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Ficha libro:
Título original: A Scattering of Jades
Editorial: Bibliópolis Fantástica
Autor: Alex Irvine
Traductor: Rafael Marín
Nº páginas: 318 Págs.
Precio: 19, 95 €
Siembra de Jade es una de las últimas apuestas de Bibliópolis Fantástica por ofrecerle a sus lectores novelas de género fantástico de indudable calidad pero que, debido a su procedencia o por el poco renombre de sus escritores entre los lectores españoles, resulta bastante arriesgado publicarlas en España.
Con unos argumentos influenciados por la obra de Tim Powers, la ópera prima de Alex Irvine es una curiosa mezcla de géneros que van desde el terror hasta la narrativa histórica, pasando por la aventura, que ganó varios premios como el Internacional Horror Guild en el año en que fue publicada en los Estados Unidos.
Lo peor de esta novela es su inicio, pues el inicio de la novela se vuelve peligrosamente tedioso debido a que al autor le cuesta varios capítulos situar al lector en la historia que pretende contar y presentar a los personajes que intervienen en ella. Mi consejo para quien decida leerse esta novela es que siga leyéndosela, ya que finalizados estos capítulos de presentación el ritmo narrativo cambia para mejor, convirtiéndose Siembra de Jade en una novela más que notable.
Su argumento gira entorno a una momia azteca resucitada a mediados del siglo XIX en los Estados Unidos y cómo esta momia influye de forma importante en la vida de una serie de personajes con la intención de traer de vuelta a los Dioses precolombinos, ocasionando con ello el fin del mundo tal y como lo conocemos ahora.
Hay que destacar muchas cosas de esta novela, tantas que es difícil saber por cual de ellas comenzar.
En primer lugar, destaca la excelente ambientación histórica de una novela ambientada en los Estados Unidos de Norteamérica anteriores a la Guerra de Secesión y los contrastes entre una ciudad de Nueva York eminentemente industrial y superpoblada con otras regiones más rurales de aquel país.
Y es Nueva York la ciudad mejor retratada en Siembra de Jade, tanto que uno al leer las descripciones que hace Irvine de esta ciudad y sus habitantes se siente trasladado al año 1843, una época en la que la “Gran Manzana” vivió grandes disturbios, la creación de las violentas bandas que agrupaban a los diferentes grupos de la gente de la clase obrera y toda la serie de problemas derivados de una brutal industrialización y la llegada masiva a esta ciudad de emigrantes venidos de todas las partes del mundo que tan bien retrató Martin Scorsese en su película Bandas de Nueva York.
Puede que los primeros capítulos sean ligeramente aburridos, pero del resto de la novela hay que decir que se trata de una obra sumamente entretenida, siendo su calidad literaria (incluso en la parte “menos entretenida”) muy alta, aunque no se si en esto tendrá algo que ver que para traducirla se ha elegido a un traductor y novelista del calibre de Rafael Marín.
Otro de los puntos fuertes de Siembra de Jade es la construcción de los personajes que protagonizan la novela y tanto los personajes principales como secundarios tienen personalidades muy definidas.
Resalta el hecho de que tanto los buenos como el malo están tratados con el mismo respeto y el autor deja claro que cada uno de ellos actúa como actúa debido a que creen que hacen lo mejor para ellos o para el mundo en general sin caer en los manidos estereotipos o en cierta actitud de desprecio (desde el punto de vista del autor) hacia quienes están considerados como los “malos de la película”.
Y del trío protagonista merece una mención especial Archie Prescott, un linotipista que trabaja en un periódico de Nueva York incapaz de superar la pérdida de su esposa e hija, que fallecieron en un incendio, que se convierte por las circunstancias en el prototipo héroe que no desea serlo. Es el personaje mejor construido de toda la novela y el que se vuelve más cercano para cualquier lector gracias a un origen y motivaciones comprensibles y cercanas para cualquier lector. Además, Irvine le mete en tantos aprietos que se termina teniendo curiosidad por conocer cual pueda ser su destino.
En conclusión, Siembra de Jade es una excelente novela de ¿terror? a tener en cuenta.
José Luis Mora
jmazarias@dreamers.es
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