Apagón Por Nacho

N.Llevaba toda la noche caminando sin rumbo, como perdido, en realidad intentandoperderse en una ciudad que conocía muy bien. Después de unmes de que se acabara lo de M., todavía la recordaba como si fueraayer. La noche había transcurrido lenta, unas pastillitas por aquí,unos licores por allá, pero nada de eso le afectaba, necesitabamucha caña para emborracharse y no lo había conseguido. Surecuerdo le perseguía, sus caricias, su aroma, sus implantes,…

Ya iba a la altura del Jardín de Jade, el centro quedaba ya lejos,cuando, de repente, todo se oscureció. Había un apagónmonumental, que afectaba toda la zona, ni siquiera el centro parecíailuminado. Solo los cañones de luces del Paraíso se veíana lo lejos. Las sirenas de la Poli ya empezaban a sonar, y ruidos de cristalesrotos se hacían más cercanos. A N. no le importabanlos salvajes disturbios, sabía muy bien donde vivía y estabapreparado. Ciudad B le gustaba, no era el mejor lugar para vivir,pero, que demonios, era el suyo.

Con la depre que se le venia encima y el apagón, N. seacercó poco a poco a la playa, que no estaba lejos. A la alturade las Torres hay unos espigones y unos bloques de piedra a los que legustaba ir de vez en cuando a dormir la papa. En el camino, unos pandillerosde una banda nueva que N. no conocía limpiaban un supermercado.Los vecinos de la zona hacían cola esperando a que estos terminaranpara completar el saqueo del lugar, mientras el dueño yacíaen medio de la calzada, con la cabeza abierta y un bate de béisbolen la mano. ¿A donde iría con un bate de béisbol enCiudad B?

Un grupo de personas con disfraces bajaba por la calle saltando, danzandoy haciendo piruetas, seguida por un montón de gente, probablementeuna compañía de teatro a la que el apagón sorprendióen medio de la representación. Alguno de ellos iba con magulladurasserias, pero sonriendo. Se ve que el público exigió que larepresentación continuara, echándole la culpa al grupo porel apagón. Típico.

Una de las actrices se paró a hablar con N., parecíasimpática, y era guapísima, vestida de Reina de las Hadas,le contó a N. que, en vista de las ganas del público, ibana actuar en la playa, a la luz de unas hogueras improvisadas, y que sepodía acercar, que era gratis.

Su sonrisa iluminaba la calle, y sus ojos expresivos le traíanrecuerdos de días más felices.

El grupo correteaba calle abajo y N. todavía se lo estabapensando, más que nada porque se había quedado embotado conla figura de Titania, Reina de las Hadas. La gente de losalrededores, sin más que saquear que sus propias casa, se iba uniendoa los seguidores del grupo de teatro. N. los siguió a distancia,sin unirse a la multitud. De todas maneras, él iba hacia allí.

La luna llena iluminaba toda la playa haciendo innecesarias las hogueras,que añadidas le daban al lugar un tono aún más especial,mágico. El ambiente se completó cuando empezaron a salirlos actores a la luz de las hogueras. La arena, donde todavía quedaba,estaba llena de condones rotos, de jeringuillas y pistolas inyectantes,e incluso de algún miembro humano enterrado bajo la arena. La contaminacióninundaba las aguas fétidas de la costa, pero a nadie le molestabael olor, eran de allí. La capa de aceite del agua reflejaba la lunade una manera perversa, distorsionada, como advirtiéndole dondese reflejaba. Al fondo, Ciudad B se iluminaba con la luna y los fuegosde edificios ardiendo, los bloques Guttenheim, los Jardines de Sombra,el Centro comercial Suprema, todo ardiendo. Ciudad B estaba tal como aN. le gustaba.

La representación fue buena, "El grupo de teatro Antigua presenta:El Sueño de una Noche de Verano, de W. S. Adaptado por NG".Los actores dieron todo de sí, por la cuenta que les traía,pero además se les veía motivados, con ganas. El actor quehacía de Puck era especialmente bueno, regocijándoseen las sonrisas perversas y los gestos maliciosos, y con unas piruetaspropias de un duende verdadero.

"Cuentos y sueños son medias verdades que permaneceráncuando los hechos sean polvo y cenizas y olvidados"

Pero, sobre todo, Titania, Reina de las Hadas, estabasublime, en sus papeles de humana y divina, desprendía un candory una crueldad a la vez que hacían que te enamoraras, la desearasy la odiaras a la vez.

Una preciosa hada de reparto miraba sonriendo tímidamente a N.,sus miradas se cruzaron. Sus ojos hablaban por si solos con una cálidaexpresión. N. se mantenía de pie, apartado, como si no leimportara mucho lo que ocurría en la obra, contemplando al tiempoel panorama gris de Ciudad B al fondo.

"Dadme la mano si somos amigos... y Puck os hará ricos"

Clap, Clap, Clap, Clap,…

Al público le entusiasmó. Durante la obra habíanestado ensimismados, contemplando la magia de la escena, sin pensar quehace solo un rato habían estado apaleando a un tendero o saqueandouna tienda de informática.

Titania se mostró encantadora y exquisita al terminarla función. Sus labios le llamaban provocadores, y N. aceptóla llamada.

---

Bajo la luz de la luna y sobre un manto de hormigón, la razade las hadas y la de los humanos se unían una vez más enun frenesí de pasión. Su cuerpo desnudo era bellísimo,pálido, frágil y a la vez fuerte, y sus cuerpos se unieronen un abrazo eterno, como la noche, ardiendo la ciudad.

Al despertar Titania ya no estaba a su lado. A N.le apetecia dormir desnudo sobre las rocas en una mañana fría,costumbre que probablemente no es muy común entre las hadas. Ningúnresto quedaba de la noche anterior, salvo el recuerdo de un mágicocuento y del calor de un cuerpo desnudo sobre el de N. Recogió suropa, su gabardina con la munición y sus botas de debajo de la piedradonde las había dejado y se fue tranquilo hacia Ciudad B (dagusto dormir sabiendo que el implante auditivo con sensor de proximidadte avisará si se acerca alguien). La luz había vuelto haciatiempo a la ciudad. Ciudad B seguía como siempre, algún cristalpor las calles y algún enchaquetao de alguna compañíade seguros de aquí para allá. Todo igual.

Al llegar a casa, N. se puso su ropa de trabajo y le echóun vistazo a su terminal. Ningún mensaje. Se recostó sobrela silla y volvió a recordar a M., esta vez con más intensidadque la noche pasada. Cerró sus ojos y apretó los puños.

"¿Qué sería de aquella hada que me sonrió?"

¡¡Gana Una PlayStation con MrDreamy !!