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No podía faltar en el análisis de las Últimas Noches al menos un comentario sobre la novela que nos ha ofrecido White Wolf para complementar el fin de los tiempos.
Quizá hayáis oído que es una novela muy mala, o muy buena (yo esto último no lo he oído pero no deja de ser una posibilidad), pero supongo que esa opinión dependerá de lo que esperéis. Si lo que esperáis es una novela en la que los Antediluvianos se levantan y en combate titánico deciden quien vence en la Yihad, o una novela en el que los grandes jugadores de la Yihad como los matusalenes levantan sus cartas y deciden cerrar las trampas que durante milenios han tendido alrededor del cuello de sus adversarios, o simplemente la Gran batalla entre el Sabbat y la Camarilla que hemos largo tiempo esperado, ciertamente os resultará decepcionante.
La novela es el relato de lo que ocurre en las primeras etapas de la Gehenna, y se termina justo antes de que empiece la “traca final”. El protagonista es Beckett, el conocido nodista gangrel de White Wolf que tratará de resolver sus dudas existenciales antes de que el mundo acabe. Así nos llevará de una forma más o menos inverosímil por diversos escenarios alrededor del mundo mostrándonos como la Gehena va poco a poco cerrando su puño sobre la garganta de los vástagos, pero terminará justo antes de que ese puño se cierre del todo, probablemente para dejar paso a las novelas sobre Hombre Lobo y Mago, en las que veremos el fin del mundo en todo su esplendor. Así que muchos se quedarán con la miel en los labios si esperan leer en esta novela algún tipo de final (a lo que sea).
En mi opinión es una novela para fans acérrimos de la metatrama de White Wolf que deseen conocer como viven (y mueren) algunos de los pj’s más reputados en la trama “oficial”. Al margen de esa morbosa curiosidad, el único interés que le veo a la novela es para aquellos másters que deseen captar el ambientillo pre-apocalíptico previo al fin del mundo. En ese aspecto quizá sí sea satisfactoria la novela, pues da una panorámica bastante amplia del Mundo de Tinieblas desde el punto de vista de los vampiros en los días previos a su destrucción. Para el resto de aficionados y no-aficionados a Vampiro, que apenas hayan leído las anteriores novelas de clan o algún módulo de Vampiro (Hijos de la Noche p.ej.), la novela tiene interés prácticamente nulo pues a la mayoría les dará igual leer que muere este o se salva el otro pues no sabrán ni siquiera quienes son.
A continuación realizaré un resumen bastante exhaustivo detallando la mayor parte de la novela, así que sugiero a los que tengan intención de leerla que abandonen la lectura de este documento, pues la voy a destripar de principio a fin para aquellos que quieran ahorrarse su lectura.
La historia narrada en la novela comienza en el módulo “Noches de Profecías” en el cual Beckett dirige una expedición hacia Kaymakli, la ciudad en que Cappadocius celebró juicio sobre su clan, condenando a la inanición a todos aquellos que no juzgó dignos. En concreto, les condenó pronunciando una maldición en la ciudad por la cual ningún vástago podía salir, y ningún humano podía entrar.
En el transcurso de esa expedición Okulos y su chiquilla, ambos nosferatus colaboradores con Beckett, quedaron atrapados dentro de la ciudad. La chiquilla murió al intentar salir, y Beckett prometió averiguar la forma de sacar a Okulos.
Esto nos lleva al comienzo de la novela, que es el momento en el que Beckett por fin ha reunido información sobre cómo realizar un ritual que rompa la maldición (sí, no preguntéis, es un gangrel con taumaturgia). Lo que no supo en el momento es que al romper la maldición despertó a un antediluviano, el Assamita para más señas, que dormitaba por allí cerca. En las cuevas se encuentra con Okulos en un estado de frenesí casi permanentemente, y con un vástago llamado Kapaneus el cual le cuenta que se refugió allí para huir de la Yihad hacía unos cuantos siglos, y el cual le pide unirse a Beckett para ver cómo ha cambiado el mundo en los últimos siglos.
Con esto llegamos a la Primera parte del libro pues todo lo anterior era el Prólogo.
Al comienzo de esta parte nos encontramos con el arconte Federico di Padua (nosferatu), el mismo que se zurró con el cardenal De Polonia en las novelas de clan, que se entera en muy mal momento de que sus disciplinas ya no le funcionan, pero finalmente es rescatado. Peor suerte corre el cazador de brujas del clan tzimisce, Justo Empeño, el cual pierde sus disciplinas y los poderes otorgados por la Fé Verdadera durante un interrogatorio.
Meses después del rescate de Okulos, Beckett se reúne con Hardestadt, a instancias de Victoria Ash que hace de anfitriona de la reunión. Hardestadt, sire de Jan Pieterzoon y ventrue Fundador de la Camarilla (le recordaréis los que hayáis jugado las Crónicas Giovanni), le ordena que investigue los extraños sucesos que ocurren por todo el mundo, pues algunos han comenzado a hablar de la Gehenna, y la Camarilla quiere que alguien con una reputación nodista reconocida como la de Beckett les convenza de lo contrario. Lo primero que hace Beckett es tratar de hablar con los Tremere para ver qué saben de esa enfermedad-maldición-llámalocomoquieras que los vástagos denominan “Marchitar” y que afecta a los vástagos más viejos haciendo que pierdan los poderes de la sangre (las disciplinas entre ellos). A todo esto, Hardestadt molesto por una afrenta que le ha hecho Beckett durante la reunión que han mantenido (Beckett le espeta que él no es el auténtico Hardestad el Viejo, sino que este murió a manos de Tyler en la Revuelta Anarquista, y que en realidad es Hardestadt el Joven, chiquillo de Hardestadt el Viejo al cual suplantó), decide matarlo y manda tras sus pasos a Theo Bell.
Pero finalmente Beckett llega a Viena buscando a los Tremere, y su sorpresa es mayúscula al encontrarse la capilla totalmente desierta. (Recomiendo un vistazo al módulo “La Señal Roja” para ver lo que pasa con los Tremere). Tras mucho rebuscar terminan encontrando el diario de Etrius en el cual pone lo siguiente: “… no me queda ya ninguna duda o esperanza, de que nuestras conclusiones iniciales eran equívocas. No sufrimos ninguna enfermedad, y si es una maldición está más allá de lo que nuestro Padre podría dispensarnos. Lo que nos convierte en vástagos se nos está arrebatando poco a poco […]. Esto, me temo, responde a porqué los Antiguos son las primeras víctimas. Ellos tienen más que perder […].La Estrella Roja arde. Los presagios reverberan por todo el globo. Poderes que no deberían existir deambulan por la tierra; podemos sentirlos y lo que es peor, sentimos como nuestra fuerza escapa hacia ellos.” Y para rematar plantea que quizá la única solución sea volver a transformarse en magos para escapar del “Marchitar”, y se encomienda a Dios.
Acto seguido a Beckett le da un chungo al comprender que si Etrius estaba tan convencido, entonces no cabe duda de que es la Gehenna, y entra en frenesí de la impresión (menos mal que este era de los que llevaba tiempo investigándolo, imagináos como reaccionan otros vampiros).
Además: Lucita investiga la desaparición de algunos Cardenales del Sabbat, y de la Mano Negra; la Camarilla descubre que pueden curar temporalmente el Marchitar diabolizando a otros vástagos; Theo Bell se enfrenta a Lucita; ídem con Beckett; Jenna Cross, líder de los Sangre Débil de Los Angeles, acaba con la Príncipe brujah Tara; Lucita y Fátima tienen uno de esos encuentros amistosos suyos en los que no sabes si se van a matar a cuchilladas o a besos; Theo Bell visita una de las “granjas” de la Camarilla en las que guardan a neonatos para que los más ancianos puedan alimentarse de ellos, y tras liberarlos decide abandonar la Camarilla; en la Catedral de la Almudena (antiguo refugio de Monçada según la novela) se abre un “portal dimensional?” y a través pasa una forma abisal (una sombra muyyyy grande; tan grande que cubre toda España apagando todas las luces hasta el amanecer).
La segunda parte comienza con los dos mejores capítulos del libro en cuanto a capturar el ambientillo dentro del Sabbat y de la Camarilla durante la Gehenna, en los cuáles neonatos del Sabbat echan a la hoguera a un Cardenal que había perdido todos sus poderes por el "Marchitar".
La trama central continúa cuando Beckett es despertado del letargo en el que había caído por Anatole, que se le presenta en distintas partes del libro en forma de “voz desde el más allá”. Tras leer el diario de Etrius al completo, Beckett descubre que una matusalén cainita llamada Rayzeel del clan Salubri continúa viva, y cree que ella podría ser la fuente a sus preguntas existenciales (¿Por qué existen los vástagos? Y cosas por el estilo). Pero como no sabe donde se oculta Rayzeel, no se le ocurre nada mejor que hacer una visita a Sascha Vykos para preguntárselo, pasando previamente por Los Angeles para hacerle una visita a Jack Sonrisas, ex – líder de los anarquistas convertido en “profeta de la gehenna”. Esta visita a Los Angeles mosquea sobremanera a Jenna Cross que se cree que es la Ultima Hija de Eva por llevar una luna tatuada en el hombro, y que Beckett tratará de matarla para así impedir la Gehenna, así que a partir de entonces no dejará de enviar matones para acabar con Beckett.
También asistimos en este capítulo a: el ataque conjunto de Bell y Lucita (que se han unido a los Nephali, organización dirigida por Jan Pieterzoon) a una de las “granjas” de la Camarilla; la muerte de Victoria Ash a manos de un vástago con el rostro de Beckett; la visita de Fátima a otro de los refugios de la Mano Negra sólo para encontrar que estaban todos muertos; la negociación entre Hardestadt y Tegyrius, uno de los magos assamita que se había unido a la Camarilla, de la inclusión de los Assamita como miembros de pleno derecho de la Camarilla a cambio de matar a Beckett (unión que nunca llegó a consumarse); una reunión entre altos mandos de la Camarilla en Europa en la que el Justicar Brujah, Pascek, propone echar la culpa del marchitar a los magos assamitas fieles al Alamut, para al instante caer fulminado por un “viento cálido” (el atediluviano assamita) que había entrado en la habitación llevándose por delante al Príncipe Voorhies de Ámsterdam, y al Príncipe Villón de París, y dejando ciega a la Justicar Toreador, Madame Guil, lo cual hace que la Reina Anne y otros Príncipes salgan huyendo de la habitación lo antes posible.
En la tercera parte, Beckett llega al refugio de Vykos en la ciudad de Miskolc, sólo para encontrarse que no está en casa y que tiene toda a su biblioteca a su disposición. Tras mucho buscar y pelear con Assamitas y con vástagos de Sangre Débil terminan descubriendo que Rayzeel se oculta en la ciudad de Qalat at’ Sherqat en Irán, que es ni más ni menos que el lugar en el que se supone está el pozo del que salieron los progenitores del clan Baali.
Tras algunas peripecias llegan finalmente a la ciudad y encuentran a Rayzeel de una forma muy sutil: llamándola a grito pelao en medio de la calle. Es entonces cuando se reencuentra con Lucita y Bell que habían decidido buscarla también para averiguar si la Salubri conocía alguna forma de detener la llegada de la Gehenna. Pero no hay tiempo para revelaciones pues la forma abisal que persigue a Beckett desde España (no sé porqué motivo) aparece y les hace salir huyendo de la ciudad hasta que son acorralados y la forma abisal toma una forma muy conocida: la del antiguo arzobispo Monçada. Este le ofrece a Lucita unirse a Lasombra, pero esta le dice que no y decide atacarle hasta que, por supuesto, el antediluviano la mata.
Aquí sucede uno de los momentos más divertidos de la novela (al menos para mí) pues durante un momento el antediluviano se para a pensar en la rebeldía de Lucita. Pero para un ser eterno, pararse un rato a pensar es mucho tiempo para los demás, así que cuando vuelve a la realidad Beckett y los demás se han largado (ya sabéis como evitar que os mate un antediluviano, hacedle reflexionar ).
Por fin, Beckett tiene un rato para hacerle sus preguntas a Rayzeel, pero justo en ese momento un vástago se acerca por la espalda de esta y le mete una bengala en la nuca acabando con ella (ahora también sabéis como acabar con una matusalén de 4ª con varios milenios de antigüedad), y con las esperanzas de Beckett de obtener respuesta.
Podremos leer también sobre: la muerte del Príncipe Giangaleazzo, aquel Lasombra Cardenal del Sabbat que se pasó a la Camarilla junto con todo Milán, a manos de la forma abisal que pulula por ahí (y que no es ni más ni menos que la encarnación del Antediluviano Lasombra); la decisión por parte de Hardestadt de imitar las técnicas Sabbat para acabar con los Sangre Débil pasando por encima de la Mascarada; la salvación de Fátima al’Faqadi del juicio del antediluviano Assamita que se está puliendo a todo el clan; y de cómo Theo Bell acaba con Hardestadt con una pistola con silenciador.
Bien a continuación se resuelven los dos únicos aspectos de los que no he desvelado nada. Así que si durante este resumen os han entrado ganas de leer la novela os aconsejo no seguir, pues os terminaría de desvelar la poca trama que aún resta y que es el final del libro. Avisados quedáis.
Como colofón a toda esta trama os desvelaré los flecos que restan. El vampiro que acaba con Victoria Ash y con Rayzeel es Okulos, el mismo al que Beckett rescató de Kaymakli. Okulos está resentido con Beckett porque muy probablemente Beckett se equivocó a propósito en el cálculo de donde comenzaba la maldición de Capadocius, para que Okulos quedase atrapado dentro y comprobar el poder de la maldición. Así que para vengarse Okulos utiliza a Jenna Cross para ponerla en contra de Beckett, asesina a Victoria Ash para cargarle el muerto de ese asesinato, y mata a Rayzeel simplemente para que Beckett no obtuviera sus respuestas. Beckett obviamente se percata de toda la jugada y se pone de acuerdo con Jenna Cross para acabar con Okulos (con amigos como estos, quién quiere enemigos).
La otra cuestión que os puede quedar a los lectores atentos es: ¿quién es Kapaneus? Bien, pues agarraros a la silla porque el tal Kapaneus que se encuentra en Kaymakli y que decide acompañar a Beckett en toda la aventura es Caín.
En uno de los últimos capítulos, Kapaneus revela a Beckett que se había ocultado en la cueva aguardando el momento en que alguien diese con él y le enseñase lo que habían hecho sus descendientes durante los últimos siglos antes del fin. Y que finalmente cuando ya lo hubiese visto todo, ambos se separarían. Después de esa conversación Beckett se despierta y siente como si estuviese en un estado que podría ser la Golconda.
En fin, no sé que os parecerá este resumen pero he tratado de ser lo más fiel al libro y de destacar los hechos que pueden resultar más interesantes. Ahora aunque no lo leáis podéis tener una idea bastante precisa de lo que en él se cuenta. En mi opinión muchas sucesos son excesivamente forzados, y el hecho de no poner las fechas en cada capítulo despista ligeramente, además del hecho de que la historia de Beckett es de las más insulsas que he leído sobre vampiro.
Por Iter : elrincondelvampiro@hotmail.com