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Estas artes se basan en el control y comprensión de las dos facetas del alma: el Hun y el P´o.
Cultivación:
Ésta es una disciplina temida pues se basa en el dejar al P´o desarrollarse y actuar ganando las ventajas asociadas a su naturaleza cruel y sádica y corriendo el riesgo de ser dominado por el mismo. Este arte permite: conocer los lados oscuros en los demás (trastornos, virtudes bajas...), separar sus dos facetas de alma permitiendo que sólo una actúe de forma que las rasgos asociados a la misma se ven intensificados, separar las almas en otros haciendo que quizás dejen de poder usar determinados poderes en los que son demasiado buenos, esclavizar al P´o de forma que no pueda hacerse con el control y que esté en guardia buscando otros demonios (lo que nos permite localizar a otros Kuei-jin y cainitas...) y Fusionar las 2 facetas del alma convirtiendo al vampiro en inmune al fuego, al frenesí y demás problemas derivados de la separación de las almas.
Chi´iu Muh (Lágrimas de Dragón):
De acuerdo con las leyendas, los dragones de los tiempos antiguos portaban en la frente una perlas que eran receptáculos y conductos del poder celestial. Los antiguos Kuei-jin desarrollaron esta disciplina en honor a dichos dragones. Los vampiros que estudian esta disciplina, desarrollan en su frente al principio una especie de gema, mas tarde un tercer ojo (si, Obeah en su versión original). El Kuei-jin tiene la capacidad de ocultar este miembro dentro de su cráneo pasando una tirada. Los poderes que consigue el vampiro son idénticos a los de Obeah salvo al principio que lo que gana es el don de predecir el futuro mediante sueños.
Internalizar:
El autocontrol y el esfuerzo llevan al poder y la iluminación. El vampiro logra poderes que van desde cerrar su mente a los demás, realizar ataques a distancia o recuperar fuerza de voluntad hasta realizar actos heroicos o dejar navegar su mente en las corrientes del Gran ciclo fundiéndose con éste.
Obligación:
La Dominación de los Kuei-jin, les permite leer las mentes de los demás, influenciarles, transmitirles estados de ánimo, exigir obediencia y respeto y establecer lazos permanentes.