Tiendo mucho a renegar de lo que escribo, ya que soy mi mayor crítico, quizás el único, pero no se puede evitar el pasado para siempre. Este es un viejo cuento que escribí hará unos 10 años, se publico en el fanzine Aquelarre, estovo colgado en Dreamers dentro de mi sección “Juanmitorama” que desapareció en nuestras particulares “crisis”, pero tenia ganas de antes o después volver a colgarlo.
Hubo una vez, hace mucho, mucho tiempo, un lejano país en el que reinaba la perfección.
El lugar era hermoso, las tierras eran ricas. El sol mostraba la belleza de las torres de la capital. De noche, la luna para no ser menos daba un brillo plateado, casi místico a los edificios del lugar. La gente era bella y feliz, aunque quizás esa perfección hizo desarrollar una mentalidad muy narcisista.
Hasta que un día, una mujer de la más noble casta de la ciudad, dio a luz una niña.
La niña creció y empezó a dar muestras de sus defectos. Era coja, bizca, con un pelo que aprecia estropajo, y llena de unos granos que, terminaban de destrozar su poco agraciada piel. La primera idea de los habitantes de aquel lugar fue asesinarla, para acabar con tal engendro. Mas, finalmente fue recluida en una torre y ocultada del mundo por un bondadoso anciano que se apiado de ella.
Desde su torre de Marfil, veía la belleza del mundo que le rodeaba y lloraba por lo que le había sido negado. Mientras, los años pasaban.
Vivía en aquella región también un demonio. Él era el encargado de recoger las almas de los que vivían en aquel país, pero la gente de aquel perfecto lugar no necesitaba nada, y no había nada con lo que tentarles para comprar su alma. Por ello, aquel demonio había sido degradado y le habían quitado sus cuernos.
Pero el demonio era persistente, y por las noches, convertido en niebla, recorría el pueblo. Una noche, en su ronda, escucho a una madre contar la, por aquel entonces ya, leyenda de la muchacha de la torre para meterles miedo. El demonio empezó a sobrevolar la ciudad en busca de la legendaria torre.
Su alivio fue grande al descubrir que no se trataba de una leyenda, y decidió aparecerse ante la muchacha, la cual, con el paso del tiempo se había vuelto más horrorosa aun.
Ella consintió en cambiar su alma por la belleza siempre negada, mas solo si se convertía en alguien tan bella que fuese capaz de enamorar solo con su presencia a cualquier hombre o demonio.
Cuando la muchacha puso su dedo en el pergamino que le ofreció el demonio, se sintió metamorfosear, y en una explosión de estrellas se convirtió en la criatura más bella de la tierra.
El demonio se enamoro al momento de ella y le pidió matrimonio, ella acepto con la condición de que le devolviese su alma.
Días después se celebro la boda, pero la hizo tan hermosa y tan deseada, que esa unión no causo mas que problemas al demonio.
Sin embargo, algo ganó con todo ello. Desde aquel entonces, el demonio de aquel reino volvió a tener CUERNOS.
| |