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Él la observó. Cruzando la calle. Caminando por la calzada, su falda ligeramente subida hizo estremecerse sus labios.
Él la siguió. Ella se mantenía bien, una posición desafiante. Definitivamente, clases de defensa personal. Le gustó el desafio. Un tintineo de llaves. Ella llevaba un bote de Spray. Bien, esto promete ser divertido.
Él la persiguió. Unas pocas manzanas. Era sólo otra persona invisible en las calles a medianoche, intentando llegar a casa antes de la hora bruja. Si tan solo ella se diese cuenta de que el ritmo de sus pasos era el mismo que el suyo.
Un callejón apareció. Él aceleró el paso, ligeramente. El sonido, la diferencia en el sonido...la distrajo. Hora de atacar.
Una mano tapó su boca, manteniendose lejos de sus dientes. La otra apretada alrededor de su cintura. La arrastró hasta el callejón. La caza había terminado. El festín había comenzado.
Ella era rápida con el spray, tuvo que concederselo. Pero las mujeres son criaturas estúpidas. Todo lo hacían mal. Antes de que ella pudiese apretar el botón, él agarró el bote, claramente accesible, y se lo quitó. Un momento después, irritantes químicos bañan la cara de la mujer.
Ella intenta gritar, pero él saca el cuchillo. Él masajea su garganta con él, y le dice: Sin gritos. El cuhillo no muerde. Ella no grita.
Ella está llorando ahora, sollozando debilmente, ya sea a causa de las quemaduras químicas, o por puro terror, él no lo sabe. Ni le importa.
Él la tira al suelo, y se tumba sobre ella. Ella grita, y el cuchillo habla, cortando su cuello. No mucho. Sólo bastante para que ella comprenda.
La obliga a abrir sus piernas, remontando su falda. Ella quiere gritar, pero no puede. El acero en su garganta es suficiente mordaza.Sin pantys. Bien.
Ella está hablando, y él quiere forzarla. Él escucha. Esto podría ser bueno.
"¿Quién...quién eres tú? ¿Por qué YO?"
Él rie, y la mira fijamente a su cara atormentada. "¿Quien sabe, puta?¿Quién coño sabe?"
QUIEN SABE...
¿Eco? Atrapado en el no-existente viento, parece reverberar
a través de la calle. Él se detiene. Ella se queda helada. Era real.
Los asusta a ambos.
QUIEN SABE...
De nuevo, no es un eco. Es distinto, más impaciente. ¿QUE MAL...
Echó un vistazo a sus rodillas. Algo va mal...
SE ESCONDE...EN LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES...?
Una pausa. Él observa el callejón. Nadie. Para toda la privacidad y oscuridad que el callejón ofrecía estaba relativamente bien iluminada. Una luna llena ilumina el cielo, disipando las sombras. No había lugar donde ocultarse.
LA NOCHE LO SABE...
Y entonces una risa. Horrorosa y terrible. Dirigida a él, y él estaba solo. Se orinó en sus pantalones.
Él está en pie, dispuesto a enfrentarse a su enemigo, el enemigo que no está ahí.
"¿Donde coj--"
Es como si el muro se hubiese golpeado contra él. Yace tirado, casi aplastado por la fuerza del golpe en su cara.
Él está sangrando. Sangrando y dolorido. ¡Y el tipo ese no está en ninguna parte!
Prepara su cuchillo. No importa. Un segundo ataque, casi tan concusivo como el primero, acaba con su mundo. El golpe en la nuca le hace ver las estrellas.
Él comienza a correr. Un animal, casi atrapado, en busca de la libertad. Sin saber donde está el cazador, el verdadero cazador está EN TODOS LADOS.
Un cañón, sostenido por una mano, resuena a través de la noche, y encuentra su objetivo en su delicado pecho. Él lo contempla en gloria carmesí cuando su vida explota. Una y otra vez.
Y entonces, sobre él. Aparece una forma, sosteniendo un antiguo revolver. Se mueve hacia ella, donde está agachada aterrorizada.
Ella intenta patearlo, y se mantiene. Necesita estar cerca. La mira fijamente a los ojos con seducción escarlata y le dice. Le dice que no ha sucedido nada. Nada de esto. Nada de lo que pudo haber pasado. Acaricia su mejilla, y ella alza la mirada, perdida. Ella lo comprende.
Se levanta. Las sirenas vendrán pronto, trayendo a los paladines, esos demasiado puros para comprender su estilo. Sonríe, y hace un llamamiento al aire, "Tómame, Madre Nox... transportame en tu regazo!"
Y ella lo vió derrumbarse, y envolverse en una bola, como si intentase encogerse hasta la nada.
Pero no se detuvo ahí. Se levantó, fuego en sus ojos, y marfíl en su boca, colmillos demasiado afilados.
Saltó sobre el cazador, un chacal para el tigre que había antes, y bebió su sangre a sorbos. Mucha sangre. La policía nunca lo sabría.
Y entonces se fue. Ya fuese corriendo o volando o simplemente caminando no importa.
Ella no lo recuerda.
Nombre: La Noche
Nombre Real: Lemont Cranston
Clan: Malkavian
Sire: Max Herald
Naturaleza: Fanatico
Conducta: Protector
Generacion: 11ª
Abrazo: 1989
Edad Aparente: 20
Físicos: Fuerza 2 Destreza 5 Resistencia 4
Sociales: Carisma 4 Manipulacion 4 Apariencia 2
Mentales: Percepción 5 Inteligencia 2 Astucia 3
Talentos: Alerta 3 Atletismo 3 Pelea 4 Esquiva 4 Empatía 4 Intimidacion 2 Callejeo 2 Subterfugio 2 Liderazgo 3
Técnicas: Conducir 2 Armas de Fuego 4 Seguridad 3 Sigilo 4
Conocimientos: Burocracia 1 Informática 2 Investigacion 4 Leyes 4 Ciencias 3
Disciplinas: Auspex 2 Ofuscación 4 Dominacion 3 Celeridad 1
Trasfondos: Mentor 4 Recursos 4 Contactos 3 Generacion 2
Virtudes: Consciencia 4 Autocontrol 3 Coraje 5
Humanidad: 6
F. Voluntad: 8
R. de Sangre: 12/1
Imagen:
(Verdadera) Varon afroamericano, con ojos marrones, 5'10" de altura. Delgado.
(Noche) 6'4" Caucasiano, con cabello marron oscuro, horribles ojos marrones, una nariz ganchuda. Lleva un sombrero negro, capa negra lo bastante voluminosa para disimular su forma, y un pañuelo rojo sobre la nariz y la boca. Así, su única parte visible son sus ojos.
Historia:
Se podría decir que todo fue culpa de su padre. Nacido George Cranston era bastante normal, pero cuando tu heroe favorito de la radio era la Noche, infame vengador oscuro, cuya identidad secreta era Lemont Cranston, da vueltas en tu cabeza. Quizas tuvieses un hermano secreto (que, por supuesto, era blanco) quien, en realidad, no era otro sino ¡La Noche!
La Noche era un vigilante callejero que siempre tomaba la justicia por su mano. Aprendió un poder de un monasterio tibetano que le permitía hipnotizar instantáneamente a la gente para que creyese que no estaba ahí, una efectiva forma de invisibilidad. La Noche también podía mirarte con sus fríos ojos, y discernir el mal que habías hecho en el pasado. Era una de las historias favoritas de George. Cuentos para niños.
Y entonces George Cranston creció, pero nunca olvidó. Guardó sus comics y thrillers pulp, y el recuerdo de La Noche, esperando dárselos a su hijo.
Parecía como si nunca fuese a suceder. El doctor dijo que podían haber sido los productos químicos del laboratorio, pero que realmente no lo sabía. Finalmente, él tenía cuarenta y cinco, ella tenía cuarenta. Y un milagro sucedió. Un chico. Un chico que significó mucho para él, fue un nombre para darle. Lemont Cranston. La Noche.
Él adoctrinó a su hijo, dándole a conocer las últimas hazanas de La Noche. Lemont aprendió rápido. Desde la más temprana edad que George podía recordar, Lemont quería ser Abogado de Distrito, al igual que su tocayo.
Y así nada fue demasiado bueno para Lemont. Fue a la Universidad del Noroeste, en el barrio norte de Chicago, para convertirse en abogado.
Pero Lemont tenía una pasión secreta. Amaba el pulp. Quería escribir historias de "crímenes reales", incluso aunque estuviesen pasados de moda decadas antes. No por ello dejaré de escribir, pensó.
Se las mostró a sus "amigos." Chicos que habían crecido en aquellos barrios, con mucho trabajo duro, y poca suerte. Ellos se rieron de él. "¡Tio, tú no sabes lo que es un crimen!"
Era verdad. No lo sabía. Pero iba a averiguarlo. Un violador en serie estaba acechando por la Zona Norte, persiguiendo a mujeres. Se habían emitido numerosas descripciones que parecían indicar que cualquier joven negro era sospechoso. Eso no detuvo a Lemont.
Él recordó el bar donde fue con sus amigos para hacer prácticas de tiro y permaneció allí. Entonces, usó sus habilidades de razonamiento deductivo e intuición, y lo localizó. No cabía error, era él.
Lemont lo encontró, saliendo del vestíbulo, y lo siguió. Puso en práctica todo el entrenamiento que había aprendido de los numerosos manuales de detectives que había estudiado, y se convirtió en la sombra de su objetivo.
Y, curiosamente, el objetivo atacó.
Aún desprevenido, Lemont vió como el atacante agarró a una mujer mayor, y la arrastró a un callejón. Sin esperar esto, Lemont entró en pánico. Pero en lugar de correr lejos, se acercó.
Lo más odioso sobre este violador era el placer que encontraba en marcar el rostro de sus víctimas con un cuchillo. Cuando Lemont llegó a la esquina, esto es lo que vió: una mujer gimoteando, una fuente de sangre por cara. Pero sin atacante.
Golpeó. Primero en el pecho, El corazón de Lemont se partió en dos. Él intentó caer, pero el atacante siguió insertando la hoja sobre sus tripas.
Cuando hubo terminado, el violador se volvió hacia su víctima, y empezó de nuevo. Lemont, rezumando vida por cada uno de los agujeros, contempló todo el horrible suceso ya que no podía cerrar los ojos. Muerte, cuando venga será un alivio.
Sus últimos recuerdos eran del violador, marchándose, y pateándole la cabeza cuando pasó.
Y entonces una sombra cayó sobre él...
El resto es borroso. Despertó en su base secreta, bajo el solar donde vivía. Él era Lemont Cranston, pero era Lemont Cranston, Vengador Oscuro, Sirviente de Madre Nox, la Diosa Protectora, una deidad Tibetana que había descubierto en uno de sus muchos viajes alrededor del mundo.
Algo había pasado. ¿Su...muerte?...lo había imbuido de algún modo con extraños, místicos poderes. El poder de nublar las mentes de los hombres, el poder para buscar en el alma de los hombres algún intento malvado.
Pero el manto de este poder conllevaba una pesada carga. Estar consagrado a Nox, debía repudiar el sol. Aunque para Lemont, no era un problema. Era una criatura de la noche, un paladín de su Diosa, dispuesto a defender las tinieblas de aquellos las usan para el mal. Él era La Noche.
Cuando hubiese pagado la deuda, y el enemigo fuese vencido, ya fuese por frios puños o por plomo caliente, Nox transportaría a La Noche a un plano de éxtasis por un trabajo bien hecho. Él despertaría unos minutos después, a manzanas de donde empezó. Madre Nox era así de buena.
Su armamento consistia en una Metralleta Thompson modificada, con el tambor redondo estandar de 88 balas...con unas pocas modificaciones personalizadas. El interior fue modificado, y reemplazado con moderna tecnología de fuego, las balas eran de punta hueca. Sus dos revolveres Colt tambien estaban modificados para usar una munición más pesada, y soportaban cartuchos dum dum.
Su capa estaba hecha de un tejido a prueba de balas, con tiras de kevlar cosidas en ella, como protección adicional. Si sus poderes no funcionaban, o él prefería luchar cara a cara, podía usar la capa como arma y protección, presentando una masa de tela que hacía más dificil impactarle (+2 a la dificultad si esta es la única acción en un round).
Finalmente, tenía un gran número de maravillas de alta tecnología, las más útiles eran un potente altavoz concetado a un micrófono que tenía en la solapa del traje. Podía pegarlo a un muro, y hacer entonces que su voz pareciese venir de la dirección opuesta a donde se enontraba realmente. Distorsiones vocales son suficientes para hacer que fuese realmente tenebroso oirlo.
Su coche es una maravilla de la tecnología "kit". Una replica del 1932, tiene un motor superior, con la banda de la policía, teléfono celular y ordenador de a bordo, así como paneles cerámicos protectores, y cristal a prueba de balas. La velocidad máxima es de 130 mph. Un ECM montado sobre la guantera asegura que la policía no se implique.
Actualmente, La Noche está cazando a la escoria criminal que arruinó su vida. Anhela el momento en el que pueda abandonar la máscara, y volver al sol, pero sabe que no puede dar la espalda ante un crimen.
La Verdad:
Ah, la verdad es una cosa maravillosa, ¿no? Max Herald era un dios del pulp a finales de los años 20 y principios de los 30. Él creó a La Noche, Sandman, y un cierto número de Vengadores Oscuros, y basó sus aventuras (principalmente La Noche) en Chicago.
Por alguna razón que nadie hoy día comprende, a una buena parte de la población vampírica le gustaba Max. Algunos dicen que era porque comprendía la llamada de la noche, lo expresaba de formas perdidas para los Vástagos.
Se decidió que antes de que a Max se le permitiese envejecer un solo día más sería Abrazado. La idea atrajo al escritor, y se preparó.
Ahora había un problema. En esa época, la inmigración vampirica era alta en todo momento. La creacion de neonatos estaba muy controlada; uno sencillamente no podía abrazar a otros...de forma que se siguiese así ad nauseam, y el caso debería plantearse ante un juez imparcial. En este caso, el juez era Hugo, un odioso Tremere, a quien definitivamente no le gustaban Max Herald y sus trabajos. Sabía que no podía rechazar la petición, así que pasó la bola. A un Malkavian.
El transtorno de Max era interesante, por decir algo. Parecía totalmente normal, excepto que ya no podía distinguir entre la realidad y la fantasía en que estaba constantemente pensando.
Cada momento se convertía en una aventura, cuando intentaba decidir si el lupino que corría rugiendo hacia él era real o no.
Él estaba cansado, y dormía a menudo. Cada vez que despertaba, lo hacía reviviendo en uno de sus personajes. Esto hizo que su locura se reafirmase en él.
Un día, hace unos pocos años, cuando despertó, una idea vino a él. Agarró el listín telefónico, y buscó. Había estado deprimido pensando que quizas todo su trabajo fue en vano. Se preguntó si alguien era tan leal, que pondría a su hijo el nombre de uno de sus personajes. Buscó y buscó y...lo encontró. Lemont Cranston, ¡ni más ni menos! ¡Su personaje favorito! Se dispuso a encontrar más información. Max estaba más que feliz...
Ok, era de raza equivocada, pero no había nada malo en ello. El chico era un fanático de La Noche. Max leyó con gran placer las historias de "Crímenes Verdaderos de Lemont", y lo siguió allá donde fuese el muchacho.
Y entonces la noche en el callejón...
Quizas Max pudo haber hecho algo para detenerlo, pero eso no importa ahora. Lemont estaba ahogandose en un charco de su propia sangre, y la escena reclamaba justicia pulp.
Justificando lo que habría hecho de todos modos (solo esperaba a que Lemont fuese un poco más maduro física y mentalmente), Max abrazó a Lemont, y lo llevó a su refugio. Allí reesculpió los recuerdos de Lemont para encajarlos en su nueva vida. Max usó sus considerables recursos para construir todos los objetos que una vez existieron solo sobre el papel. Le llevó tiempo, especialmente entrenar a Lemont en todos sus dones, sin que el lo supiera, pero estaba preparado.
Max envió a Lemont al mundo, con estrictas ordenes de evitar a los otros vástagos (aquellos con rostro pálido) a toda costa. Esto lo ha hecho bastante bien.
Un problema es que Lemont no sabe que es un vampiro. Ha construido su mundo de fantasía alrededor de La Noche. El modo en que se alimenta es que tras matar a un criminal, el Sr. Cerebro desaparece, y Lemont cae en frenesí alimentandose sobre el cadaver. Entonces corre lejos, y despierta manzanas después, sintiendose como si hubiese sido "transportado" allí.
¿Como ha reaccionado Chicago ante La Noche? Solo a una persona le podría importar, y es el Príncipe. Tal (relativamente) despliegue de poder podría ser alarmante, quizas peligroso, pero los beneficios superan con creces a los riesgos. Los objetivos de Lemont solo son los individuos violentos.
Aquellos a los que deja con vida, les borra cuidadosamente los recuerdos excepto el nombre de ¡La Noche! ardiendo en su mente. Lodin suprime los papeles y a la policía, y el efecto es dramatico. La palabra de La Noche ha quedado fuera de los medios de comunicación, provocando un rumor de boca en boca, entre los grupos de ricos y el submundo criminal, algo que es facil de negar.
Cuando la gente se siente segura, hay más caza por la noche, haciendo el trabajo del vampiro más facil, y menos arriesgado. La Noche está, en efecto, haciendo que la gente se sienta segura por la noche, ya sepan lo que está haciendo o no. Y aparece como un bienhechor. Los violentos crímenes (no-vampiricos, por supuesto) se han reducido visiblemente en las zonas donde La Noche patrulla.
En cuanto a Max, es feliz como nunca. Por primera vez en su vida, ha conquistado su transtorno, convirtiendo la fantasía en realidad.
Y el efecto se está propagando. Un vigilante que se hace llamar Sandman está operando en Nueva York, donde Sandman una vez rondó. Por supuesto, uno podría pensar que es un imitador Malkavian, pero entonces de nuevo, ¿de donde ha sacado Sandman una réplica exacta de todo el equipo necesario?
Max no dice nada.
Como funcionan sus poderes:
La habilidad para nublar las mentes de los hombres: Se esconde, usando Ofuscación 2 (Quien iba a estar buscando a un chico negro???) para colocar los altavoces. Cambia a Ofuscación 3 para parecer como la Noche. Golpea al enemigo con Ofuscación 4. Si es perseguido, gira una esquina a una calle transitada, y Ofuscación 3 para todo el mundo.
También puede usar Dominación 3 para hacer que la víctima olvide los recuerdos de su ataque. Esto puede ser bueno y malo. El vacío en su memoria, cuando se despierte, rodeado por la policía, y un cadaver a unos pocos pies, es un poco enervante. La mayoría de los psiquiatras diagnosticarán amnesia postraumatica, y diran a la policía que no lo presionen. Pero estos casos cada vez son más...
La habilidad de conocer intentos malvados: Auspex 2, con -destellos- de Auspex 4 (Si el intento malvado es fuerte, La Noche puede captar detalles sobre la nturaleza, para confundir al malhechor (Como lo sabe?).
Nota:
Contra otro vampiro, o grupo de vampiros, La Noche es carne. Él los tratará como a humanos normales, o pensará que son compañeros Hijos de Nox. Él simplemente aún no está preparado para los grandes desafíos.
Por Timothy Toner.