Puntuación del crítico: 8 | Borges redacta una introducción en la que nos avisa, con su acostumbrada humildad, que el libro no es más que un tumulto de ropajes bajo los cuales no hay nada ; pura apariencia sin trasfondo, ni afán psicológico o trascendente. Su modestia le hace mentir. Si bien Historia universal de la infamia no se encuentra entre sus libros más trascendentes, e incluso podríamos darle el calificativo de obra "lúdica", de entretenimiento puro, Borges hace un veraz y fantástico retrato de la infamia en diferentes culturas. No tiene esto ningún sentido moralizador, ni mucho menos, e incluso podríamos decir que esta obra está teñida de cierto romanticismo, ya que nos muestra a esos seres despreciables como muñecos del destino, hombres sin los cuales la historia no podría haber sido lo que es (Indiscutible es la influencia de Leibnitz),pero sin los cuales todo habría resultado quizás mucho mejor. De este conjunto de maravillosas y mentirosas biografías, destcaría "La viuda Ching, pirata", "El incivil maestro de ceremonias Kotsuké No Suké" y "El tintorero enmascarado Hákim de Merv" (Este último contiene una sentencia memorable acerca de los espejos, que Borges repetiría en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius). Al terminar esta serie de relatos, nos encontramos con Hombre de la esquina rosada, una narración en segunda persona (un compadrito se la cuenta a Borges), que me atrevería a situar entre los mejores cuentos del autor. Esta pequeña obra maestra habla de un asesinato cometido no por rencor, no por venganza, sino simplemente por deber : mata al asesino de su ídolo, mata a quien mató sus ilusiones, sus míseras esperanzas de ascenso social. Como narración policíaca es magnífica, pero su riqueza de contenido no se queda atrás. Seguida viene la serie Etcétera, compuesta por varios cuentos o fragmentos literarios, que supuestamente Borges ha plagiado de grandes obras de la literatura. El argentino imita el estilo de varios clásicos de la literatura universal, haciendo verosímil su afirmación de que se trata de plagios, e incluso si alguien me dijera que dichos escritos pertenecen realmente a los libros que Borges promete haber copiado, lo creería, pues las imitaciones de estilo son magistrales, reafirmándonos que Borges es uno de los tipos más inteligentes, hábiles y cultos de la literatura universal.
Merece llevar con honor el título de clásico (a pesar de la falta de trascendencia de muchos de sus escritos), aunque no creo que esté entre los mejores libros del bonaerense.
|