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El Buen Ladrón

Relatos Dreamers

     El ladrón se puso en pie y se giró, aplaudiendo con la parsimonia con la que se aplaude en las películas. Contempló la monumental figura de Batman, una sombra de fríos ojos de acero.Añadir Anotación
-Magnífico- exclamó-. Impecable, diría yo. ¿Cómo has sabido quién soy?
     Batman observó a su presa. Desde que le tomaron la foto que figuraba en el informe habían pasado varios años. Sam Price era un hombre alto, con el mentón cuadrado, una mirada de astucia oculta tras un visor, las sienes encanecidas y el rostro bien afeitado. Ahora que lo tenía ante sus ojos, era fácil reconstruir las facciones del detective McTheodore o del viejo Murphy. Y se imaginaba que también debería ser sencillo reconocer al reverendo McGuyrich.Añadir Anotación
-Naciste en Londres con el nombre de Brett Sullivan- enunció Batman de memoria-. Intentaste ingresar en el Servicio Secreto Británico, pero te retiraste apenas un mes después de comenzar tu entrenamiento. Sin embargo seguiste manteniendo el contacto con Henry Altamont, el que fuera tu instructor. Altamont fue cesado tres años después. No se dieron explicaciones al respecto, pero a nivel extraoficial se rumoreaba que había estado instruyendo a un civil. Destacaste en el campo de la escalada, llegando a convertirte en el mejor escalador reconocido del mundo.Añadir Anotación
-Vas bastante bien- admitió Sam Price-. Sigue, por favor.
-En mil novecientos ochenta y ocho desapareciste de la vida pública. No consta en ninguna parte que hayas muerto, pero desapareces del censo, de la seguridad social, del banco. Es como si jamás hubieras existido. Coincidiendo con esa fecha se abren cuatro cuentas bancarias: Samuel Price, Mathew McTheodore, Angus McGuyrich y Matchbox Murphy. Las cuatro el mismo día, en cuatro bancos distintos. Una vez conocidos el detective McTheodore, el reverendo McGuyrich y el viejo Murphy, era fácil saber cuál era tu nuevo nombre.Añadir Anotación
-Ahora dime que sabes a qué me dedico.
     Batman sonrió entre las sombras.
-El historial del detective McTheodore le relaciona con varios delitos atribuidos a un tal Sam la Comadreja. Robos sin resolver, siempre botines muy específicos que, casualmente, han beneficiado a algún gobierno. Siempre que un gobierno se ve amenazado por alguna información que posee una potencia rival, acude a Samuel Price para que se encargue de eliminar la amenaza.Añadir Anotación
-Genial- admitió Sam Price, haciendo una reverencia-. Me descubro ante ti. Aunque “Comadreja” es algo que sólo me llama el detective McTheodore, o sea yo. ¿Sabes también para quién estoy trabajando ahora?
-Lo sé- respondió Batman-. La maniobra del camión te delató. A menos que fueses un excelente pirata informático, y no lo eres, difícilmente podrías controlar la red de semáforos para poder conducir marcha atrás sin problemas. Necesitabas ayuda de arriba. A la luz de esta pista y de tu historial, tu cliente es el presidente Luthor.Añadir Anotación
     El ladrón sonrió con malicia, recordando el paquete que devolvió alegremente a la Casa Blanca. Le sorprendió lo rápido que el presidente Luthor había sabido comprender su invitación. Por eso no ofreció la menor resistencia cuando una cuadrilla de hombres armados le ordenaron volver al despacho oval.Añadir Anotación
-Lo único que me falta saber es qué querían que robases. Las joyas de la colección Kenya no tienen valor para él. Las piezas de los coches de Dos Caras pueden encontrarse en cualquier garaje especializado. Y devolviste el sistema de poleas del Joker. ¿Cuál era tu objetivo?
     Sam Price se apoyó contra la fachada del edificio, en una actitud relajada. En el fondo estaba esperando este momento.
-En realidad tenía dos objetivos- dijo-. No te preocupes por intentar sonsacarme la verdad, ya estaba más que decidido a contártela. El presidente Luthor odia a Bruce Wayne y quiere quitárselo de en medio, pero para ello necesita encontrar algo con lo que hundirlo. Ese era el trabajo más difícil, porque no sabía por dónde empezar.Añadir Anotación
-¿Y tu otro objetivo?
     Sam sonrió.
-Tú- respondió-. Al parecer estropeaste su último intento de hundir a Wayne, así que ahora también quería quitarte a ti de la escena. Pero no me pidió que te matase, yo no tengo por costumbre matar, no es mi trabajo. Sólo me pidió que te robase tu secreto. Quería descubrir tu identidad.
     Sacó un paquete de tabaco de uno de los múltiples bolsillos de su uniforme. Parecía un soldado de operaciones especiales. De hecho, seguramente se había hecho pasar en más de una ocasión por uno de ellos. Entonces, ¿por qué no lo estaba haciendo ahora?
-¿Fumas?- invitó.
     El silencio de Batman sirvió como respuesta. Sam Price encendió su cigarrillo y siguió hablando.
-Haces bien, luego no hay forma de dejarlo. Así que ese era el plan. Robé las joyas de Wayne para empezar a preocuparlo, y también para ponerte a ti sobre la pista. El resto de los robos han sido principalmente para marearte, para hacerte cometer algún error. Aunque ahora deduzco que todos los errores que creía que habías cometido formaban parte de tu plan- soltó una bocanada de humo-. Sabes que me voy a escapar, por cierto, ¿verdad?Añadir Anotación
-No lo creo- respondió Batman.
-Pues vete mentalizando, siempre me escapo.
-Si tuvieras intención de escapar- argumentó Batman-, no me habrías contado todo esto.
     Sam soltó una leve carcajada por lo bajo.
-¿Sabes cómo me conoció el presidente? El gobierno de China es favorable al adversario político de Luthor, y querían que robase algún documento que le desacreditase por completo. Pero luego decidieron no hacer el segundo pago.
-¿Segundo pago?
-Es mi sistema de cobro- explicó-. Calculo cuánto me va a costar el material que necesito para el robo, y les cobro el doble. La mitad por adelantado y la otra mitad justo antes de la entrega. Si no pagan la segunda mitad, devuelvo el producto del robo a su legítimo dueño, con una advertencia de las intenciones de sus enemigos. Así suelo conseguir nuevos clientes.Añadir Anotación
-¿Y?
     Sam estalló en carcajadas.
-Perdona- dijo mientras se controlaba-. Es que el presidente Luthor ha decidido no hacer el segundo pago hasta después de la entrega. Se ha saltado las condiciones de nuestro acuerdo, así que no pienso entregarle su botín. Por eso te pongo a ti sobre aviso.
-¿Y a Wayne?- preguntó Batman.
-También- respondió Sam con una sonrisa maliciosa-. O mucho me equivoco, o acabo de avisarle a él también. Te noto un poco nervioso. Como verás, cuando tengo que hacer un trabajo lo hago bien.
-Te has equivocado- dijo Batman con sequedad.
-Probablemente, aunque supongo que eso nunca lo sabremos- respondió Sam encogiéndose de hombros-. Pero claro, si estoy equivocado, supongo que tú podrás transmitirle el mensaje al señor Bruce Wayne. Y ahora, Batman, en deferencia por haberte revelado las intenciones del presidente, y si te prometo no volver a tu hermosa ciudad, ¿me dejarás marchar?Añadir Anotación
     Batman entrecerró los ojos en la penumbra, en un gesto amenazador.
-Entendido- respondió Sam-. Por cierto, ¿tu señuelo sigue estando en la habitación?
     En ese momento se desató el infierno. El cristal de la ventana de la habitación de Lee estalló en medio de una oleada de llamas. Batman se sobresaltó y miró hacia la habitación del hotel, un segundo antes de comprender su error.Añadir Anotación
-Batgirl- murmuró.
-Aquí- respondió un susurro en su capucha.
     Batman volvió a mirar al lugar en el que había estado Samuel Price. Pero su presa había vuelto a escapar.
     En su lugar había una bolsa de deporte. Y en su interior, las joyas restantes de la colección Kenya.
     Atando cabos, Batman comprendió la finalidad del último robo que quedaba por esclarecer. El combustible y las piezas de los coches de Dos Caras habían sido los componentes del explosivo de la habitación del hotel.Añadir Anotación
     Su presa había escapado. Y sin embargo, Batman sonreía. Primero, porque había recibido la promesa de Samuel Price de no volver por Gotham.
     Y segundo, porque sabía exactamente cuál sería su próximo movimiento.Añadir Anotación


(Vale, muy bien, vale, los derechos de autor de Batman, Luthor y Batgirl se los puede quedar DC. Pero Samuel Price y toda su historia son MÍOS!!!)

The Creeperillas, 30 de Noviembre de 2005
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