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Ficha: Título original: Sam & Twitch nºs 24, 25 y 26 Autores: Todd McFarlane (guión), Paul Lee y Alex Maleev (lápiz) Formato: Número único. Cómic book. 66 págs. Color. Precio: 4,95 € c/u
Nacidos en las páginas de Spawn como personajes secundarios, la pareja de policías formada por Sam & Twitch vio cómo gracias a su gran popularidad se ganaban el derecho a disponer de una colección en la que ellos serían los protagonistas absolutos. En esta nueva colección se huyó de elemento fantástico o superheróico alguno, para acercarla más a la realidad. McFarlane contrató como guionista a Brian Michael Bendis (famoso entonces por sus historias de género negro como Jinx o Torso) y durante su estancia esta serie, Sam & Twitch fue uno de los mejores cómics de género policiaco editados en los Estados Unidos.
Tras la marcha de Bendis, Todd McFarlane fue quien se encargó de escribir los guiones y trató de ser continuista con el estilo y las historias que había realizado el actual guionista de Spiderman Ultimate. Pero McFarlane no era Bendis y la calidad de las historias bajó a niveles alarmantes. Ello, unido a la caótica regularidad con que era publicada la serie fue una de las causas que terminaron por “matar” a este comic.
En España, esa cadencia de material obligó a Planeta DeAgostini a realizar parones hasta que no hubiera los cómics suficientes con los que emprender una edición regular de la serie y este tomo que publica ahora Planeta DeAgostini culmina una historia que quedó inconclusa cuando el volumen 2 de la edición española de Sam & Twitch cerró hace más de un año al no quedar más números inéditos en su edición original norteamericana.
A pesar de hacer tanto tiempo, gracias en parte al resumen incluido en la segunda página, es fácil seguir el hilo de la intriga, centrada en un asesino en serie que ha elegido a Sam como una de las piezas de su macabro juego.
El resto, es la conclusión de una historia escrita que adolece de graves defectos, pero que se deja leer con facilidad, resultando sumamente entretenida. En la parte positiva, tenemos que está bien narrada y los diálogos están escritos con bastante corrección y en la negativa, tenemos que McFarlane no puede evitar caer en casi todos los tópicos existentes dentro del explotado subgénero de los asesinos en serie y que el final del cómic es tan precipitado que la resolución del caso y de la historia en sí deja mucho que desear SPOILER.
La parte gráfica del cómic supera al irregular guión y los dibujantes consiguen dibujar rostros y situaciones realistas a base de manchones oscuros. En resumen, un cómic irregular que sirve más que nada para no dejar con una historia a medias a los lectores que siguieron hasta el final el volumen 2 de Sam & Twitch.
José Luis Mora jmazarias@dreamers.es
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