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La película en cuestión es un remake de King Kong, película de culto de sobras conocida por todos que nos presentaron en 1933 los cineastas Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack.
En esta ocasión, casi 75 años después del estreno de la original, nos cuentan la misma historia, con algunos ingredientes más, una historia de amor más creíble, más acción digital y más relación entre Kong y Ann Darrow. Para conseguirlo, Jackson se ha unido a un grupo impresionante de actores y técnicos para lograr el resultado final que podemos ver en las salas.
Por un lado, para construir la Isla Calavera, el Nueva York de 1933 y, por supuesto, al Rey Kong, trabajaron con Weta Digital Ltd., empresa que ya trabajara con Jackon en la creación de los efectos especiales de la trilogía del Señor de los Anillos y, para crear la historia a Fran Walsh y Phillppa Boyens guionistas también de la misma trilogía.
Para crear a Kong, el equipo de Weta Digital empleó la misma tecnología (aunque mejorada para la ocasión) que usaron para la creación de Gollum, incluyendo a Andy Serkis, el actor que lo interpretaba.
Y es que Kong no es solo un elemento digital, se grabó según los movimientos de Serkis para lograr un mayor realismo y para que los actores tuvieran un punto de referencia más "real" que una simple marca.
Serkis estuvo estudiando a gorilas tanto en libertad como en zoológicos para poder comprender el comportamiento de estos animales.
Según indica el propio Serkis "La idea de King Kong apasionaba demasiado a Pete (Jackson) para que la convirtiera en una película de monstruos. Cuando me enseñó fotos de Copito de Nieve, entendí que Kong sería un autentico personaje con emociones".
Por otro lado, no todo debía ser tecnología punta, sino actores destacables como Naomi Watts que encarnaría a Ann Darrow, la protagonista del filme o a Jack Black como Carl Dernman, el cineasta que descubre la Isla Calavera y añadiendo al reparto al oscarizado Adrian Brody, el único personaje inventado que no salia en la película original y que hace más creíble la historia romántica que la que se nos presentó hace 72 años.
¿La historia? Sin sorpresas, básicamente es la misma película, añadiendo más acción y elaborando más la relación entre Kong y Ann Darrow.
A pesar de que alguna escena de acción es olvidable y mal desarrollada tanto por el equipo técnico como por el director, el metraje sea demasiado largo para no aportar nada a la película y que hoy en día ya nos hemos acostumbrado a ver dinosaurios "reales" por televisión, es una buena película que se deja ver. Sin aportar realmente nada a la original se nota que Jackson intentó rendir homenaje a la película del 33 y, como filme de aventuras con moraleja final (moraleja que todos conocemos) se deja ver a gusto.
Toni"ZaraJota"López
zarajota@gmail.com
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