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X-Force (v.2) Nº 1 (2004)
de Rob Liefeld
Anotado.
(The Legend Returns)

:: Página 16 ::
By: Victor Manuel Barriga (Rodor)

La página 16 de este auténtico manual de estilo que el gran ROB! nos propone comienza con un gran contraste. De esos que, a modo de ruptura, provocan que el intelecto se sacuda de estupor e incredulidad. Como si de un moderno Eisenstein se tratara, ROB! funde dos ideas para crear una tercera, que fabricará el propio lector.

Liefeld nos advierte: ¡Hay que mirar más allá de esas rayitas y pulgas y saborear lo que intenta hacernos comprender desde que se decidiera a agarrar/enganchar los lápices!

A saber: En la página 15 dejábamos a Cable, Dominó, el Vejete sabio de ojos en blanco y a Estrella pocha tras la batalla contra los hermanos matamoro. Exhaustos tras estirar y retorcer sus miembros y dientes más allá de lo humanamente concebible – modificando de paso sus anatomías allá donde es necesario –. La primera viñeta de nuestra página es un remanso de paz.

1 – Batalla ; 2 – Budismo y paz interior = 3 – Regocijo ante la genialidad.

Nos encontramos en un monasterio Budista. Aquí es cuando entramos nosotros, los que sabemos ir más allá de una tercera o cuarta lectura, para cerrar la boca a esos herejes y sus anodinas quejas.

¿Cómo es posible que las cristaleras del techo muestren el sol en su ocaso/amanecer y el interior parezca reflejar luz de medio día?... ¡Blasfemia!. ROB! despliega su inacabable surtido de metáforas y nos hace comprender que, lejos de dejarse llevar por los convencionalismos, el tiempo y el espacio son distópicos. Esto es, en el exterior el sol se pone o se alza – no lo sabemos con seguridad, los designios del autor son aquí inexp…inescrutables – pero el interior es un entorno controlado por las psiques de nuestros héroes, que sienten fuerzas renovadas y se preparan para afrontar la batalla al anochecer. El medio día de los héroes, su cenit y momento de reflexión y entrenamiento para el resto de la dura jornada que espera al grupo de leyendas.

O eso o la habitación es mutante – un recurso que nuestro genio no duda en incluir en no pocas ocasiones -. Esto explicaría la perspectiva de la puerta a la izquierda del Buda. ¿Una persiana de metal en un templo?. ¡Inaudito!, dirán los iletrados. ¡Fantabuloso! Responderemos los discípulos de ROB!, el revienta – perdón, otra vez esta maldita dislexia – el REINVENTAdor de mitos.

• ¿Es que Liefeld no se molesta, tan siquiera, en ‘pintar’ esos caracteres nipones correctamente?...¿¡Qué demonios son esos símbolos en la pared!?...Ganas de enviaros a Chuck Austen me dan…Como hemos comentado antes, ROB! no necesita verse obstaculizado por tradiciones milenarias o zarandajas rituales…¿Buda?...¿A quién le interesa la figura de un tipo del siglo VI a.C?...Nuestro autor aplica aquí la máxima:

  Oriental?...¡Mola!...¿Budismo?...¡Mola!...Y ya sabemos lo ajetreada que puede llegar a ser la vida de una persona como ROB!, así que en lugar de perder valiosos minutos de su vida investigando en Google, Liefeld carga contra la tradición y además sugiere…¿A quién le interesa una cultura que escribe esos símbolos tan raros?. El resultado es un conjunto de ‘pancartas’ con ‘cosas molonas que se parecen tener caracteres orientales en ellas’. Y punto.

• El resto de la viñeta es demasiado genial para reparar en todos sus elementos, no obstante subrayemos algunos: Muchos dirán que la habitación carece de profundidad, creando un efecto 2D que impide saber si Cable ha vuelto a modificar a voluntad su altura para rivalizar con el Buda o es problema de la perspectiva; al igual que ocurre con Dominó (en la anterior página no le llegaba a Cable a la cintura y ahora parece estar frente a sus tetas) y el vejete (que en su meditación ha ensanchado sus pantalones y desequilibrado su peso, asemejándose así a un huevo Kinder a punto de perder el equilibrio)…¿Acaso no sabéis, infelices, que la ilusión del arte de ROB! trasciende esas incongruentes ideas?...¿Qué mas da que no sepamos si la habitación continúa a la derecha, en fuera de campo, o si existe una pared, cuando tenemos a Estrella Pocha, literalmente, levitando gracias a sus muslos, convertidos para la ocasión en flotadores?...y es que hay que prestar más atención a lo verdaderamente importante. Para terminar está el Bonsái, que parece muerto y seco…sin duda un símbolo de que la batalla que se avecina se cobrará sangre inocente.
  
• Las cuatro viñetas que completan la página, siguiendo la máxima de todo autor con poco tiempo libre como ROB!, se disponen verticalmente. Algunos argumentarán que para evitar tener que dibujar fondos o cuerpos; los entendidos sabemos que no necesitamos ver más, con ver el número de dientes y cuánto brillan los ojos de los personajes tenemos más que suficiente.

• Y de eso hablamos, de ojos, mucho ‘ojo-brillante’ a esa “terrible simetría” – de esa que gente como Pedro Angosto nos deleita en sus análisis (*ver Dolmen nº103, artículo sobre JLA/Vengadores) – entre Cable y Estrella a pedazos. En la viñeta de la izquierda tenemos a Cable. Se siente triste por haberle fallado a Estrella destrozada – nótese el homenaje a Lorenzo Díaz -, por eso retrae su nariz y barbilla hasta casi aplastarlas contra su cara. Es el deshonor y la vergüenza lo que dispara su poder mutante de modificación muscular. Sin embargo, aún hay esperanza, Estrella escalabrada baja los brazos y hunde su cabeza para perdonar a Cable. En la siguiente viñeta la redención es a la inversa, es el propio Estrella a cachos el que le pide disculpas, lo que conlleva, por supuesto, otra transformación. En este caso su traje se contrae hasta ocupar la posición bajo su barbilla que antes correspondía al cuello, quedando este también oculto. De ahí el brillo de su ojo. ROB! sólo necesita dos viñetas – otra vez ahorrando ese precioso espacio de página - para mostrar cómo los mutantes modifican sus cuerpos según el estado mental que estén atravesando.

• Cable retoma su posición como inflexible capitán del grupo, “¡Olvidemos las rencillas!”. Su ojo vuelve a brillar y contemplamos la aparición de su pómulo izquierdo, enterrando el derecho entre la masa de articulaciones que forman su rostro. Mientras el diálogo nos muestra determinación, el rictus de Cable refleja contracción, quizá intentando recordar si ha ido al baño antes de la reunión.
  
• Llegamos a última viñeta y la simetría entre los perfiles de Estrella cascada y Cable es ya un hecho. Moore y Gibbons necesitaron 12 números de Watchmen para proponer su estudio sobre los reflejos y la composición de página. El gran ROB!, alabado sea, sólo necesita cuatro para retorcer y triturar la narrativa clásica. Estrella a cachitos contrae, al igual que lo hiciera Cable, su barbilla y nariz. Está preparado para actuar más allá de acusaciones y malentendidos. Una sombra - ¿de su espada?, ¿de su miembro? – le cubre el rostro avergonzado. Como dato final, obsérvense los caracteres al fondo, bajando hasta la altura de Cable y cambiando su organización…¿Subtexto dentro del texto?...Solo ROB! lo sabe.
  
  

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