Puntuación del crítico: 8 | A finales de 2004, me enteré que Fey había grabado un Lp tributo a una leyenda de la música en español. Después de un Cd completamente reinventado, como lo fue su disco anterior, vértigo, un tributo a Mecano como que no cuadraba con la línea. La verdad temía que el disco fuera una vasca, pero algo dentro de mí, me decía que también podría sorprenderme. Si bien, Fey no se caracteriza por tener una voz de potencia, como la de Celine DIon, sabemos que su voz es muy peculiar, y que la de Ana Torroja tampoco es muy potente. El disco abre con Mujer contra mujer, que en verdad no me convenció, pero cabe señalar que la melodía estaba muy fresca, como para volver a sonar de nuevo en la radio, ahora en voz de Fey. Después siguieron canciones como Barco a Venus, que supera por mucho a la original, hoy no me puedo levantar, que a pesar de conservar la esencia, la historia dio un giro de 180 grados, me colé en una fiesta, una canción muy house, cruz de navajas, que en verdad me agrada más la versión de Fey que la clásica de Mecano, La fuerza del destino, que se le cambió por completo, Ay que pesado, que suena muy vanguardista, los amantes fue la que menos me convenció, y luego la insufrible me cuesta tanto olvidarte que de verdad Fey jamás debió tocar, simplemente porque esa canción debería estar prohibida para alguien que no sea Ana Torroja, un Año más y Busca algo barato (busco algo barato) fueron correctas en este Lp. No creo que con este disco se tratara de igualar las canciones, sino todo lo contrario, hacer un trabajo digno que recordara a las personas que habían olvidado a Mecano. Este fue el primer disco que se vendió aquí en España de Fey, que paso inadvertido por completo, pues la fiebre de Mecano y tributos opacaron a “La fuerza del destino”. Después de un excelente disco como Vértigo, La fuerza del destino es el claro ejemplo de evolución en Fey, además de demostrar que puede hacer cosas buenas con el trabajo de otros. Me gustó el trabajo que le dio Jean a las canciones, dejando en claro lo vanguardistas que son Fey y su productor.
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