En circunstancias normales, un atasco en hora punta en Nueva York no provocaría una reacción en cadena capaz de destrozar la vida de dos personas. Sin embargo, en este día en concreto, un pequeño choque convertirá a dos hombres en enemigos declarados. Puede que sea distinto el método que cada uno utiliza para destrozar al otro pero comparten el mismo objetivo, es decir, hacer todo lo posible para arruinar la vida del contrario a fin de recuperar algo que han perdido. Gavin Banek (Ben Affleck) es un abogado de altos vuelos que intenta abrirse camino entre los coches para no llegar tarde a un juicio. En el carril de al lado se encuentra Doyle Gipson (Samuel L. Jackson), padre de dos niños, que también se dirige al tribunal donde un juez con una larga lista de casos y poco tiempo que perder va a decidir si Doyle tiene derecho a ver a sus hijos. Aparentemente Banek y Gipson son hombres muy distintos: uno lucha por llegar a la cima en su trabajo y el otro lucha desesperadamente por salir del agujero en el que se encuentra. Pero un accidente sin importancia llevará a estos dos extraños al borde de la autodestrucción y demostrará que la ira nos convierte a todos en iguales.
Crítica
Puntuación del crítico: 5
Aún teniendo un arranque tan prometedor como el de dos hombres transformados en enemigos irreconciliables debido a una simple coincidencia este drama con ribetes de intriga psicológica se hunde poco a poco en los convencionalismos y tópicos del cine comercial americano. Tanto la desatrosa vida del ex-alcohólico Gipson como la del joven y triunfador Banek estan tratadas de un modo superficial y tópico, y la dirección de Roger Michell, aun con algunos aciertos (como esa fotografía de fríos tonos metálicos, para resaltar el opresivo ambiente urbano) no llega a enganchar en ningún momento al respetable. Samuel L.Jacson se come con facilidad a Affleck, aunque tampoco hace ningún papel espectacular, y el resto de actores cumple , sin más. Es un film entretenido pero muy poquita cosa, sugiere cosas pero nunca se llega a visualizar los extremos a los cuales puede llegar un hombre agobiado (como si hacía "Un dia de furia, y, aparte de Jackson, lo mas destacable son las dos apariciones de William Hurt y alguna escena agradable por su nihilismo (como la del accidente de coche. Fácilmente olvidable.
El Pinguino
Ficha de Película enviada por El Pinguino el 4 de Octubre de 2005
Tiene buenos momentos. LA conversación de Affleck con el candidato a ayudante, idealista. Dentro de unos años me lo cuentas de nuevo. Genial. LA escena en el bar de Jackson con los dos tíos sobre Tyger Woods, la llamada a Hurt..., antológica. LA confesión de Ben Affleck...
El final es demasiado bonito. En la vida real Jackson se hubiera quedado en la calle, sin casa y sin hijos. Punto. Y a Ben Affleck se lo habrían cargado por orden de Pollack. O tal vez Affleck se habrái vendido por parte del pastel del viejete. Al menos no acabas hundido del todo. Si el director quería hacer una peli con un mensaje de esperanza, vale. Si quería un final made in hollywood, es comprensible.