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El Amaranto (vulgo diablerie) es cuando un vampiro agarra a otro y lo deja seco, y luego sigue bebiendo por si acaso hasta que lo deja sin alma (a mí no me mires, es cosa de White Wolf). Se conoce este acto como diablerizar o diabolizar, y al que lo comete como diabolista. El diabolista, una vez realizado el acto, baja de generación, bien sea una o varias (por ejemplo, un sexta que diablerice a un quinta pasa a ser un quinta, pero un decimotercera que diablerice a un sexta será como mucho un novena...que tampoco está tan mal), entre otras ventajas. Bien, una vez aclarados tan profundos conceptos filosóficos, vamos a hacer un poquito de historia antes de meternos de lleno en el asunto, contando quienes fueron los primeros en cometer tan terrible crimen (versión Camarilla) o en descubrir la forma más rápida de acumular poder (versión Sabbat). Vamos allá:
Como todo el mundo sabe, Caín fue el Tercer Humano y un día se le cruzó un cable y le dio por matar a Abel, su hermanito del alma, por lo cual Dios lo convirtió en vampiro y encima le dijo que si lo mataban lo vengaría siete veces. O sea, que el tío tenía trato preferente, porque yo me cargo a mi hermana y lo primero que hacen es meterme en la cárcel y decir que me creía un vampiro y que estoy obsesionado con el rol, y encima no me venga nadie. A lo que iba. Caín se sentía solo, y Abrazó a tres nuevos vampiros: Enoch (el más chulo, porque era el primero y tenía una ciudad con su nombre) Zillah e Irad, y luego se fue de paseo y les dijo que no crearan más progenie. Y digo yo...¿el tío era tan idiota que creyó que le iban a hacer caso? Bueno, pues por supuesto Abrazaron a los trece Antediluvianos, y estos a la Cuarta Generación, los Matusalenes. Y ahora empezamos con la Diablerie: Resulta que Brujah, un Antediluviano, tenía dos chiquillos, Anis y Troile, y Anis, como tenía tan buenos sentimientos, entretuvo a Troile, que por lo visto estaba aburridillo el chico, y de repente le soltó:
- ¿Oye, Troile, a ti no te cae mal Brujah?
Y no sé si le cayó mal cuando hizo la digestión, porque lo diablerizó en cuanto se le puso por delante.
Otro antediluviano, Ashur, fundó el Clan de los Capadocios, y tenía un Chiquillo llamado Lameth. Como también estaba aburrido, Anis fue y lo alegró, y le convenció para que le diera un vasito de un potingue que te ponía en la Golconda de golpe, y todavía medio colocados por la resaca, le metió en la cabeza que Ashur también era un pesado...Así que Lameth esperó al siglo XIV más o menos y convenció a cierto capadocio veneciano, nuestro amigo Augustus Giovanni, de que diablerizar a un antediluviano era divertidísimo . Así que Augustus se dijo ¿y si es verdad? Y aprovechó cuando Ashur estaba despistado intentando que lo adoraran y...ñaca. Ya van dos diablerizados.
Luego estaba otro tercera, llamado Saulot (supongo que lo conocen), que un día se fue de paseo por Asia y se dio cuenta de que tenía un grano en la frente, pero cuando se vio en el espejo no era un grano, era un ojo, así que decidió que tenía más visión de futuro que los demás, agarró el camello y se fue a la Segunda Ciudad a predicar el pacifismo. Por supuesto, aparte de sus chiquillos que formaron el Clan Salubri, no le hizo caso nadie. Pero tenía un chiquillo que no era precisamente pacifista, de modo que Seker, que así se llamaba el muchacho, esperó hasta el siglo XII, y con el nombre de Conde de St. Germain, se las ingenió para meterles en la cabeza a unos cuantos magos (la casa Tremere ¿a alguien le suena?) que ser mortal era un aburrimiento, así que logró que Goratrix, uno de los magos, capturara un pobre Tzimisce (no me preguntes cómo) y logró que Abrazara a un par de discípulos suyos (cualquiera sabe de que manera, no creo que el Demonio colaborara mucho). De manera que Goratrix, que tenía complejo de Lameth también se hizo un potingue que los haría inmortales, pero no necesariamente vampiros e invitó a brindar a los demás. A Seker le dio por hacer de camarero y les echó "algo" en el vaso, de forma que ¡Bum! Toma ya, ocho vampiros de golpe y porrazo. Así que fue y le dijo a Tremere:
-No, es que ahora se les van a echar encima todos los demás Clanes, pero si diablerizas a un Antediluviano...fíjate que casualidad, que yo sé donde está K.O. Saulot ¿Qué cosas, no?
Y fue a diablerizarlo, pero cuando levantaron la tapa del ataúd y les dio por hacer cuentas vieron que le sobraba un ojo, y casi les da un telele. Al final, St. Germain logró que Tremere diablerizara a Saulot (lo que digo yo...¿por qué el muy subnormal le seguía haciendo caso después de lo que le había hecho?). Aunque hay quien dice que no, que Saulot mató a Tremere y tomó su lugar, pero digo yo ¿¡con nueve testigos!?.
Más tarde, mucho más tarde, allá por el siglo XV llegó la Revuelta Anarca, cuando los jóvenes de los Clanes Tzimisce y Lasombra se revelaron contra sus antiguos. Los Lasombra de por sí ya eran un hatajo de chulillos que se creían los mejores porque sí, porque eran Lasombra, así que fueron a buscar a Lucian, el Antediluviano del Clan y:
a.-lo diablerizaron (libro del Clan Tzimisce, página 19: "el glotón Lasombra que nos había acosado siglos atrás conoció la Muerte Definitiva bajo los colmillos de su progenie").
b.-Lo mataron.
c.-Desapareció y se fue a algún sitio (¿la Segunda Ciudad? ¿la Umbra? ¿el Caribe?).
O sea, que a lo mejor lo diablerizaron y a lo mejor no.
Lo del Clan Tzimisce es otro cantar. Los jóvenes del clan eran unos pobres diablos (bueno, Demonios) a los que los Antiguos tenían controlados y vinculados hasta las orejas, todo hay que decirlo. Así que rompieron el vínculo, Lugoj los guió a los castillos de los Antiguos, matándolos, diablerizándolos o vinculándolos, hasta que se encontraron con Lambach, el chiquillo de Mekhet, Antediluviano del Clan, que pasaba por allí paseado al perro. Lugoj le preguntó:
-Oye, tío, ¿tú no sabrás donde está Mekhet, verdad? Es que hoy es su cumpleaños, y yo para llevarle el regalo...
Y el zopenco de Lambach guió a los anarcas al monasterio o catedral donde estaba Mekhet (¿quién dice que las cruces y demás les hacen daño a los vampiros?), donde Lugoj fue y lo diablerizó así como quien no quiere la cosa. Dicen que Lambach tenía Auspex nosecuántos y vio a Lugoj estampado en una esquina, pero digo yo que lo que tenía era un trauma de mucho cuidado, porque vamos a ver...por muy antediluviano que seas ¿quién puede levantarse, echar un vistazo, ver que acaban de descubrir tu refugio, matar a, por lo menos, un quinta que te tiene agarrado por el pescuezo, pasarte cuatro horas y media delante del espejo transformándote en él con vicisitud y luego hacer que te acabas de Diablerizar a tí mismo, todo ello delante de un ejército de testigos? En dos palabras: na-die.
Bueno, hasta aquí esta breve historia de la Diablerie. Hasta donde yo sé, estos han sido los diabolistas y diabolizados más famosos e importantes del Mundo de Tinieblas. Si me salté alguno, me mandan un e-mail a cescas@teleline.es.
Enrique Castro, ancilla del Clan Tzimisce
Velya : (cescas@teleline.es)