Traducción comentada del diario de un Vampiro


       Por Marco Flavio Quintillo, matusalén del clan Lasombra

      Antes de empezar la obra, es de recibo que realice una pequeña presentación de mi persona, así como de la lectura que tienen entre las manos.

       Tal y como se indica en el título, me llaman Marco Flavio Quintillo, éste no es mi verdadero nombre, ha habido otros antes, y otros después, pero de todos los nombres que he usado, éste es el que tiene más significado para mí, y por lo tanto, me van a permitir, si son tan amables, que me tome la licencia de utilizarlo.

       En cuanto al título de matusalén, lo utilizo según la acepción clásica del mismo, pues cuento bastantes más de mil años y sólo cinco generaciones me separan del Primer Progenitor. No es de recibo dar más datos sobre mi persona, pues no soy yo el objeto de este estudio. Sólo quisiera puntualizar para aquellos que se sientan tentados de localizarme en la Camarilla o el Sabbat que no pertenezco a ninguna de las dos sociedades. Ya había vivido más de mil años cuando se fundaron, y ya en ese momento no me sentí atraído por ninguno de los dos. Lo que sí es sin duda de interés para esta introducción, pues es en gran parte el motivo de la obra, es que soy un coleccionista de textos arcanos. Desde mis años primeros como uno de los nuestros, me he sentido atraído por las antiguas escrituras, y siempre que puedo dedico mi tiempo a recopilar obras antiguas de carácter ocultista, más como entretenimiento que como objeto serio de estudio.

       Así fue como, en la primavera de mil novecientos ochenta y dos, llegó a mis manos un gastado cuaderno de viaje encuadernado en piel, y presuntamente datado en el siglo XVI. El documento, que adquirí de un anticuario de Amberes, se encontraba en un estado deplorable, y constaba de 78 páginas, escritas a mano por la misma persona, aparentemente en diferentes momentos. Para aquellos un poco lentos de entendederas, el documento estaba escrito con la misma letra, pero diferentes tintas y denotando que había sido escrito en diferentes lugares. Como estaba escrito en latín vulgar, y siendo esta mi lengua natal, no tuve problemas en entrever de qué se trataba, así que de inmediato dispuse que lo restauraran, con el fin de poder leerlo íntegramente. Desgraciadamente, algunos pasajes han sido imposibles de recuperar, pero sí he conseguido rescatar una parte del texto suficientemente amplia como para dar una visión global del contenido.

       Debo excusarme de antemano, ya que en algunos momentos se emplea un lenguaje abiertamente soez. No obstante, he procurado dar una traducción lo más fidedigna posible, preservando así la idea original del documento, en detrimento de posibles consideraciones estilísticas. En cuanto al autor y protagonista del diario, me es imposible asegurar a ciencia cierta de quién se trata, ya que en ningún momento del diario se cita su nombre completo. No obstante, he realizado algunas averiguaciones por mi cuenta, en parte para averiguar su identidad, y en parte para comprobar la veracidad de los hechos.

       Dichas inquisiciones me han llevado a construir una hipótesis bastante razonable sobre el autor. No obstante, y dado que los hechos que aquí se narran incluyen varias violaciones flagrantes de las Tradiciones, no revelaré su identidad. Sólo quiero comentar que se trata de un miembro, hoy en día bastante relevante, del clan Brujah.

       Espero que el relato sea del agrado del lector. Aunque muchas de las cosas que aquí se cuentan puede que no tengan mucho significado para nosotros, que no conocemos las circunstancias concretas que los rodearon. No obstante, si que puede sacarse una interesante lección sobre el modo de actuar de este vampiro en concreto, que podrá ser fácilmente extrapolada a otros casos. Espero que sirva de ejemplo para aquellos más jóvenes entre nosotros, para que puedan comprender el alma que los impulsa a vivir cada noche, así como para que alcancen a entender una de las épocas más turbulentas de la historia de la Estirpe. Aquellos que la vivimos, estamos aún preguntándonos cómo pudieron suceder.

       La primera anotación del diario está fechada en Granada, alrededor del año 1492. Para aquellos que estén poco versados en la historia de la Estirpe en mi amada península Ibérica, he de aclarar que se trató de una época turbulenta en extremo. Durante ochocientos años, los reinos árabes de Al-Andalus habían resplandecido en la edad oscura como una perla en el fondo del negro océano nocturno. Sin embargo, la presión política de los reinos cristianos de España unificados bajo una misma corona, que más tarde se convertiría en el más vasto imperio que el mundo ha conocido, puso fin a esa época dorada.

       En el lado de la estirpe, había división entre los assamitas y toreadores que pretendían salvar su augusta ciudad, y los lasombra y ventrue del lado cristiano que sólo veían granada como un obstáculo en sus pretensiones expansionistas. Yo puedo decir que viví de primera mano el suceso, y entre las filas cainitas del lado cristiano se hablaba de un poderoso brujah que residía en la ciudad, y que venció a no pocos de los nuestros en los combates previos a la toma de la misma. No me cabe duda de que se trata del autor del diario. Al final, se llegó al compromiso de que no se destruirían las obras de arte de la urbe, y esto pasó a los toreadores al bando cristiano. Al encontrarse sin apoyos, los assamitas no tuvieron más remedio que conformarse con rendir la plaza para evitar que fuera reducida a cenizas.

      



Granada, 12 de Marzo de 1492

       Hoy comienzo a escribir este diario, no sé bien si para recordar las cosas que suceden en mi vida, o para tener alguien al que contarle mis penas y tribulaciones. Durante casi novecientos años he vagado por las noches del mundo como un alma en pena, a la búsqueda de mi propia salvación, y de la de mis congéneres. Yo soy un vampiro, sí, y uno muy antiguo y corrupto, hace muchas generaciones mortales que no puedo recordar lo que es sentir el calor del sol de la mañana sobre mi cuerpo; y sin embargo no consigo hallar la paz, ni en el poder personal ni en el dominio de los demás.

       Hace una semana conocí a una mujer. Se llama Shaiva. Vino a seducirme, a convencerme de que cambiara de bando, quiso utilizar sobre mí sus innegables atractivos. ¡Que encantadora demostración de inexperiencia y candidez!. No ha sido difícil para mí poseerla. Sencillamente, acudí a ella y la hice mía, no pudo resistirse a mis poderes. A veces pienso que quizás sería más interesante si no utilizara mi don oscuro sobre ellas, pero no tengo paciencia para tanto. No obstante, creo que esta vez es diferente, tal vez esta mujer sea el amor de mi vida, nunca se sabe.

      

2 de Noviembre de 1493.

       Bien, supongo que este diario no lo es tanto, pero he estado muy ocupado para perder el tiempo escribiendo pensamientos en un papel. Esta noche he tirado a un chaval por la borda de mi barco. Un idiota pretencioso, sí, pero un chaval de mi clan al fin y al cabo. A veces me pregunto si esa estúpida fanfarronería no será el centro de la maldición de nuestro clan, no lo sé, pero yo mismo, con todos mis años y experiencia, me sorprendo a veces dejándome llevar por esos ataques de violencia infantil.

       Mi relación con Shaiva no va viento en popa, como el barco. Llevamos mucho tiempo encerrados en este navío y yo no tengo otro entretenimiento que disfrutar de sus, por otro lado importantes, habilidades en la cama. Bueno, en la cama, en la sentina, en la cubierta, en el puesto del vigía, etcétera. Aún así, me estoy cansando ya de su servil adoración. Creo que una mujer tan débil no puede ser la mujer de mi vida. No quiero dejarla, no obstante, pues entonces la abandonaría en las fauces de Carlo y Kraus. No están muy satisfechos con ella, me temo, y no creo que llegara viva al final de nuestro viaje.

       Por otro lado me he dado cuenta de que si ya no voy a seguir con ella, no veo la razón para ir a Florencia, tal y como ella sugirió. No obstante, tampoco tengo otro sitio mejor al que ir. Otra vez me encuentro vagando sin rumbo por el mundo sólo guiado por el impulso de un coño pasajero.

      

26 de junio de 1498

       Aquí estoy otra vez, diario, para contarte mis historias. Esta noche hemos tomado tierra en un pequeño pueblecito de la costa italiana, cada vez estamos más cerca de nuestro objetivo final.

       Durante los años que siguieron a la última anotación, paramos en la costa de Francia, para internarnos en los fértiles territorios del Languedoc. Allí encontramos las tierras y propiedades del chaval que yo había tirado por la borda un año antes, parece que era bastante rico. Por si no fuera bastante con arrojarlo al mar, Carlo me convenció para que vendiéramos sus pertenencias. Nos llevó casi dos años y considerables dotes de persuasión encontrar compradores para todo aquello, sin embargo, por alguna razón, ni Carlo ni yo tenemos muchos problemas en conseguir que los demás nos den lo que queremos. No es que me arrepienta de haberlo hecho, sólo escribo esto para recordar luego de dónde ha salido todo el dinero que ahora llevo en la bodega.

       Por otro lado, otra sorpresa nos aguardaba en Francia. Dee Voix, al que hacíamos muerto hace tiempo, se cruzó en nuestro camino cuando volvíamos hacia la costa. Viene con nosotros, pues no tenía a dónde ir. Estoy seguro de que nos traerá problemas, pero qué se le va a hacer. Como dice él, c'est la vie.

       Esta noche he roto definitivamente con Shaiva, bueno, en realidad, ha sido ella la que ha roto conmigo. No es que me importe, claro, pero empiezo a pensar que quizás me halla utilizado para traerla hasta aquí. Analizaré este hecho, y si llego a la conclusión de que ha sido así, la destruiré. No puedo permitir que una débil ancilla se burle de mí, no sería digno.

      

27 de Junio de 1498

       He estado pensando sobre lo que escribí anoche y creo que es una barbaridad. No destruiré una vida humana por mero despecho. Si lo hiciera, perdería el poco resto de humanidad que me queda.

      

Florencia, 8 de Agosto de 1498

       ¡Maldita puta ramera hija de un cerdo y una rana, zorra hija de puta follada por mil moros, juro que la mataré, y que sus tripas adornarán mi palacio durante meses!. Le sacaré los ojos y se los haré comer, le meteré mi mandoble por el potorro hasta que le salga por la boca. ¡Cómo se atreve a hacerme esto a mí!. ¡Cómo osa utilizar conmigo mis propios poderes, y dejarme en ridículo delante de mis amigos!. Le haré llorar lágrimas de sangre por lo que ha hecho, y las generaciones venideras hablarán con temor de los tormentos que voy ha hacerla padecer. Ahora conocerá el verdadero significado de la palabra Vampiro. Cuando la encuentre, deseará que su alma condenada esté ardiendo en el infierno antes de que termine con ella.

       Pero ahora no tengo tiempo de entretenerme con diversiones, estoy demasiado ocupado ascendiendo al trono de la ciudad. Creo que va siendo hora de que se respeten mis muchos años, así que voy a nombrarme príncipe de Florencia, y pasaré a cuchillo a todo el que ose oponerse.

       Hoy he matado a un tipo con una bandeja, confieso que ha sido un agradable cambio no utilizar la espada, para variar.

       Este pasaje ha sido uno de los que me han ayudado más a constatar la veracidad de los hechos. Con la revuelta anarquista en las filas de mi clan, y la caída de Señor de la Sombras, muchos de los feudos que tradicionalmente habían pertenecido a los Lasombra se les escaparon de las manos. Este fue el caso de Florencia. Entre los años 1498 y 1510, la ciudad permaneció en manos de un antiguo brujah que tomó el poder por la fuerza. Posteriormente, los ventrue realizaron un intento de apoderarse de la urbe, que terminó con la muerte definitiva de uno de sus antiguos más relevantes. Dicho suceso también se relata en el diario.

       Tras este descalabro, los patricios juraron venganza contra el príncipe de Florencia, el cual abandonó la ciudad para no enfrentarse a una invasión a gran escala, pasando la plaza a poder de estos, que aún la mantendrían durante otros veinte años.


      

10 de Agosto de 1498

       Hoy he matado a tres vástagos antes de que el primero cayera al suelo. Escribo esto por que considero que es una marca interesante.

      

15 de Agosto de 1498

       Parece que se me sigue dando bien el tema de la espada, aunque me duela decirlo, matar al prójimo sigue siendo lo que mejor sé hacer. Comienzo a pensar que a pesar de todos mis esfuerzos, tal vez sea esa mi función en la vida.

      

1 de Enero de 1500

       Esta noche he celebrado mi noveno centenario como vampiro. Muchas son las cosas que he visto durante mi no-vida, y muchos los crímenes que he cometido, pero ahora, cuando hago un balance de mi existencia hasta el momento, no me arrepiento de muchas de ellas. He vivido como un soldado, combatiendo allí donde he sido necesario, tengo amigos, y también enemigos, pero no más que cualquier otro ser que halla llegado hasta donde yo he llegado.

       Durante la fiesta de mi aniversario, he tenido una agradable sorpresa. Una cara amiga, que no veía desde hace tiempo, ha venido a presentarse. Natalya y los suyos han abandonado Constantinopla acosados por los sarracenos, y acuden a mí para que les dé refugio. Mi casa es suya, y su consejo me servirá de guía en mi reinado.

      

2 de Noviembre de 1501

       Mi relación con Natalya se estrecha día a día. Sus ideas, su pasión por lo que hace y su sentido común son para mí como un soplo de aire fresco. Creo que en Constantinopla elegí a la compañera equivocada. Tal vez tenga la oportunidad de remediarlo.

      

25 de Noviembre de 1501

       Lo he vuelto a hacer, creo que no puedo evitarlo. He vuelto a utilizar mis poderes para procurarme el amor de una mujer. Sin embargo, no me arrepiento, estoy seguro de que Natalya es la mujer de mi vida.

       Estos días han sido muy intensos para mí, y he estado muy ocupado. Hice venir a mi segundo chiquillo, ahora se hace llamar Gabriel. Le he encargado que invierta el oro que poseo para tener una fuente de ingresos estable. Un vampiro de mi categoría no puede vivir en la miseria.

      

18 de Marzo de 1502

       Gabriel ha demostrado ser un administrador notable. Mi fortuna crece noche tras noche, y mi influencia en la ciudad es ahora imparable. Mal que me pese, he de reconocer que es más inteligente que yo.

       Por otro lado, he tomado una decisión con respecto a esa zorra sarracena. Creo que matarla por la fuerza sería muy fácil, si la aplastara como al gusano que es, no demostraría nada. He decidido que haré que su vida sea un infierno, tejeré sobre ella mi telaraña invisible y la iré aislando de los demás hasta que no tenga a dónde ir. Entonces, sólo entonces, consumaré mi venganza. Ya he puesto a trabajar a Gabriel al respecto, claro.

      

25 de Abril de 1503

       Hoy he abrazado a otro chiquillo. Se llama Isabella, y es la criatura más hermosa y excitante que he conocido. No sé qué hay en ella, pero el sólo mirarla hace que mi vieja sangre hierva en mi interior, incitándome a los actos más impuros. No me extraña que sea una ramera, pues el mismo diablo la ha tocado con su poder para esa tarea. La convertiré en una diosa, la enseñaré el verdadero poder del sexo, la erigiré como la reina de todas las putas.

      

16 de Junio de 1503

       Mi relación con Natalya no va bien. Creo que está celosa de mi amor por Isabella. No comprendo con qué derecho se cree para monopolizar mis atenciones, yo no le he dado tal poder, y no permitiré que lo use sobre mí.

      

17 de Junio de 1503

       Hoy he dejado a Isabella por el amor de Natalya. A veces me pregunto si mi vida no sería más fácil si no fuera como soy. Sin embargo, me ha sorprendido la reacción de mi chiquilla. No ha llorado, ni protestado, sencillamente me ha dicho que lo lamentaba, pero que lo superaría. Estoy seguro de ello. Es fuerte, como yo. No obstante, tal vez deba vigilarla para que no haga tonterías. Pienso que quizás haga venir a Bryzas. Un nuevo amante puede que la satisfaga.

      

17 de mayo de 1505

       Hoy han enviado a un Ventrue para que me retara a duelo. Obviamente con la esperanza de que me matara. No sé qué les hizo pensar que un tipo tan lento me vencería. No obstante, no lo he destruido. Ha sido un combate justo, y él no tenía la culpa de ser más débil que yo. Pienso que, de haber sido al revés, él habría hecho lo mismo. Ese obsoleto sentido de la caballerosidad es el único rasgo de los Ventrue que puedo alabar.

      

23 de Agosto de 1508

       Definitivamente, no creo que Natalya sea la mujer de mi vida. Pasa el tiempo obsesionada por sus obras y sus debates. Ha creado un foro de discusión en el que me he visto evidentemente obligado a participar. La mayoría de las noches en las que no puedo excusar mi presencia tengo que hacer verdaderos esfuerzos para no dormirme. Creo que debería comentárselo a Kraus, con esa nueva manía que le ha entrado de que es un erudito, sé que le encantaría participar, aunque no entendiera una palabra de lo que dicen. Sin embargo, entonces me vería obligado a ir más a menudo, así que mejor me callo.

      

17 de Septiembre de 1508

       Creo que estoy enamorado. Anoche vinieron unos invitados al foro de debate. Nunca me ha parecido más interesante.

       Se trataba de un grupo de jóvenes vampiros anarquistas que se habían unido al Sabbat para luchar contra la esclavitud del vínculo de sangre, y que pretendían convencernos de que hiciéramos lo mismo.

       Entre ellos había una hermosa mujer, llamada Dominique. Hablaba con convicción, y su fuego interior iluminaba la sala como una antorcha. Pude sentir su pasión, y el palpitar de su pecho ansioso con sólo mirarla.

       No sé cómo voy a hacerlo, pero esa mujer ha de ser mía.

       Bueno, en realidad, si que sé cómo voy a hacerlo.

      

23 de Septiembre de 1508

       Creo que la he cagado con Natalya. Anoche me sorprendió flirteando con Dominique, y dice que lo nuestro ha terminado. La verdad es que no estoy apenado, Natalya y yo no estamos hechos el uno para el otro. Sólo siento que halla terminado así, y también haber dejado a Isabella por un amor tan pasajero.

       Supongo que es mi destino, vagar de mujer en mujer hasta encontrar mi alma gemela. Afortunadamente, creo que ahora por fin la he hallado.

      

15 de Octubre de 1508.

       He vuelto a meterme en líos. Durante esta semana, han sucedido cosas demasiado complicadas para relatarlas en estas pocas líneas.

       Lo único que importa es que al final he terminado luchando con un Matusalén a muerte, por la honra de una mujer que ya ni siquiera me desea. Debería refrenar mis impulsos de batalla, esta vez ha estado cerca, para mí y para mis amigos.

       Sin embargo, una vez más he salido victorioso, con la ayuda de Dios o del diablo, ya no lo sé.

       Conseguí derribar al antiguo, y beber su sangre, y ahora siento la proximidad de Caín como no la había sentido nunca. Ahora conozco el significado del verdadero poder milenario, ahora soy león entre los leones, señor de los no-muertos, ahora soy un Matusalén.

      

22 de Febrero de 1509

       Mi negativa a unirme al Sabbat ha decepcionado a Dominique. Creo que ya no seremos amantes por mucho tiempo. Es una pena, creo que me gusta más que ninguna otra mujer, pero si sólo me quiere por mi sangre, no es la compañera que busco.

      

16 de Mayo de 1510

       Una vez más abandono todo lo que para mí es preciado. Una vez más he de desvanecerme entre las sombras como una serpiente.

       Sin embargo, los tres hemos decidido que no nos uniríamos a nadie, y mi amistad con Kraus y Carlo es más importante para mí que cualquier título.

       Espero que, valla donde valla, la suerte me acompañe.

       ¡Demonios!, ahora que me acuerdo, no he destruido a esa estúpida zorra toreadora, tendré que dejarlo para mejor ocasión. Queda anotado para que luego no se me olvide.

      

El Cairo, 23 de octubre de 1510

       Hay que ver lo que son las cosas, ayer me desperté en una fortaleza sarracena, cargado de cadenas, y delante de un Tremere idiota que pretendía hacerme beber de su sangre.

       Intentó imponer su mente sobre la mía, como hace Carlo con otros, pero me temo que era mucho menos hábil que él. Un error fatal.

       Todo lo que recuerdo es que viajábamos en uno de mis barcos, camino de Creta, cuando nos atacaron unos piratas berberiscos. O eso parecían. El barco estaba cargado de assamitas. Esas ratas sarracenas me sorprendieron por la espalda, escondiéndose entre las sombras como cucarachas viles, y me atravesaron el corazón. Es humillante que a mis años me deje sorprender por un truco tan zafio. No obstante, Carlo y Kraus ya estaban allí para ayudarme antes de que despertara.

       Es bueno tener amigos.

       Hoy claro, me he dedicado a masacrar vampiros para quedarme contento, pero no consigo quitarme esa espina.

      

4 de Noviembre de 1510

       Hace poco conocí a Merlinda, la amante de Kraus, y desde entonces no consigo quitármela de la cabeza, Dios me perdone.

       Sé que está mal lo que siento, pero no soy capaz de expulsar de mi mente la visión de sus ojos embaucadores, de sus pechos turgentes bajo el vestido. Cada noche me despierto con la sola idea de hacerla mía, y mi deseo se hace cada vez más fuerte.

       Ella lo sabe, puedo verlo en su mirada, y en las sonrisas soslayadas que me envía cuando Kraus no se da cuenta. Estoy convencido de que podría hacerla mía como he hecho tantas otras veces, pero entonces tendría que pelear con mi amigo.

       No me cabe duda del resultado de la lucha, pero si matara a Kraus, yo también estaría perdido, pues moriría en mí cualquier vestigio del hombre que fui un día.

       Por ello, he decidido que me voy a ir lejos, donde mi lasciva naturaleza no pueda alcanzarme.

       Este pasaje también es interesante. No sé si esa tal Merlinda es la misma que la famosa hechicera Tremere. Si lo es, se trata de un contraste chocante, ya que, por lo que he podido averiguar, el tal Kraus sería miembro del clan Tzimisce.

      

Poblado Massai de Kawa, 27 de Julio de 1514

       No me gustan las tierras del sur. Los animales son extraños, y las gentes son ariscas y salvajes. Hablan una extraña jerga que aún no he conseguido descifrar, no se parece a ninguna lengua que conozca, así que no consigo comunicarme con ellos.

       He caminado trayectos tan anchos como Francia para no encontrar más que unos pocos poblados salpicados en la sabana, así que no es fácil alimentarse. Tal vez por eso sean tan escasos los vástagos en estas tierras.

       Hace tres días me topé con uno, un enorme negro con cara de pocos amigos que intentó amedrentarme. Como vive tan poca gente aquí, supongo que necesitan ser muy territoriales. El territorio que ocupaba éste ahora a quedado vacío. No obstante, creo que no me instalaré en esta zona, no me siento a gusto.

       Tal vez cruce el Mar Rojo para intentar llegar a Arabia.

      

Al Bashra, Arabia Nor-Oriental, 9 de Octubre de 1523

       Creo que he encontrado un lugar donde descansar unos años. Aunque aún no me he acostumbrado del todo al sordo rumor de la proximidad de la Kaaba, siento que mi espíritu se encuentra en paz en este lugar.

       En paz, al lado de mi princesa, Sheharad, la bella.

       La encontré por casualidad cuando salía del desierto, para saciar mi sed de sangre con unos beduinos que se hallaban acampados en un oasis. Ella caminaba entre ellos como una reina entre vasallos, pues eso era en realidad, la hija del jefe del poblado.

       En seguida me quedé prendado de su belleza serena, como si toda mi vida hubiera buscado su figura.

       Ahora vivimos juntos, ella ha aceptado lo que soy, y personalmente me alimenta, aunque no ha probado una gota de mi sangre, por mucho que se lo pida.

       Creo que por fin soy feliz.

      

2 de Julio de 1546

       Hoy es el día más aciago de mi vida. Hoy mi amada me ha dejado.

       Se quedó dormida, como un ángel entre mis brazos, aquejada por una estúpida enfermedad de los mortales.

       Le habría dado mi sangre, mi impulso vital, pero ella nunca me lo habría perdonado.

       Hoy ya nada me une al mundo. Sabía que este día llegaría, pero nunca pensé que fuese tan pronto.

      

3 de Julio de 1546

       Ayer intenté quitarme la vida. Salí al desierto para que el sol me calcinara al amanecer, pero mi bestia cobarde se apoderó de mí, y desperté hundido en la tierra.

       No sé qué voy a hacer ahora, pero mi existencia no tiene ya ningún valor para mí.

      

Estambul, 30 de Abril de 1548.

       A lo largo del camino he intentado olvidar a mi amada, pero su recuerdo me persigue como un espectro vengador, y el dolor de mi alma se vuelve más lacerante día a día.

       Quise volver a Constantinopla, para intentar encontrar mi pasado, pero sólo he hallado confusión y cambio, lo que no ha contribuido a calmar mi espíritu.

       Al menos he encontrado una cara amiga, Belisario, mi antiguo rival político, sigue viviendo aquí con su amante assamita.

       Me ha hablado de un grupo de antiguos vástagos, que se hacen llamar el Inconnu, que luchan por mantenerse al margen de la guerra que nos envuelve a todos. No creo que eso sea posible, pero tal vez en un futuro los busque.

       De momento, necesito guerra y destrucción, que me ayuden a calmar mi dolor, o por lo menos a intentar olvidarlo.

       Quizás regrese a Europa, mi antiguo y querido campo eterno de batalla.

       Aquí debo interrumpir el relato para introducir de nuevo al lector en el trasfondo histórico. Con la revuelta anarquista aún coleando, la temida inquisición extendiendo sus garras por toda Europa oriental, y la más que patente amenaza del turco, esta zona del mundo se convirtió en un caótico hervidero de violencia donde sólo los más hábiles consiguieron preservar su no-vida.

       Existen documentos Tzimisce a los que he tenido acceso, como cartas y proclamas, que hablan de una peligrosa banda de anarquistas que cometieron amaranto sobre varios antiguos relevantes de la zona. Los demonios pensaban que entre los mismos había un assamita de gran poder que actuaba como asesino secreto, con el fin de preparar el camino para una hipotética invasión turca de la zona.

       Obviamente, se equivocaban, lo que nos enseña que muchas de las intrigas que pululan por nuestras noches no son sino obra del deseo y la casualidad.


      

Salgotarján, Cárpatos orientales, 26 de Agosto de 1551

       Hoy hace un mes que me uní a un grupo de neonatos anarquistas, cerca de Pest.

       No sé muy bien por qué hago esto, tal vez sea porque me fascina su juventud y energía, porque me atrae su visión inocente del mundo. Tal vez desee que sea como ellos lo ven.

       Me he presentado a ellos como Luis de Balboa, un neonato brujah español que huía de su sire y de la represión de sus antiguos.

       Espero que no descubran este diario, o tendré muchas explicaciones que darles.

      

Nyiregyháza, Kárpatos orientales 2 de Octubre de 1551

       Llevamos dos meses caminando por esta tierra dejada de la mano de Dios, y cada vez me siento más feliz de luchar contra sus amos.

       La esclavitud a la que los señores Tzimisce someten a su pueblo es tal que aún me parece estar viviendo los tiempos de la Edad Oscura. Aunque me cueste reconocerlo, me siento como en casa en este ambiente.

       Sin embargo, la situación cambia de inmediato en los lugares a los que vamos. Los chicos y yo hemos destruido ya tres fortalezas de gohuls, y nos encaminamos hacia la guarida del vampiro dominante en esta zona. Cuando lo encontremos, compartiremos por vez primera la sangre de nuestro objetivo, y nuestra alianza quedará sellada con fuego.

       Yo no creo que experimente ningún otro cambio, claro.

       Por otro lado, está Katerina, mi nuevo ángel de amor.

       La encontramos luchando con unos criados gohul a las afueras de la segunda fortaleza que asaltamos. Por increíble que parezca, se trata de una tremere. Pero no es una de esas ratas de biblioteca que abundan en el clan, no. Su belleza es cristalina, con sus claros ojos azules enmarcados en su cara de blanca porcelana. Y por extraño que pueda parecer, siento que es la más convencida de todos nosotros.

       Al parecer, se hallaba en la zona con su maestro investigando las fuerzas tzimisce del lugar. Entonces, fueron descubiertos por el señor de este dominio, que envió a sus monstruos para destruirlos. El sire de Katerina la abandonó a su suerte cuando se vio superado en número y poder, para que saciara a las bestias gohuls y así cubriera su retirada.

       El odio que alimenta hacia su sire hace que desconfíe por sistema de todos nosotros. Esto hace la presa más apetecible si cabe. Tal vez esta desazón me ayude a superar la tristeza que me embarga por la pérdida de mi amada Sheharad.

      

7 de Diciembre de 1551

       Esta noche he recibido una visita inesperada. Me hallaba yaciendo con mi amante Katerina cuando una voz del pasado ha entrado en mi mente. Se trataba de esa ramera hija de satanás con la que no concibo cómo fue posible que estuviera emparejado. Desea hacer las paces con migo, como si fuera posible olvidar la gran ofensa que me hizo.

       Bueno, he de confesar que ya no recuerdo la naturaleza exacta de la ofensa, pero he estado repasando las anotaciones de este diario referentes a su época y debía estar muy enfadado con ella, así que la próxima vez que la vea, la mataré.

      

8 de Diciembre de 1551

       He meditado sobre lo que concluí ayer, y no creo que sea justo matarla si ni siquiera me acuerdo lo de que me hizo. Quiero dejar constancia de ello por si luego se me olvida, no sea que la vaya a matar nada más verla.

      

Svenlosk, cárpatos orientales, 25 de Diciembre de 1551

       Hoy, día de la Natividad de Nuestro Señor, hemos dado con el sire de Katerina. El muy cobarde se había refugiado en una granja de agricultores a los que había dominado para que le obedecieran. Ya había matado a dos de los hijos pequeños de la familia.

       Su caza ha sido todo un placer. El bastardo ha utilizado sus poderes mágicos para oponerse a nosotros, pero no era muy diestro.

       Al final, Katerina lo ha acorralado frente a un desfiladero, y le ha arrancado el corazón con sus manos. Nunca había visto a nadie matar con tanta pasión.

       Mi amada se ha adueñado del libro de conjuros del tremere. Ahora poseemos el ritual que nos permitirá compartir la sangre del señor de estos dominios. Ahora estamos preparados para comenzar la caza.

      

3 de Febrero de 1552

       Anoche atacamos el refugio del tzimisce. Fue una lucha estupenda, el viejo vástago envió contra nosotros todas sus reservas de criados, pero no le sirvieron de nada.

       Fue un estúpido, no debió haberse quedado. Sé que sintió mi presencia en el momento en el que puse el pie en su territorio. Sabía quién era yo, y a lo que había venido, pero pensó que no conseguiría abatirlo en su terreno. Olvidó la primera regla del soldado: Nadie es invencible.

       Por cierto, esta vez he utilizado una lámpara de araña. Conviene constatarlo por lo original.

      

4 de Febrero de 1552

       La pequeña victoria de anoche ha exaltado en gran medida a mis visionarios amigos. En un pomposo ritual orquestado por Katerina hemos compartido la sangre de nuestra víctima.

       Algunos dicen haber ganado poder, yo no, claro.

       Después hemos decidido unirnos en nuestra lucha por la libertad de los vástagos jóvenes, y hemos jurado acabar con todos los matusalenes del mundo.

       ¡Lo que son las cosas!

      

16 de Junio de 1552

       Como yo había previsto, nuestra pequeña victoria se ha vuelto pronto contra nosotros. Los señores tzimisce de los alrededores sintieron la desaparición de su congénere, y no han tardado en averiguar quienes fueron los causantes. Por allí donde vamos nos vemos abordados por docenas de sirvientes entrenados y cosas peores. Comienzo a temer por mis amigos, los tzimisce no son muy imaginativos, pero pronto se les ocurrirá atacarnos de día.

       Creo que voy a convencerlos de que abandonemos esta zona, aunque si nos movemos muy al este, alguien podría reconocerme.

      

23 de Septiembre de 1552

       Salimos de herrera, para meternos en carbonera.

       Decidimos que viajaríamos al norte, a las tierras que no controlaban los tzimisce. Pero claro, si no las controlan los demonios, quiere decir que las controlan los tremere.

       Las gárgolas son adversarios interesantes, como alguna vez se les escapan de las manos a los tremere, no les correrá buena suerte, ni a ellos, ni a nadie.

      

17 de Junio de 1553

       Hoy he hecho algo que no me ha gustado.

       Pasábamos por casualidad por una pequeña aldea, y nos enteramos de rumores sobre una antigua criatura que vivía en una cabaña en el bosque.

       Se trataba de un gangrel, un ermitaño que había vivido allí durante siglos. No hacía mal a nadie, pero claro, era un antiguo. Y el olor de su sangre poderosa excitó a mi jauría de caza como el venado a los perros.

       Se defendió bien, incluso mató a uno de los míos, pero cuando fue a herir a Katerina, no pude permitirlo. Era diestro en el combate, pero no era rival para mí.

       Cinco siglos de historia, de conocimientos y sensaciones, terminaron con un golpe de mi espada.

      

21 de Junio de 1553

       No puedo quitarme de la cabeza el recuerdo del gangrel. Su expresión de incredulidad en su rostro cuando su torso se partió en dos. Si pudiera, desharía lo que hice.

       Me estoy cansando de recorrer los campos matando a mis iguales. Puede que muchos sean crueles, sí, pero otros no lo son, y no me gusta que paguen justos por pecadores.

       Creo que pronto dejaré a estos bestias asesinos que tengo por compañeros. Cuando los encontré, los movían grandes y bellos ideales, pero ahora sólo se rigen por el ansia de poder del Diabolista común. Sé que debería destruirlos, pues son una amenaza para otros como yo, pero sería el mayor asesino si alentara el fuego de su ira y luego los hiciera arder en ella.

      

17 de Agosto de 1553

       Al fin se ha descubierto el juego.

       Hace dos noches, viajábamos por un paso entre las montañas cuando penetramos en un pequeño bosquecillo de abedules. Supe que algo iba mal desde que puse el pie allí. Y así fue. Un poco después de la media noche, pudimos escuchar unos aullidos en la lejanía. Minutos más tarde, estábamos luchando con una manada de cambia-pieles.

       Al principio, todo fue bien, pero pronto nos superaron en número y nos pusieron en problemas. Tuve que utilizar mis disciplinas en serio para evitar que nos masacraran a todos. Y allí comenzó todo.

       Estoy seguro de que sospechan que no soy quien dije ser. Un débil neonato no podría haber hecho ni de lejos lo que yo hice esa noche.

       Puedo sentir sus miradas nerviosas en mi espalda, y los cuchicheos asustados que intercambian cuando creen que no puedo oírles. Anoche, Katerina vino a mi lecho, como siempre. Su cabeza estaba llena de preguntas, pero no hizo ninguna. Sé que no quiere creer lo que los demás ya saben, pero tarde o temprano tendré que decir la verdad, y entonces, la perderé.

      

19 de Agosto de 1553

       Por fin se han decidido a dar el paso definitivo.

       Anoche, Katerina me pidió que le enseñara a usar la espada. Ella sabe pelear bastante bien, por lo que no me cupieron dudas de sus objetivos.

       Intencionadamente, mi amada me dio un golpe en la mano con la esperanza de obtener una gota de mi sangre. No pudo hacerlo, pobrecita, así que yo mismo me corté mientras continuábamos los ejercicios.

       Sé para qué quiere la sangre, se lo he visto hacer otras veces a Kraus, así que para estas horas ya conocen todos mi verdadera generación.

       Hoy no ha venido a mi lecho, creo que me tiene miedo. Supongo que piensan que he estado utilizándolos para eliminar a mis adversarios políticos, así que creo que estarán muy enfadados. Yo lo estaría.

       Me gustaría poder explicarles por qué he hecho lo que he hecho, pero ni yo mismo lo entiendo. Además, aunque no fuera así, jamás me escucharían.

       Un tenso aroma de odio se respira en el ambiente, creo que no pasaremos de esta semana.

      

20 de Agosto de 1553

       Aún no han hecho ningún movimiento. Continúan actuando como si no pasara nada, pero son muy malos actores.

       Por un momento he pensado que podría irme, que una noche se levantarían y ya no estaría allí, pero he descartado esa idea. Yo los he creado, yo les di ansias de guerra y una causa por la que luchar, y yo debo detenerlos.

       Intentaré llevarlos por el buen camino, convencerlos de que hay otras formas de luchar por sus ideales mejores que la mera violencia y asesinato, pero yo mismo no estoy convencido de ello, así que no sé cómo voy a inculcárselo.

      

21 de Agosto de 1553

       Soy un monstruo.

       Hoy, los he matado a todos.

       Al comenzar el atardecer, emergí de la tierra para contemplar el cielo dorado y taciturno que da la bienvenida a la noche, como hago siempre. Desperté el primero de todos ellos, como de costumbre.

       O eso pensaba yo.

       Nada más ascender de mi tumba improvisada, se echaron sobre mí como una jauría de perros hambrientos. Intenté quitármelos de encima, convencerlos de que me dejaran, pero el dolor de las heridas y de la traición se apoderaron de mi mente, y perdí el control.

       Cuando desperté, sólo hallé ante mí una pila de restos humanos irreconocibles. ¡Dios mío, qué jóvenes eran!. Las vísceras de casi todos aún eran identificables, como si estuvieran vivos al morir. Pero lo más terrible fue contemplar el objeto redondo y ensangrentado que tenía entre las garras.

       La cabeza de mi amada Katerina.

       Su rostro de fina porcelana tenía una expresión de tranquila paz, como si hubiera sabido en todo momento cual iba a ser el desenlace de su aciaga aventura, y sus ojos cristalinos aún conservaban esa chispa de vitalidad que me hizo enamorarme de ella.

       He estado llorando lágrimas de sangre durante toda la noche, sentado sobre los restos de mi maltrecha banda. Ahora comprendo cual es mi verdadera naturaleza. Ahora comprendo quién soy. Y no me gusta.

      

26 de Agosto de 1553

       He estado meditando sobre lo que pasó el otro día.

       Me sentí desolado al ver la masacre que había hecho entre mis propios seguidores, pero, por otro lado, no hice más que defenderme.

       Pudieron haberme hablado, pudieron haber intentado comprender mis razones. Yo era su amigo, y me descubrieron porque les salvé la vida. Pero el poder de mi sangre excitó su imparable ambición, y perdieron cualquier concepto de amistad y unión que pudieran haber tenido. Olvidaron todo lo que yo les había enseñado.

       Hoy ya no me arrepiento de haberlos destruido. Realizaron su apuesta, y perdieron.

       Aún así, no me cabe duda de lo que soy en realidad.

       Soy un asesino.

       Soy un soldado.

       Soy un Vampiro.

       Durante generaciones he caminado entre los mortales queriendo parecerme a ellos. Pero yo no soy uno de ellos, dejé de serlo hace novecientos años. Por fin he aceptado que soy un monstruo, un depredador que sólo se guía por la satisfacción de su sed de sangre.

       Y el mundo tendrá que cargar conmigo tal y como soy.

       Stadt rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus.

       Y esto es todo lo que queda del hombre que fui un día. Sólo su nombre.

       He preferido dejar esta frase en el idioma original, puesto que se trata de una cita textual del genial filósofo medieval Guillermo de Ockan. No sé si el autor pretendía hacerla, pero me parece mucha casualidad que no sea así. No obstante, para aquellos que no conozcan la lengua latina, quiere decir algo parecido a que "todo lo que queda de una rosa es sólo su nombre".

      

2 de Septiembre de 1554

       Camino sin rumbo por los páramos desiertos, castigados por la guerra entre europeos y turcos.

       Los unos, deseosos de salvaguardar sus antiguos beneficios, su corrupta y obsoleta sociedad de esclavitud que mantiene a los más ricos por encima del límite humano.

       Los otros, luchando sin sentido para propagar la fe en un dios en el que la mayoría ni siquiera creen.

       Y detrás de todos ellos, los Maestros de la Comedia, los sublimes titiriteros que manipulan los destinos de las gentes de bien para satisfacer su eterno juego de poderes. Ellos son los jugadores, y el mundo es su tablero.

       Y en medio de todo, yo.

       Por allí donde voy puedo sentir las miradas furtivas de los habitantes nocturnos del lugar. Puedo prever sus movimientos y preguntas.

       ¿Quién soy yo?.

       ¿De dónde vengo?.

       ¿De qué parte estoy?.

       Yo soy uno de ellos, uno de los eternos bailarines de la muerte, que equilibra la balanza allí donde va, y siembra la semilla de la eternidad.

       Vengo de todas partes, de aquí y de allá. No importa dónde naciera, sólo importa dónde estoy ahora, y dónde estaré mañana.

       Y mi bando es el mío propio. A veces multitudinario, a veces engrosado sólo por mí mismo, pero ninguna otra causa es lo suficientemente importante como para merecer mi atención.

      

26 de Junio de 1563

       Hace muchos años que no escribía nada en este diario, viejo y gastado por los caminos del tiempo y la distancia. Sencillamente, no tenía nada interesante que contar.

       He llegado a la conclusión de que debo terminarlo.

       Mi vida transcurre, contrariamente a lo que antes hubiera podido pensar, sin ser guiada por ningún rumbo ni destino. Sólo sacudida por el eterno devenir de la casualidad y el insaciable impulso del deseo. Así pues, carece de utilidad el transcribirla en estas líneas, pues por mucho que se examinare, no podría extraerse de ella mensaje alguno.

       Creo también que ha llegado el momento de finalizar mi viaje.

       Ha sido un largo recorrido, desde que dejé Granada para buscar mi destino. Tal vez en otros viajes halla recorrido mayor distancia, y halla invertido mucho más tiempo, pero en verdad ninguno ha sido más largo que éste; pues aquel que lo empezó y el que lo acaba no son la misma persona.

       Durante estos años, he amado más que nunca, y he odiado con más intensidad de la que jamás fui capaz, y he conseguido por fin encontrar mi verdadera identidad. Novecientos años son un plazo más que suficiente para conocerse a sí mismo.

       Así pues, considero que es el momento de regresar al hogar, con los míos. Tal vez me encuentren cambiado, tal vez no, pero tengo la seguridad de que me aceptarán como vaya. Con los años y la ausencia he concluido que la única batalla que merece la pena librar es la de la amistad.

       Finaliza aquí entonces, querido diario, nuestra relación. Espero que te hallas entretenido con mis historias, y que hallan sido de tu agrado mis decisiones.

       Si no es así, francamente, no me importa.

      



       Finaliza aquí el diario de nuestro protagonista, por que aquí es donde se le acabó el cuaderno. Desconozco si el vampiro continuó escribiendo en un nuevo libro. Si es así, no ha llegado a mi poder.

       Espero que el lector halla extraído alguna conclusión interesante de lo que aquí se narra. Yo, por mi parte, sí que lo he hecho. No obstante, no voy a compartirlas en estas líneas, porque pienso que la reflexión es un ejercicio que se ha de realizar en solitario. En cuanto a los hechos que aquí se citan, tal vez sirvan de iluminación en las noches venideras para aquellos de entre los nuestros que no vivieron esa época. Quizás les sirva para hacerse una idea del ambiente general que en ella reinaba.

       Por mi parte, esto es todo. Sólo me queda agradecer al lector que halla tenido a bien dedicar unos minutos de su tiempo al trabajo de éste viejo.

       Gracias.

Por Marco Flavio Quintillo : roberto_barenas@wanadoo.es