Puntuación del crítico: 5 | Desarrollado por Appaloosa Interactive, manejamos con total soltura un temible Tiburón blanco de gran tamaño que siembra el terror en las aguas de Amity Island. Inspirado en el film, la acción y el tenue hilo argumental del juego poco o nada tiene que ver con lo desarrollado en la gran pantalla. Básicamente, deberemos movernos cumpliendo algunas misiones que serán una total ruina para una empresa con intereses en la isla, y que hará que nos convirtamos en su objetivo, desplazando hasta minisubmarinos armados para darnos caza. La jugabilidad es su mayor problema; no nos engañemos, a pesar del original planteamiento, Tiburón es el típico juego que aburre con el tiempo, puesto que a pesar de algunas originales misiones (como hundir plataformas petrolíferas a golpe de torpedo !¿?!) todo acaba resumiéndose en nadar, devorar y vuelta a empezar. Aunque eso si, la recreación de los ataques son bastante sangrientos, pudiendo arrancar miembros de los desdichados nadadores que caen en nuestras fauces y son arrastrados a las profundidades del mar, mientras teñimos las aguas sacudiendo a nuestra presa. También podemos hundir embarcaciones, no solo a dentelladas, sino valiéndonos de golpes con nuestro morro, cola o directamente, dejándonos caer tras un gran salto. Pero no todo es un camino de rosas para nuestro animal, que deberá estar comiendo constantemente para recargar energía y salud, en alta mar nos enfrentaremos a tiburones de menor tamaño que se excitaran con la sangre o delfines que atacaran cuando acabemos con uno del grupo; y como no, una legión de cazadores de tiburón y guardacostas armados con redes, fusiles y explosivos; aunque nada supondrá un serio problema para nuestro incansable tiburón.
Gráficamente, cumple, siendo los personajes humanos poco definidos y las instalaciones parcas en detalles, pero que consigue el objetivo de meternos en el juego. En el fondo del mar, donde el tiburón se moverá con total fluidez y soltura, la flora y fauna, esta más conseguida. La música, con retazos de Jhon Williams, se hace monótona tras horas de juego. Asi que, concluyendo, un buen juego para pasar el rato, sacando a relucir nuestros instintos animales y carniceros, buscando pobres bañistas que descuartizar, pero que puede llegar a cansar con mucha facilidad.
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