Puntuación
del crítico: 3 |
Dicen por ahí que los zombis están de moda. Dicen por ahí que nunca dejaron de estarlo. Dicen por ahí que los zombis ya no están de moda. De un modo u otro, algo se mueve en la literatura z de nuestro país, algo que lleva meneándose desde que Manuel Loureiro publicó la trilogía "Apocalipsis Z", cuyas dos primeras entregas lanzó la editorial Dolmen, quien también dio la primera oportunidad de publicar a un novato llamado Carlos Sisí que iba cargado de caminantes malagueños. A partir de ahí, Dolmen abrió la llamada línea Z en su editorial para nada más sacar novelas sobre los muertos vivientes favoritos de todos. Muchos autores se aprovecharon para bien o mal de esta gran iniciativa que sirvió de gran espaldarazo al género de terror y fantástico de nuestro país, o lo que es lo mismo, a la literatura de género escrita en español. Digo para bien o para mal porque si bien es cierto que muchos autores enfocaron sus textos de forma sincera, con gran amor por los zombis y ganas por realizar la mejor novela que pudieran, otros simplemente se aprovecharon de la situación para crear novelas que poco tenían que ver con los zombis (algunos directamente los añadían a historias que ni siquiera los incluían en sus primeros borradores) o con una calidad realmente baja. Publicar con Dolmen era lo primero, y lo demás algo secundario. Los lectores lo pagamos con títulos que no viene al caso nombrar pero que ya reseñaré más adelante, eso sí, contar la misma historia pero cambiando la ciudad (Madrid por Málaga, por ejemplo) no sirve de nada. Menos imitar y más crear tu propio mundo.
No hablo de originalidad. Todo está inventado ya, y como lector sé de lo que hablo. De este modo, poco a poco, la explosión z se ha ido calmando hasta alcanzar niveles más normalitos, algo también provocado por el hecho de que los autores que se subieron al carro dejaron los zombis para irse a otros prados, algunos de ellos incluso bien lejos del terror; y pocos repitieron con lo z. Lo que ha quedado ha sido un pequeño reducto de escritores verdaderamente zetas con ganas de no repetir los errores de los anteriores pero sí de acertar con formulas diferentes. Al mismo tiempo, Amazon, esa gran empresa, ha sido sumando novelas y novelas de zombis que, en muchos casos, se nota que son descartes de las que se han ido enviando a editoriales como Dolmen, y aunque en ocasiones uno puede dar con pequeñas maravillas me temo que el caso de "Degeneración" no es ese, sino todo lo contrario, la "típica" obra que intentó aprovechar el éxito zombi empujado por Dolmen, que a su vez fue provocado por varios títulos internacionales, y que no llega al mínimo de calidad exigido a estas alturas.
Admito que no suelo leer obras digitales. Siempre he sido y siempre seré más de papel. Pero las ganas de ahondar más en mis géneros favoritos me llevó a Amazon, entre otras plataformas que ofrecen títulos digitales que se pueden conseguir a muy bajo precio, aunque también en papel a precios más habituales. Dicho y hecho, con un montón de lecturas zetas en papel bajo el brazo, decidí a probar qué me estaba perdiendo de lo que Amazon nos daba, y entre muchas lecturas (la mayoría bastante malas, por cierto) encontré "Degeneración" de David Pardo, autor desconocido para quien esto escribe. Ni un euro me costó el título, 0,99 céntimos, lo que uno puede llevar en calderilla después de comprar el pan, así que poco perdía por probar, y más dado los numerosos títulos que parece tener "Degeneración" según su ficha, aunque las críticas se sitúan o en un lado o en otro. Lamentablemente, me pongo del lado de a quienes les ha gustado bastante bien poco, sabiendo ahora las razones de que haya sido publicada en Amazon.
Estamos en una novela zombi que no reinventa la rueda. No es que lo necesite, hasta ahí bien, pero cuando el autor recurre a cliché tras cliché hasta saber perfectamente cómo va a terminar el libro, mal vamos. El autor nos va contando la degeneración que sufre el protagonista mientras trata de sobrevivir a un apocalipsis zombi. Y... eso es todo lo que nos cuenta, porque la mayor parte del tiempo parece que estemos leyendo más bien el borrado de "Degeneración" que una novela. Ese es uno de los mayores fallos del "libro", porque se nos vende como novela y ni siquiera es una novela corta, sino un relato largo. Mentir está muy mal para publicitar un producto, pero encima parece que "Degeneración" ha colado como novela. Si miramos su ficha, comprobamos que ha sido finalista del primer premio Eater a mejor novela zombi de 2012. No es una novela, así que ¿a qué jugamos? Por cierto, un premio importantísimo, porque sólo tuvo una edición y me ha sido complicado de encontrar. Y finalista, ni siquiera ganadora.
Dejando de lado la primera mentira de la publicidad de la "novela", y si ignoramos que ha sido traducida a tres idiomas (está publicada por Amazon, así que más que traducida, el autor habrá pagado por ello), se hace complicado considerar seria cualquier lista o "premio" que haya recibido al no ser realmente una novela. Sí es verdad que la longitud del libro viene indicada en la ficha del libro, así que tampoco entiendo mentir de esa manera tan descarada. Relato corto, un relato corto repleto de sangre, vísceras y mala leche, como si de una película de serie Z (nunca mejor dicho) se tratase. Más allá de ver escenas y escenas llenas de gore, poco más se le puede sacar a "Degeneración", salvo que el tema que sobrevuela todo el título es bastante interesante, aunque no se termina de desarrollar; parece que el autor consideraba más importante intentar impactar el lector con escenas truculentas que con un argumento sólido. Y ambos conceptos se pueden dar la mano. Muchos títulos son grandes ejemplos de ello, y muchos publicados por Dolmen. Es decir, que el protagonista degenere es interesante, pero ni está explotado ni parece interesar el escritor y, si así fuera, el relato es lo bastante corto como para no dejar el espacio que le hace falta.
Por cierto, avisar a estas alturas de que el relato puede contener escenas de violencia extrema y que es para mayores de dieciocho años, es un cachondeo supino. Un diez para el autor por estos intentos de marketing, porque entre lo de que es un libro, el no-premio Eater, lo de los best sellers de Amazon y esto, es evidente que la compra atrae aunque por otros motivos diferentes a la calidad de "Degeneración", que además necesita un par de correcciones. Las palabras repetidas se convierten en una continua molestia sobre todo hacia el final de la obra, obra además ambientada en Valencia. Exacto, "Degeneración" es uno de esos títulos que explotan lo del zombi en diferentes puntos de España, algo que se viene dando desde "Apocalipsis Z". ¿Que Galicia, Málaga, Barcelona y Madrid funcionan? Pues Valencia debe funcionar. Innovando que es gerundio.
El precio es uno de los pocos valores del relato "Degeneración". Si me hubiera costado más dinero, sin duda estaría realmente cabreado; la versión en papel es más cara que un bolsilibro medio y mucho más corta, menudo canteo. Por ese casi-un-euro la pruebas y ya está, lo único que se pierde es tiempo si no la disfrutas, que tampoco es moco de pavo, ya lo sé. La portada tampoco está nada mal, aunque casaría mejor con un cómic. Y, bueno, lo dicho, el tema de la degeneración del protagonista es bastante interesante, pero al final queda en nada debido a la brevedad del relato, algo lógico si tenemos en cuenta que es un relato y no una novela. No es una historia aburrida, pero si a estas alturas todo lo que nos puede ofrecer lo z en Amazon es casquería y nada más, preveo un bajón de los muertos vivientes en esta plataforma. Además, en Dolmen ya hemos tenido novelas de zombis con grandes dosis de violencia y mucho más argumento, por no hablar de estar más trabajadas. Curiosamente, en lo que coinciden muchas de las críticas de "Degeneración" es que es una novela dura y con mucha mala baba. Y nada más. Y lo que yo pido es algo más, aunque a ese casi-un-euro igual el autor esperaba que algunos nos conformásemos. Pues no.
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