Relatos místicos . ( 23o03 ) Vol.2
2-El heroe y la meretriz
Tras los aconteseus de Poncilla, reino el recato y el me recato en Eternitu. Pasaron años sin que nadie se atreviera siquiera a nombrar a Lacramioara, hasta el arrivo de Auclides. Auclides era un guerrero de alto cañon. Vivia de orgia en orgia y de batalla en batalla. Bebia el vino de la victoria, la sangre de los vencidos. Auclides no le temia a nada, salvo al casamiento al que consideraba “Avena de un extraño cantar”. Cuando llego a Ayamonte, tras haber matado a siete imperialistas Judeas, quiso recompensarse con prostitutas y acudio al Sr.Prostituto “Dame una prostituta...grandes senos y garganta profunda es lo que vosotros debeis darme” El Sr. Prostituto le vendio a una dulce meretriz a cambio de las frasas. Esa noche, el placer no se hiso esperar “Come todo el poder de Auclides...ohhhh...aahh...soy el gran guerrero....no me detendra ningun tormento...” Auclides penetro a su concubina durante varios dias sin detenerse. Tras la orgia incandescente, Auclides sintio como golpeaban su puerta. “Abre querido” le dijose la meretriz. Auclides se paro y abrio la puerta, era un guerrero de dos metros, musculoso, cabello largo y rubio...era hermoso. Ese guerrero se llamaba Akron. “Eres un debil Auclides, te desafio a un combate a muerte, te demostrare que yo soy el guerrero mas fuerte que ha pisado estas prostitutas tierras de mierda. Combatamos a muerteeee!! La unica verdad es la fucking realidad. El que gana se queda con toda la gloria”. Akron le respondio enervado “Para que pelear por gloria y fama...ambos podemos convivir y degradar a todas las mujeres. Ven, pasa y disfruta de la prostituta que tengo en mi cama.” Akron se convencio y desenfundo un gran miembro, gran largo y mejor ancho. Al desnudo era muy apetecible, hasta el viril Auclides sintio una leve tentacion por probar ese instrumento, mas luego llegaron tres prostitutas y saciaron al heroe.
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