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Ficha Libro Título Original: The martian child Autor: David Gerrold Traductor: Carlos Pranger Colección: Albemuth internacional Editorial: Grupo AJEC N.º de Páginas: 196 págs. Precio: 12,95 €
David Gerrold es recordado por los aficionados a la serie original de Star Trek como el guionista de algunos de los mejores episodios de la serie creada por Gene Roddenberry. Aunque, fuera de Star Trek, también se ha ganado una excelente reputación como novelista de ciencia ficción y algunos de sus trabajos han tenido el honor de ser nominados para prestigiosos premios de literatura fantástica.
Uno de sus últimos trabajos más reconocidos ha sido esta novela semiautobiográfica donde su autor hace un repaso a sus primeros años como inexperto padre adoptivo de un niño que decía venir de Marte. Esto le sirve a Gerrold para desnudar su alma ante los lectores, haciendo un sano ejercicio de autocrítica hacia su persona, planteándose el porqué cometió ciertos errores al intentar educar a su hijo o explorando los motivos que le llevaron a plantearse adoptar un niño.
Quizá las vertientes autocrítica y pedagógica de la novela puedan guiar a futuros padres adoptivos frente a los buenos y malos momentos con los que seguramente van a encontrarse, convirtiéndose con ello en una suerte de libro de autoayuda. Pero El niño marciano es mucho más que eso y como novela autobiográfica nos encontramos con una obra que sigue la estela marcada por la novela Las cenizas de Ángela, [b]de Frank McCourt.
Gerrold utiliza pocos diálogos y prefiere usar en casi toda la novela una tercera persona muy especial que le sirve para simultanear la narración de fragmentos de su vida con reflexiones sobre lo sucedido. Meditaciones e historia se alternan con envidiable fluidez, y destaca en todo momento el tono vitalista que David Gerrold le imprime a cada párrafo que escribe. Sí, en ocasiones –y volviendo a lo comentado hace unos párrafos- hay remordimientos por todo lo que pudo hacer y no hizo con su hijo, pero lo hace sin amargura para tener en mente tales fracasos con el objetivo de no volver a repetirlos.
Tal vez el único defecto de la novela puede encontrarse en un final no tan redondo como hubiera sido esperable, visto el envidiable nivel del resto de esta obra, pero la vida real no tiene finales redondos y, pese a este único “defecto”, [i]El niño marciano es una novela harto recomendable.
José Luis Mora jmazarias@dreamers.es
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