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Bela Lugosi esta muerto y yo también. Pero los restos de Bela están pudriéndose en un ataúd, mientras que yo puedo sentarme aquí en el balcón, disfrutar de mi bebida y contemplarte. Lo siento si suena presuntuoso pero creo que yo salgo ganando. Adivino al mirarte que no comprendes. Por supuesto que no....son tiempos cínicos y racionales, y no vas a creerte que sea un muerto sólo por que yo lo diga. Hace un siglo hubiera sido otra cosa (bueno fue bastante distinto la última vez que tuve esta pequeña charla con alguien) pero estamos en una época de hechos. Y el hecho es que los cadáveres no se mueven, no caminan, no hablan. Y lo siento mucho, querida, pero tengo una sorpresa para ti: este cadáver si lo hace. En las próximas horas voy a explicarte con todo detalle por que todo lo que crees saber sobre la vida y la muerte está equivocado. En otras palabras no sabes una bendita cosa de cómo funciona el mundo, y yo voy a abrirte los ojos. Pero me temo queerida, que no va a gustarte lo que verás.
Antes de que sigamos adelante permíteme decirte que tienes una oportunidad sin precedentes, mi especie no habla de sí misma con la tuya... ahora no, y por lo general nunca. Hemos pasado 5 siglos tejiendo un telón que llamamos la mascarada para ocultaros el verdadero espectáculo, pero a fin de cuentas es bastante sencillo: los vampiros no queremos que sepáis de nuestra existencia. Es por el mismo motivo que el lobo no quiere que las ovejas sepan que está cerca. Facilita mucho nuestro trabajo y así por ejemplo, aunque tenemos los colmillos afilados con lo que nos han marcado las noveluchas y las películas, los mortales no lo veis si no los mostramos. Como Ahora.
Te has puesto pálida querida. Deja que yo me ponga pálido por los dos. Debo admitir que estoy decepcionado por tu sorpresa. Tómate un momento para tranquilizarte, si puedes. Para ser sincero, me temo que es la menor de las sorpresas que te esperan esta noche. Condenación, ¿de verdad eres tan tonta? Vuelve a sentarte. Ahora mírame. SSsss, basta de gritos. Nadie va a venir a rescatarte y nadie va a llamar a la policía... no en este edificio. Es algo realmente victoriano, esa forma que tienen los vecinos de ignorar todo lo que no ocurre directamente ante ellos.
Supongo que deberíamos comenzar por lo básico. En efecto, soy un vampiro, llevado a tal estado de la existencia en el año de nuestro señor de 1796 por una mujer que me fue presentada como una “dama de la noche”. El caballero que nos presentó (uno de sus sirvientes según descubrí más tarde) tenía un extraño sentido del humor. Sí, bebo sangre humana. Sin el sustento que me proporciona me marchitaría; con ella, viviré para siempre. Exacto, para siempre. A menos que sea destruido (no es nada fácil) los vampiros somos tan inmortales como dice la leyenda. Sólo el sol y las emociones que engendra, nos esta vedado; los vampiros podemos beber en las noches de eras incontables, podemos seguir incólumes, mientras todo lo que hay a nuestro alrededor se desmorona, es reemplazado y se vuelve a desmoronar y así sucesivamente... Sangre, sí sangre. Puedo sobrevivir con sangre de animales (casi todos podemos menos los más viejos), pero esta dieta no es agradable. No todos queremos beber de las mejores cosechas, pues de lo contrario pasamos todo el tiempo con un embotamiento en las tripas que nunca desaparece. Además diría que se pone peor cuanto más hambre tienes; es probable que un vampiro que haya pasado demasiado tiempo sin alimentarse demuestre una lamentable falta de autocontrol. Hay otros indicios fisiológicos de mi condición. Mi corazón no late, pero basta con mi fuerza de voluntad para impulsar la sangre por mi cuerpo. Mis órganos internos por lo que se llevan mucho tiempo atrofiados y convertidos en simples vestigios. Pero ningún forense llegará a verlo, pues si fuese destruido me descompondría rápidamente. Mientras tanto no me afectan las molestias como la respiración, las temperaturas extremas y demás. Mi piel siempre está fría a menos que desee calentarla. Pero eso cuesta un cierto esfuerzo de voluntad y gastar sangre valiosa. La comida corriente me es repulsiva y no aguantaría mas de un segundo en lo que me queda de estómago. En términos legos, ya no soy humano. A todos los efectos soy simplemente un cadáver andante. Ah volvemos a la ingestión de sangre. Sí me temo que es una necesidad aunque se puede dejar viva a la víctima. Todo lo que hace falta es un poco de autocontrol y un pequeño esfuerzo para cerrar la herida.... y no, no todos bebemos del cuello. Pero el problema de dejar viva a tu presa es que a menos que tengas ciertas... protecciones, recuerda lo ocurrido. Estas violaciones de la mascarada no están bien vistas por los poderes fácticos entre los vampiros, con frecuencia limitarse a matar es lo más sencillo.
En realidad, lo esencial del asunto, es que beber sangre no solo me permite perpetuar mi existencia, sino que me procura una sensación distinta a cualquier cosa que pueda ofrecer este mundo. ¿Cómo es? querida, las palabras no pueden describirlo. Imagina beber el más exquisito champán y las sensaciones del coito más sensual que hayas tenido, súmale el éxtasis del fumador de opio al darle la primera calada a la pipa, y puede que entonces empieces a hacerte una mínima, infinitesimal idea de lo que se siente al beber sangre del ganado... disculpa, de un ser humano vivo. Los drogadictos modernos mentirán, robarán y matarán por su pequeño viaje al cielo: el mío es mejor y además me hace inmortal ¿Puedes imaginarte lo que haría para saciar ese hambre? No te molestes en hablar de posibilidades; la verdad es peor de lo que puedas pensar. Y se me considera un caballero entre los de mi especie. Ahora hazte una idea si puedes, de algunos de mis parientes, los que no son tan educados como yo. Son capaces de cometer (y cometen) actos en los que prefiero no pensar. Y aquí estas pobre humana descubriendo lo frágil de tu existencia. Empiezas a asustarte? Deberías.
En muchos casos uno recibe el primer trago de sangre la noche que se convierte en vampiro... uno de la estirpe como nos gusta llamarnos. El proceso recibe el nombre de abrazo y tiene dos fases distintas y bastante difíciles. En la 1ª el vampiro que quiere crear progenie bebe hasta la útima gota de sangre de su futuro “chiquillo”. Cuando la última gota abandona el cuerpo, el vampiro “padre” (sire), devuelve parte de la sangre robada. Se muerde el labio o la muñeca o lo que sea y deja que algo de su vitae pase a la boca de la víctima. Suponiendo que el mortal no se resista y que el sire no se haya retrasado demasiado, la presa resucita como un vampiro. Mi propio abrazo podría parecer el epítome del lujurioso esplendor romántico que tu época ha atribuido a mi especie, incluso así me estremezco aterrado al recordarlo. Todos los ingredientes del romance estaban presentes (el bouloir iluminado por las velas, las copas de vino a medio beber, el palpitante pecho de mi dama...); parecíamos estar en las páginas de una novela. Caímos en la cama y en el culmen de la pasión, hundió los colmillos en mi cuello. Entre el placer del momento y el de su alimentación (si, es bastante placentero para los mortales hasta el punto de que algunos se vuelven adictos) estuve encantado de dejarme llevar. Y entonces, mientras estaba allí tumbado mirando aquella puerta oscilante ante mi, mientras mi alma daba sus primeros pasos vacilantes hacia el cielo, ella se abrió la muñeca tranquilamente y derramó el vitriolo de la vida eterna por mi boca. Su sangre me quemó al pasar por mis labios y por la garganta, y me encontré queeriendo vivir. El dolor causado por la sangre era la prueba de que estaba vivo, y cuando fue obvio que no la cruzaría, la puerta se cerró ante mí con un sentimiento de tristeza, dejándome con mi sire y un ánsia asesina. Por fortuna mi maestra fue tan gentil como para atenderme en el cambio: había seducido a mi mejor amigo antes de hacerse conmigo, dejándole en una habitación contigua como alcaudón, alimentando a su cría. Ah, sí, el hambre de la creación, esa pequeña cantidad que el sire otorga no es mucha... unas pocas gotas con mas sentido místico que nutritivo. No proporcionan alimento suficiente para satisfacer el hambre de un vampiro nuevo, así que al nuevo chiquillo le conviene rezar para que su sire haya preparado algunas botellas o mejor cuerpos para el momento. He contemplado el horror de los vástagos recién abrazados entregándose a esa hambre incontrolable y haciendo pedazos a quien estuviese cerca. Cuando la sed te embarga haces lo que sea por saciarla. Matarás a tu hijo, tu padre o tu amante, y te sentirás feliz... al menos mientras dure el frenesí. Este es el punto querida. Por que no importa el tiempo que hayas pasado en frenesí ni lo que lo provocó (miedo, hambre, dolor, o rabia); no importa que hayas cedido al animal que hay dentro de tí: no puedes controlar lo que haces y siempre acaba saliendo. Y es entonces cuando debes enfrentarte a los consecuencias de lo que hiciste cuando el animal estaba al mando. Y el primer frenesí no es nunca el último. Uno podría pensar que con el paso del tiempo se va haciendo más fácil superar esa pérdida de control, pero no se podría estar mas equivocado.
El lado animal de un vampiro recibe el nombre de la Bestia. Por desgracia darle a ese hambre monstruosa un nombre distinto no basta para calmarla. Si alguien sobrevive el tiempo suficiente como vampiro se ve forzado por su misma naturaleza a hacer cosas obscenas. Y acaba acostumbrándose a esas atrocidades y pasando a otras mayores, y lo que fuese humano en el vampiro acaba por morir. Cuando desaparece el último resto de humanidad de un vástago (y te aseguro que muere después de ver desaparecer a tantos amigos, seres queridos y descendientes), la bestia se impone para siempre. El vampiro se convierte en un animal. Si llegas a ese punto lo mas probable es que ni te des cuenta cuando te maten. Si tienes fuerza de voluntad y una decente conciencia del Yo puedes aguantar décadas... siglos incluso. He oído hablar de un vampiro que tiene mas de 2000 años. Pero nunca, nunca estarás libre del miedo al triunfo de la bestia. Y ese miedo es lo que la bestia usará para controlarte. Por supuesto la mejor forma de combatir a ese demonio es mantenerse en forma, lo que incluye una alimentación regular. De nuevo eso querra decir que tarde o temprano empezarás a matar ganado (mortales, perdona) y cuanto más mates mas fácil te será hacerlo. La bestia también gana de esta forma. Aunque no quisieras hacerlo, aunque el proceso empiece por accidente tarde o temprano te acostumbrarás a la visión de un cadáver. Tras el décimo, el centésimo o el milésimo deja de ser un persona y se convierte en un objeto, un recipiente. En ese momento dejas de ser remotamente humano.
Pero hay en la sangre mucho mas que alimento, mucho más. Hay poder, hasta tal punto que algunos vampiros lo llaman “vitae” de vida. ¿La legendaria fuerza y velocidad de los vampiros? Un producto de la adecuada aplicación de la sangre. ¿La invulnerabilidad a las lesiones mortales? Otro trago del mismo pozo. Me han vaciado cargadores enteros en la barriga sin frenarme en absoluto. La sangre alimenta muchos de nuestros talentos “mágicos” que nos atribuyen. Y por supuesto puedo enviar sangre a mi piel para parecer casi humano. Evidentemente, hay un precio que debemos pagar. Cuanta más sangre gasto en esos trucos de salón, mas rápido se agotan mis reservas. Tsk, tengo hambre ¿te importaría acompañarme a dar una vuelta?
¿Hace frío verdad? Veo que miras mi aliento... sí, forma vapor. Es otro uso de la sangre, uno que me resulta bastante útil para ocultarme en presencia de cazadores de vampiros. Hmmm cazadores de vampiros una gente muy antipática, llena de fuego y fanatismo en la misión que han asumido. Muchos de ellos ni siquiera se acerca a la posibilidad de destruir a uno de nuestra especie, del resto la inmensa mayoría hace más mal que bien a su causa. Acaban con los débiles e ineptos, dejando a los más fuertes y listos. Muchos cazadores son autónomos, y van por libre. Chusma caótica que van con estacas y escopetas mientras tropiezan ciegamente en los jardines de la noche. Otros trabajan como agentes de su gobierno convencidos de que somos parte de una conspiración enemiga para acabar con el modo de vida Americano. Estúpidos. Los peligrosos están vinculados a la iglesia católica y a algo llamado la Sociedad de Leopoldo. No te dejes engañar, es la inquisición bajo un disfraz moderno. Ellos y otros como ellos han sacado de nosotros las conclusiones suficientes como para sacar las conclusiones equivocadas. De acuerdo con el cazavampiros típico somos malignos siervos de Satán enviados aquí para provocar la destrucción y servir a nuestro amo infernal. Todo esto a pesar de lo que pueda parecer es pura merde. Ningún hombre, vampiro o demonio es mi amo. Hay otra muchas medias verdades e ideas equivocadas que sirven a nuestros intereses. ¿Ves esa iglesia? Te darás cuenta que estoy en media crucis, justo el lugar donde cae la sombra de la cruz, y no me hace nada. Ni ningún otro crucifijo o símbolo religiosos a menos que el que lo sujete tenga algo de verdadera fe en su religión, algo bastante raro en estos días. Nueve de cada diez veces te puedes acercar a un sacerdote, arrancarle la cruz de las manos y matarlo mientras le pregunta a dios qué ha ido mal. En cuanto a las mismas paparruchas de las películas, lo mismo ¿ajo? Inútil, solo si te atraviesan el corazón te inmovilizan, ¿agua corriente? Me baño gracias, ¿luz solar? Eso duele pero hace falta algo más que un rayo de luz para convertirse en ceniza. Con el fuego ocurre lo mismo, te quema, pero hace falta algo más que un segundo. En cuanto al lugar que nos dirigimos se trata de un bebedero, veras a algunos más de los míos, pero no te asustes, mientras estés conmigo nada te pasara.
No no hace falta que guardemos cola, el portero es un Ghoul. De vez en cuando bebe algo de nuestra sangre para conseguir algunos de nuestros poderes. Solo unos pocos, entiéndeme. Los Ghoul siguen siendo mortales. Los beneficios de este acuerdo son limitados , no consiguen todos nuestros poderes pero a cambio pueden seguir procreando, sentir el sol en sus hombros y ahogarse por accidente. Sí la creación de Ghoul es otra propiedad de la sangre. Hay muchas cosas de la sangre que aun no te he contado. Atiende, bebe la sangre de un vampiro 3 veces y estarás totalmente esclavizada por el. Este sentimiento se llama vínculo de sangre, y si el vampiro responsable lo refuerza puede durar para siempre. Ni siquiera puedes morir para librarte de el ¿puedes imaginártelo? ¿verte obligada a amar a alguien para siempre sabiendo que el amor que sientes (tan grande que matarías o morirías por tu amado) es una mentira? ¿odiarle y amarle al mismo tiempo y no ser capaz de hacer absolutamente nada?
Ahora debo hablarte de la familia antes de presentarte. De acuerdo con la leyenda vampírica todos descendemos de Caín hijo de Adán y Eva. Al parecer Dios convirtió a Caín por la muerte de Abel convirtiéndole en un vampiro. La marca de Caín era de hecho la marca del vampirismo. Caín descubrió que podía pasar a otros su maldición mediante el abrazo para aliviar su soledad. Por desgracia el proceso no se detuvo, cada chiquillo de Caín hizo chiquillos y estos a su vez hicieron otros y así sucesivamente. Al darse cuenta de la situación Caín prohibió que se crearan más vampiros y desapareció. Por supuesto cuando no está el gato los ratones bailan. Los jóvenes vampiros hicieron tanto caso como cabría esperarse, que es por lo que estoy aquí. Claro está, cada paso que se aleja de Caín (cada generación de vampiros) el chiquillo es un poco mas débil. El propio Caín es la Primera generación, sus chiquillos la 2ª y así vamos bajando. La 13ª generación es la última que vale el petróleo que se quema en el infierno; tengo motivos para pensar que los vampiros de 14ª son estériles. Nunca le preguntes a nadie su generación, es una falta grave de etiqueta. En cualquier caso no todos somos como Caín ¡Que dios ayudase al mundo en tal caso! En lugar de ello cada miembro de la 3ª generación (llamamos antediluvianos a esos seres míticos, pues se supone que eran anteriores al diluvio de Noé) tenía dotes y maldiciones particulares, y todos los vampiros descendientes de estos vástagos concretos, comparten las mismas características. Nos especializamos, criados como perros o caballos de carreras, y esos linajes especializados recibieron el nombre de clanes. Hay 13 grandes clanes conocidos cada uno con sus poderes y perspectivas. Llamamos a esos poderes disciplinas, y a todos los efectos son mágicos. Oh y también está la Yihad, la lucha eterna, el gran juego. Muchos vástagos dirían que la yihad como los antediluvianos son un mito, pero creen en ella en lo mas profundo de sus corazones. Por lo que dicen las historias, durante las primeras noches, los chiquillos de Caín empezaron a luchar entre ellos usando a sus chiquillos y al ganado contra los esbirros de sus enemigos. Naturalmente dado que los vampiros son inmortales, las disputas nunca terminaban del todo: el juego de finta y estocada, parada y respuesta continua dura (dicen) hasta hoy, y muchos de los los participantes ignoran su condición de tales. Vástago contra vástago, clan contra clan, nación mortal contra nación mortal.... todos guiados por los hilos de titiriteros invisibles. Una idea tonta si pero he visto muchas cosas extrañas en la noche y a veces me pregunto si mis actos son realmente míos...Oh bueno tonterías existencialistas.