Relatos Dreamers

Mi nombre es Yumma y hoy hace 10 años que comencé mi viaje, sin duda la experiencia más difícil de mi vida. Tenía 13 años cuando me fui de mi casa, mi poblado se sitúa cerca de Niamey, en el país de Níger. Allí los días eran duros, eran eternos. Las lluvias escaseaban y con ellas la comida. Mi madre buscaba sin cesar algo con lo que alimentarnos a mí y a mis hermanos pero a menudo no había más solución que irnos a dormir con el estómago vacío hasta un nuevo día. Por eso decidimos que me marcharía. Mi familia llevaba ya dos años ahorrando el dinero para mi viaje, 1200 €, la mayor parte la tuvimos que pedir prestada. No había futuro en Niamey, mi meta era Europa. La ruta por Argelia se extendió durante meses, una distancia inmensa para mis pies descalzos. Finalmente pasó un año hasta que llegamos a Marruecos. Lo pasé realmente mal, los hombres que nos conducían durante el camino se aprovecharon de nuestro desamparo siempre que pudieron. Pero lo peor no había llegado aún. En cuanto cruzamos la frontera que separa Argelia de Marruecos estuvimos en Oujda. En mi vida he visto un lugar más triste que aquel. Allí pasamos dos años a la espera de poder cruzar el estrecho hacia España. Dos años interminables. En Oujda había campamentos gobernados por hombres africanos que se hacían llamar Chairmans, a nosotros luego supe que se nos conocía como los tranquilos. Resulta paradójico pues la tranquilidad era lo que menos se respiraba de aquel sitio. Los Chairmans ahora estaban al mando, nuestros guías quedaron atrás, y ahora eran ellos los que reclamaban más dinero para permitirnos continuar nuestro viaje. Contacte con mi familia y ellos me lo enviaron. Aquello no podía ser más desesperante, no podíamos continuar, no podíamos regresar, estábamos atrapados en aquel sitio. Finalmente pudimos seguir, continuamos nuestra ruta hacia Ceuta. Entrar en Ceuta fue casi imposible. Pero lo logramos. Ya solo nos quedaba un paso, embarcar en una patera y dejar al mar la suerte de nuestra llegada a España. Y así lo hicimos.