La Cruz de hierro ... A GRITOS
Valoración de los ciudadanos: 9.00 puntos
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Hay 3 gritos en total
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Davis
-- Jueves, 23 de Junio de 2005 a las 21:46.
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.81.44.133.100 |
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Le subo al 9
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Waster
desde Getafe
, España
-- Jueves, 26 de Mayo de 2005 a las 14:31.
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.82.159.58.224 |
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Obra maestra. "El sangriento Sam" vuelve a ponerse del lado de los que han perdido todo antes de que se inicie la película. Esta vez, su elegido es el bando alemán, tomando como personaje principal al sargento Steiner (Insuperable James Coburn), un hombre que detesta la ideología nazi, a los oficiales y a sus líderes, pero que se halla inevitablemente apegado a la guerra por una razón : después de tantos combates junto a su batallón, no puede separarse de ellos, quiere verlos vivir y salir de ahí (otra vez el tema de la amistad y la lealtad, tan manido por Peckinpah). La postura antibelicista y antimilitarista es más que obvia, centrada esta última en el retrato de un capitán en el cual el instinto bélico se impone al de supervivencia y que sólo desea conseguir su ansiada Cruz de hierro, continuando su tradición familiar. La película, aunque no hacía falta decirlo, es muy sangrienta, y Peckinpah vuelve a recrearse con ralentís en esos instantes de muerte y desolación, para que contemplemos más densamente los horrores que provoca la estupidez humana y su tal vez natural tendencia a la violencia. La puesta en escena es magistral, el sonido y el uso de la música no se quedan atrás... El montaje es eternamente elogiable, permitiendo al director contar, sin liarnos, varias acciones simultáneas y diferentes sucesos en el violento frente ruso. La esencia del personaje de Steiner queda perfectamente expuesta en la pregunta que le hace la mujer : "¿Tanto amas la guerra?¿O tienes miedo de lo que puedas ser sin ella?". Al sargento sólo le queda combatir hasta el final junto a sus amigos, ahora esa es su familia y su vida, un mundo violento que detesta pero al que se siene además inevitablemente unido. SPOILER . En resumen : una gran obra, emotiva, violentamente poética, dura y perturbadora que merece tenerse en cuenta por ser un proyecto tan personal y totalmente diferente a lo que se ha rodado hasta nuestros días, escapando de los tópicos y convencionalismos en los que no puede evitar caer ni Kubrick en su laureada La chaqueta metálica. Difícil olvidarla. Muy recomendable.
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Davis
-- Miércoles, 11 de Mayo de 2005 a las 21:13.
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.81.35.66.131 |
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La última gran película de Peckinpah. Coincido contigo en que la película es adelantada a su tiempo y que debe ser tomada en consideración dentro del cine bélico (y antibelicista). Muestra los horrores de la guerra desde el punto de vista de un escuadrón de soldados alemanes en las últimas. Las relaciones entre ellos y los altos mandos son muy interesantes, no teniendo desperdicio los diálogos cargados de pesimismo, el ambiente descorazonador y fatalista que envuelve la película. El personaje de Maximilian Schell es un cobarde e incompetente capitán que solo busca una mención para poder llegar a casa, sin importarle por quien tenga que pasar. El personaje de Coburn es autodestructivo, odia la guerra y quienes le han llevado a ella pero no puede dejar de luchar y combatir porque ha visto demasiados horrores. Las escenas bélicas son muy buenas, Peckinpah nos introduce de lleno en la barbarie con su inconfundible estilo de cámara lenta y violencia por doquier. El reparto funciona estupendamente con otra gloriosa interpretación de James Coburn (como me encanta este actorazo) como líder de la camada. En un plano más secundario los geniales James Mason y David Warner (brillante la conversación de ambos acerca del futuro de Alemania). Destacar todo el trozo en que el pelotón ataca a las mujeres soviéticas y el cruel desenlace de estos hombres ante la trinchera alemana. Con imágenes impactántes. El final es imposible de olvidar. Sin concesiones. Un peliculón.
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