|
La mayoría de los antiguos del clan murieron cuando el clan se unió al Sabbat, pero unos pocos escaparon. A salvo en sus refugios de los ataques del Sabbat, llevan existiendo siglos. Algunos se refieren a ellos como el "Viejo Clan", aunque es un nombre falso. Estos blanquecinos vampiros tienen poco uso para la secta o el clan, ellos recuerdan las antiguas noches cuando un vampiro era dueño de sí mismo y otro vampiro era un enemigo potencial.
La sociedad del Viejo Clan está estructurada en nidadas de un Sire y uno, o más, Chiquillos vinculados. Esos chiquillos cumplen el rol de amantes, amigos, familia, guardaespaldas y sirvientes. La maestría de los Tzimisce en el Vínculo permite a los Sires afinar las emociones de sus Chiquillos a su gusto haciendo que un amante quiera cumplir todos los deseos del Sire, que el guardia sea Vinculado para la lealtad... o cualquier cosa que quiera "programarles".
Los del Viejo Clan raramente se reunen. Los otros Tzimisce son, si cabe, menos dignos de confianza que otros vampiros. En verdad, muchos del Viejo Clan gastan su tiempo recordando los siglos pasados y el desprecio de sus hijos en vez de preocuparse de la muy real amenaza del Sabbat. Esto no quiere decir que hayan olvidado a su progenie traidora. De hecho algunos repudian a los jóvenes por completo, diciendo que no son vampiros sinó los nidos de carne de unos parásitos llamados "Comealmas". Esta distinción se basa en la posesión de la Vicisitud, aunque se ha comprobado que algunos antiguos Tzimisces que no son del Sabbat tienen Vicisitud desde hace siglos. Algunos Sabbat murmuran que unos pocos Chiquillos de los del Viejo Clan han sido hechos inmunes al Vinculum por sus Sires y han sido enviados para infiltrarse en la secta y echarla abajo. El clan se mofa públicamente de estos rumores, pero algunos Sabbat de alto rango han expresado en privado hallarse inquietos ante tal posibilidad.
Los Tzimisces de la Madre Patria.
El clan tiene un rico legado. Ahora se encuentra en EEUU en su mayoría, pero proviene de la Europa Oriental. Pocos permanecen allí, pero son extremadamente ancianos, y tienen gran poder, mortal y no-muerto. Sólo temen al cambio. Son claramente ricos e, incluso con la guerra y otras perturbaciones en el mundo mortal, los asuntos mortales rara vez les afectan. La mayoría tienen por lo menos uno o dos sirvientes humanos que se ocupan de sus asuntos, pero algunos tienen docenas. La mayoría habita en los mismos castillos que han habitado durante siglos, además de ser los propietarios de los terrenos colindantes.
Rara vez Abrazan. Temen a casi todos los vampiros jóvenes debido a la traición que sufrieron de sus propios jóvenes hace siglos. Un pequeño grupo de ellos han formado una alianza llamada Sociedad de Oradea. Si uno de los 12 miembros es atacado por otros vampiros, los demás de la sociedad están obligados a acudir en su ayuda. Esto ha sido suficiente para ahuyentar a los enemigos más sabios del clan Tzimisce. Otros del "Viejo Clan", como llaman los Sabbat a los Tzimisce que no se pasaron al Sabbat, son del Inconnu. Se sabe que algunos han viajado al extranjero, pero es poco frecuente. El "Viejo Clan" no tiene ningún tipo de plan de desatar la guerra contra los jóvenes de su clan, ya que se jugarían demasiado. Sin embargo, rara vez dejan pasar la ocasión de dar muerte a un Tzimisce del Sabbat en tanto que el peligro no sea demasiado grande. Saben muy poco del Sabbat, aparte del hecho de que es una secta de vampiros fundada por los traidores de su propio clan.
Generación X.
Aunque los Tzimisce escogen a sus neonatos con cuidado, algunos se escapan a los estándares del clan. Una selección experimental puede producir una progenie indeseada; los soldados carne de cañón creados durante un asedio pueden sobrevivir; un supuestamente perfecto candidato puede mostrarse defectuoso durante los Ritos de Creación. Los Tzimisce hacen pocos Caitiff, admitir un error es amargo. Algunos "indeseables" son inducidos en el clan, de muy mala gana. El resto los tratan como ciudadanos de segunda clase, mejores que humanos o ghouls, pero no Tzimisce del todo y que sólo viven por la gracia del clan.
Naturalmente el sujeto que recibe el desprecio no le gusta. Estos, en vez de renegar del clan se reúnen entre ellos. En el proceso crean su propia subcultura. Muchos "indeseables" retienen su Humanidad en vez de abrazar una Senda de Iluminación. Después de ver que todos los vampiros son unos bastardos, una filosofía de "supremacía vampírica" es difícil de tragar. Estos Tzimisce desafían abiertamente a sus antiguos e interaccionan con los mortales. Algunos mantienen una visión utópica similar a los de los Idealistas Brujah de que vampiros y mortales pueden coexistir armoniosamente. A través del uso de la Vicisitud, mantienen, el mundo y todo en él, puede ser literalmente reformado en un paraíso carnal.
Metamorfosistas.
Muchos adoptan este concepto. Creen que la humanidad es la precursión del vampirismo y que el ser vampiro es un preludio a otro estado de existencia. Los Tzimisce, a través de la Vicisitud tienen la capacidad de superar las limitaciones innatas y convertirse en cuasidivinos, lo único que hay que encontrar son los medios. Muchos Metamorfosistas poseen una inclinación científica, buscando la iluminación a través de una serie de experimentos sobre humanos y vampiros. Trabajando con la vida, pueden comprender la no-vida; investigando la no-vida comprenderán lo suficiente como para trascender al siguiente estado. Los aliados magos de los Metamorfosistas remarcan su parecido entre estos y su visión de la Ascensión. Algunos magos han teorizado sobre que el Antediluviano Tzimisce era un mago que fue Abrazado y que su progenie continúa instintivamente la búsqueda de la Ascensión, aunque por unos caminos adulterados.
Neofeudalistas.
Este movimiento atrae a los más viejos y conservadores del clan. Recordando los días en los que dominaban la Europa del Este, desean subyugar a la raza humana y reestablecer sus dominios. Desde su punto de vista, los vampiros deben gobernar abiertamente, apoyados por los ghouls y Aparecidos, y en la base de la pirámide, los humanos. Ven la disolución de la URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia, como una clara llamada de que el clan debe reconquistar sus tierras ancestrales.
Algunos mantienen grandes estados en zonas desoladas, participando en las actividades de la secta sólo cuando están obligados. Ejércitos privados de szlachta, Aparecidos y Chiquillos patrullan por sus tierras. En estos estados, los bosques preservan a los ghouls alterados por la Vicisitud que sirven para ser cazados por su amo y sus sabuesos infernales. Otros Sabbat cuestionan la lealtad de este grupo a la secta. La confianza en la soledad de los Neofeudalistas en oposición a las manadas, disturba a los Lealistas. Aunque presentan a sus Chiquillos para la Vaulderie, algunos dicen que después en secreto rompen el Vinculum y lo sustituyen por Vínculos privados.
Reclamacionistas.
Incluso los otros Tzimisce temen a los fanáticos de este credo. Llevando los dogmas de esta Senda de Caín un paso más allá, buscando la apoteosis del modo más directo posible. Mantienen que a través de la diablerie, los vampiros pueden gobernar su propia evolución, avanzando al siguiente estado de ser en menos tiempo al beber sangre de un vampiro más poderoso. Ven la diablerie, no sólo como un placer, sinó como un deber para con la especie, así "reclaman" el legado de Caín de los vampiros indignos de poseerlo. Devoran ávidamente a todos los demás vampiros, a los menores (para usar su vitæ), a los iguales (por que son una amenaza) y a los superiores (para aumentar el propio potencial). Incluso los otros Reclamacionistas valen. Raramente se relacionan, pero todos entienden que al final sólo debe quedar uno, el último superviviente de la Yihad, que encontrará y se beberá al mismo Caín. Este nuevo semidios podrá repoblar la estéril tierra de acuerdo con los mandamientos de la sabiduría Reclamacionista y sus caprichos. Ellos prefieren beber sangre vampírica exclusivamente, así van en las vanguardias de las Partidas de Guerra y proponen con insistencia el genocidio humano (al matar el alimento de los vampiros, tendrán que beberse unos a otros). Raramente Abrazan a alguien, pasan la mayor parte del tiempo en forma zulo y los otros Tzimisce les consideran fríos y monstruosos.
Diversificadores.
La secta subersiva de los Diversificadores mantiene que todos los vampiros descienden de un único Antediluviano y que están corrompidos por los pecados de él. Sólo apartándose de ese árbol genealógico, puede uno librarse de las cuerdas del Antediluviano. Por esto, raramente fraternizan con otros vampiros salvo con sus propios compañeros de clan, Lasombra y Caitiff. El resto son peones del Antediluviano. Exhortan a sus hermanos del Sabbat que desarrollen nuevas formas de autoexpresión (poderes, Disciplinas, líneas de sangre), porque sólo de este modo irán más allá del autodestructivo estado de ceguera que Caín les impuso.
Son los más activos de los investigadores Tzimisce. Los más poderosos a veces muestras nuevas Disciplinas extrañas de su invención. Son los responsables de algunas líneas de sangre únicas en el Sabbat, como los Hermanos de Sangre. Tales investigaciones normalmente requieren ingredientes exóticos y sujetos.
Exsanguinistas.
Una bizarra variación de los Metamorfosistas, proselitiza que la sangre lejos de ser la "vida", es la prisión que encadena a los vampiros en este estado menor de ser. Dicen que los vampiros se han divorciado de las primitivas reacciones biológicas que gobiernan los ciclos de la vida de todas las otras criaturas. Purgándose a si mismos de la necesidad de vitae pueden alcanzar un estado puro de existencia auto-conducida. Los devotos de este culto practican Ritae esotéricos combinados con la meditación y la anorexia. Muchos de ellos suelen alejarse de la vida típica Sabbat, manteniéndose siempre ocupados para olvidar lo hambrientos que están. Tristemente, ninguno ha conseguido trascender y otros Tzimisce pueden encontrarlos esporádicamente en unos "divertidos" y espasmódicos Frenesíes.
El cuerpo ecléctico.
La actitud del clan hacia la humanidad se manifiesta en su actitud hacia la forma humana. Rutinariamente se alteran sus cuerpos de acuerdo con los deseos y necesidades, ocasionalmente, independientemente de los deseos del vampiro, el cuerpo se altera espontáneamente. Después de décadas, pocos recuerdan su aspecto original en vida. Muchos Tzimisce del Sabbat, particularmente jóvenes, sienten placer en deformarse en una variedad de formas inhumanas. Cráneos alargados, dedos estirados, etc son mostrados por Tzimisce deseosos de demostrar su extraña superioridad. Los rumores de los "Comealmas" controlando estos procesos son consideradas historias lanzadas por los enemigos del clan para debilitarlo. Los jóvenes han ritualizado estas deformaciones autoinducidas. Tatuajes, cicatrices, cuernos, bultos y similares demuestran la afilación a una manada, lealtad a una facción, vampiros de la Camarilla asesinados, Tremere exterminados, etc...en un código extraño, incomprensible para los ancianos Tzimisce y a los enemigos de la Camarilla. Más aún, suele concederse estatus dentro del clan basándose en la habilidad para asumir una específica forma inhumana. Esta forma es asumida cuando van a la guerra. En esta forma se aumentan enormemente los atributos físicos, casi como los de un Lupino en Crinos. Muchos otros Sabbat se refieren a esto como Forma Horrenda, los Tzimisce lo llaman zulo.