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Party Monster retrata una cultura llena de excesos y apariencias, de entradas triunfales y salidas por la puerta de atrás, de superficiales animales de fiesta tratando de escapar de si mismos sin lograrlo nunca.
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| Sinopsis | Michael Alig y James St. James son dos jóvenes del medio oeste americano que van a Nueva York. Aunque en un principio no está claro para James, Michael enseguida reconoce que son almas gemelas y no se separa de James. Ambos sin embargo tienen sus diferencias: Michael es más estudioso aunque James es más listo y aprende más rápido. Por su parte, James inicia a Michael en la vida nocturna neoyorquina, pero es éste último el que rápidamente asciende a la cima. Y así, juntos, Michael y James iniciarán una aventura en la que no faltará de nada.
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| Crítica | 
Puntuación
del crítico: 7 |
Alig se convierte en un experto en fiestas, necesita ruido, gente, porque cuando la fiesta acaba y no hay distracción posible se encuentra con el vacío.
Secundarios como la Sevigny, un irreconocible Marilyn Mason o un acertadísimo Dylan McDermott como el patrón del club, parche incluído, pasean palmito, pero el gato al agua se lo llevan los dos protagonistas:
Culkin, como Alig, sabe bien que las apariencias pueden acabar contigo...cuando te crees el personaje que representas estás perdido. Se marca una actuación más que correcta.
-Solo quiero ser amado-le dice a su amigo James, un Seth Green estupendo, incluso diría que en estado de gracia como el cínico pero más sensato amigo que le introduce a Alig en el submundo suburbial de las fiestas, el mundillo gay-arty de New York, y, finalmente, las drogas.
El ámbiente despreocupado y cargado de sustancias, y el fastuoso hacer de Alig en la construcción de una fiesta continua, enmascaran la realidad de unos personajes que a base de quetamina, éxtasis, coca y purpurina tratan de reparar sus maltrechas almas, de llenar el vacío de sus almas...
-¿Somos superficiales?-pregunta Alig
-Si, pero lo somos profundamente...
La cinta comienza con brío, rompiendo el estilo convencional con disgresiones de los protagonistas, pero pronto cae en el tópico biopic para poder narrar la historia, de lo contrario el ritmo mataría la película. A pesar de que comprendo ese encauzamiento, echo en falta ese riesgo, ese convertir la peli en una party, Alig merecía algo menos plano, porque una vez presentados los personajes el resto es anecdótico aunque entretenido...aún así no esta mal, excesivamente sobria cuando debiera soltarse el pelo y ser alucinógena...
El camino del exceso es el camino de la sabiduría, o como diría Alig es...fabuloso.
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Mycroft | | |
Ficha de Película enviada por Mycroft el 7 de Marzo de 2006 |
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