar a esta serie es su “tecnicitis”. Confiados en que la razón de su anterior no-éxito (pues tampoco resultó ser un FRACASO en mayúsculas) era la simpleza argumental y la excesiva caracterización de sus personajes, en Gunbuster recurrieron a personajes más estereotipizados, pero a guiones más completos y extravagantes. A este efecto podemos señalar las explicaciones técnicas y científicas que se incluían en cada episodio, a modo de explicación del funcionamiento de las naves armamento y el propio Gunbuster, y que podían resultar un tanto infumables, en el mejor sentido de la palabra. A pesar de ello, Gunbuster si tuvo un relativo éxito y una buena acogida entre los otakus. Gainax empezaba a consagrarse con un estilo propio, y esta serie les sirvió para comprender tres cosas: 1. Los otakus buscaban una animación diferente, más experimental 2. A los otakus les gustaban los argumentos desconcertantes y originales 3. Gainax se demostró a sí misma que las series de mechas se les daban bien Se empezaba a cocer el éxito,,,
Debido al éxito que GunBuster supuso, TV Tokio contacta con Hideaki Anno por recomendación expresa de Hayao Miyazaki, en 1989. Se trataba de la realización de una serie de animación, proyecto que previamente había abandonado el propio Miyazaki, concentrado en sacar adelante sus películas al frente de Ghibli. Partiendo de la base de la famosa novela de Julio Verne “20000 Leguas de Viaje Submarino”, nace “Fushigi no umi no Nadia”, serie que fue emitida por Tele5 hace más de 10 años, bajo el título El Misterio de la Piedra Azul. En esta producción, de nuevo la animación, sin resultar espectacular, denotaba la acción y desencadenamiento de hechos que afecta a todas las series Gainax. Y fue también la serie en la que Gainax descubrió su mayor defecto, que no ha podido (o no ha querido?) resolver hasta la fecha: la excesiva complejidad argumental, y la incapacidad de los guionistas para atar todos los cabos sueltos en un final coherente. Les pasó en Nadia, les pasaría en Evangelion, volverían a cometer el mismo fallo en Kare Kano (aunque no fuera por culpa de Anno, ya que lo retiraron del proyecto PRECISAMENTE para evitar que tuviera un final demasiado abierto, y desde luego no es que fuera un acierto) y, en FLCL, estuvieron a punto de cometerlo de nuevo, de no ser que se trataba de una serie paródica que solo buscaba crear situaciones de humor, y que la cantidad de cabos sueltos que sacudían la serie no fueran más que una crítica hacia ellos mismos y su estilo narrativo. Como he comentado, el estilo Gainax ya imperó en la trama de esta producción, cuyos mejores capítulos se concentran en el principio, dando paso a subtramas complicadas que deforman el contenido original de la obra, dándole un aspecto más misterioso y paranoico: ambientada en 1889, la historia se centra en Nadia, una chica huérfana de 14 años que trabajaba en un circo como equilibrista, y con un pasado de lo más misterioso. Cuando unos ladrones intentan robarle el Agua Azul, una piedra preciosa, su única posesión y la posible clave de su origen, es rescatada en la Exposición Mundial de 1889 en Paris por Jean, un genio inventor de 14 años. Ambos huyen de los ladrones hasta llegar al Océano Atlántico, donde son rescatados por el Capitán Nemo en el Nautilus. La serie sigue su curso mientras Nadia descubre más sobre el Agua Azul, los verdaderos villanos que buscan conseguirla, y porqué todo el futuro del planeta puede depender en quién se quede con la piedra. (extraído de la sinopsis de la serie). Sin embargo, conforme la serie avanzó, y haciendo gala de la admiración que los orientales profesan hacia las culturas y religiones occidentales, se fueron involucrando subtramas mucho más enrevesadas, que confundían al espectador, distorsionaban la historia principal, y te hacían preguntarte como acabaría todo aquello: fue solemnizando su tono y empezó a tratar temas como la trascendentalidad del hombre, los seres humanos artificiales creados por extraterrestres, la identidad del yo, la egiptología, la cabalística,,, Una conjunción de las teorías ufologísticas más disparatadas, con la Torre de Babel por en medio, naves espaciales con emigrantes interespaciales, y la suma de las creencias religiosas más dispares, unidas en una sola serie. Brutal. Tanto para el espectador, como para Anno, que desembocó en Nadia todo su cacao mental, creando una serie de 39 episodios, que se estrenaría en Enero de 1990, y no cesaría su emisión hasta el final de la serie. El caos ideológico de Anno dio resultado. Y fue el mismo caos que, años más tarde, daría lugar a Evangelion, la serie más personal de Anno y, por consiguiente de Gainax. Y, como no, las más polémica y desquiciante, en cuanto a argumentos, subtramas y neurotismo de sus protagonistas. Pero para ver todo esto os remito a la segunda parte de este análisis Gainax, en la que trataremos series como Evangelion, Kare Kano o FLCL, además de sus películas Death and Rebirth y The End of Evangelion, dejando sus obras posteriores para un tercer análisis de los más actual de Gainax. Mata ne!
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