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Ficha libro:
Título Original: The Color of the Neanterthal Eyes / The Midas Plague
Editorial: Ediciones Robel
Autor: James Tiptree, Jr. / Frederik Pohl
Traductor: Domingo Santos
Nº páginas: 236 págs
Precio: 9 €
Es de agradecerle a los pequeños editores, como Ediciones Robel, iniciativas que emprenden como la publicación de esta colección.
Por sólo nueve euros, tenemos entre manos una colección de (como si esto fuera la oferta de un supermercado) 2 x 1 y, al contrario que en los saldos, aquí el buen precio no está reñido con la calidad.
Su encuadernación y formato son muy buenos y superan en calidad a muchas otras novelas de otras colecciones de precio superior.
La maquetación no está nada mal y tanto la corrección de estilo como la traducción son bastante aceptables. A pesar de todo, se les escapan algunas faltas de ortografía y la traducción de algunos términos no es del todo correcta, como la no traducción del término “neandertal” (dejándolo con la nomenclatura inglesa de “neanderthal”) o la aparición de palabras chocantes como “nursería” (me imagino que se referirá a una “guardería” o similar).
El Color de los ojos del Neandertal
La obra póstuma de la escritora James Tiptree, Jr. es toda una pequeña obra maestra dentro del género en el que la autora, a través de la historia de un explorador espacial que posee el don de la telepatía y que se pasa por el forro la primera directriz de no ingerencia con otras culturas inferiores [2]Se enamora de una aborigen del planeta Húmedo llamada Kamir (miembro de una raza de humanoides anfibios), nos plasma su filosofía personal acerca de la muerte, la vida, el descubrimiento de la violencia y la ecología.
Es una novela intensa, triste y realmente emotiva. Sin lugar a dudas, merece la pena leerla y luego reflexionar sobre ella y los conceptos que nos muestra.
La Plaga de Midas
En la novela escrita por Frederik Pohl, el autor de Mercaderes del Espacio vuelve por sus fueros para hacer una ácida crítica de la sociedad y del libre mercado en una anti utopía, donde un hombre llamado Morey Fry (que se acaba de casar) vive atrapado en una sociedad del futuro donde, debido a los excesos de producción que hay en la Tierra desde que las industrias se automatizaron cuando los robots comenzaron a trabajar en ellas, los ciudadanos más pobres viven en la opulencia, apenas trabajan y están obligados por el estado a consumir un mínimo de bienes al mes. En caso de que no consuman un mínimo, las personas de esta sociedad bajan de categoría en la escala social y se ven obligadas a consumir todavía más. Por el contrario, los ricos apenas consumen y está considerado un lujo trabajar cinco días a la semana. Y las consultas psiquiátricas están repletas de ciudadanos angustiados por vivir esclavizados en un mundo que les obliga a consumir continuamente.
El tono general de la obra, de carácter humorístico, resuma “mala baba” por parte del autor hacia las grandes empresas, hacia los gobiernos que imponen cuotas de producción o de mercado [3] y, en general, contra esta sociedad consumista en la que vivimos.
Su lectura obliga al lector echarse unas risas [4] y a hacerle pensar.
Las dos novelas aparecidas en este volumen son muy buenas y esperemos que Robel siga poniendo el listón tan alto en posteriores entregas. El único pero que puedo ponerle al primer “Doble” es que su portada es poco llamativa y que alguna ilustración no le hubiera venido mal.
[1] Cuyo nombre real fue Alice Hastings Bradley Sherldon y no fue hasta 1977 cuando dio a conocer su verdadera identidad. Hasta entonces, los lectores consideraron que se trataba de un hombre quien se ocultaba bajo ese pseudónimo.
En 1987 se quitó la vida cuando
[2]Sí, exactamente la misma directriz que el capitán Kirk de Star Trek se salta a la torera cuando ve que alguna raza que todavía no ha hecho contacto oficial con la Federación está en alguna clase de peligro.
[3] Como hace ahora la Unión Europea, que obliga a destruir cosechas enteras si un país perteneciente a la Unión Europea sobrepasa ciertos límites impuestos cada año a la cantidad de “loquesea”que debe producir; mientras en el tercer mundo hay escasez de alimentos.
[4] Que siempre viene bien y más cuando se leen obras de un género, la ciencia ficción, poco propenso para el humor. Bueno, hay otras excepciones como Futurama en la televisión o Marcianos Go Home! en la literatura.
José Luis Mora
jmazarias@dreamers.es
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