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Si alguien me hubiese hecho alguna predicción y me hubiera dicho en lo que me iba a convertir le hubiera soltado una moneda y me hubiese ido riendo, pero aquí estoy frente al espejo arreglándome una noche más recordando lo que un día fui y como he llegado a ser lo que soy.
Supongo que poco hay que recordar de aquel niño rico que lo tuvo todo en la vida, los mejores colegios, ropa de marca, juguetes y todo lo que se le antojase, el dinero nunca fue un problema para mi familia.
Cuando crecí hice exactamente lo que se esperaba de mí, me convertí en universitario y acabe la carrera de Derecho. Tras esto mi padre me presto apoyo económico para poder montar un bufete, que no tardó en florecer gracias a la fama que tiene mi familia en la ciudad. Poco tiempo después me independice y me fui a vivir a un gran chalet a las afueras de la ciudad. Todo estaba encarrilado para llevar una vida de rico sin ningún problema que no se pudiese solucionar con dinero. Pero aún me quedaba lo mejor por "vivir".
Todo comenzó una noche, ya llevaba unos años viviendo en mi chalet, me había deshecho de las deudas con mi padre y había empezado una relación seria con una mujer, una abogada compañera mía del bufete, todo era normal, pero esa noche tuve unos sueños un tanto extraños, oía una voz femenina, una voz cálida que me atraía, pero que decía cosas horribles que en aquel momento no entendí muy bien.
Tuve estos sueños cerca de un mes y pensé que podía ser debido al estrés del trabajo, así que decidí ir a un psicólogo amigo de la familia, que me dijo algo así: "Deberías salir, relajarte y alejarte un poco del trabajo". Y así lo hice y los sueños dejaron de atormentarme algunos días después. Pero la calma no duro mucho tiempo, apenas tres semanas.
Recuerdo que me desperté de un sobresalto y sentí una necesidad imperante de bajar a la biblioteca, cuando estuve allí pude ver un libro encima de la mesa, parecía un libro antiguo y no recordaba haberlo visto antes por allí. Empecé a leerlo hasta que me quede dormido. Tras varios días de lectura acabé con él y empecé a pensar que estaba loco, ese libro hablaba sobre criaturas que se alimentaban de sangre para ser inmortales criaturas de la noche que no pueden ver el sol, la Estirpe una raza aparte a la cual servimos de alimento, pero lo extraño es que yo nunca había creído en esa clase de tonterías, y sin embargo acabé de leerme ese libro y sentía la necesidad de saber más sobre eso.
A la mañana siguiente de terminar el libro encontré que este había sido sustituido por otro de igual apariencia pero de distinto contenido. Este hablaba de toda una sociedad, de Príncipes, Clanes, sectas, leyes y algo llamado Mascarada que evitaba que nosotros supiésemos de ellos. Cuando acabe este segundo volumen, no se porque, pero sabía que había mas libros como esos, me puse a buscar en mi biblioteca y encontré lo que buscaba, los volúmenes que faltaban pero también estaba allí el primer volumen. En los siguientes volúmenes se hablaba de la Estirpe a lo largo de la historia, de generaciones, del poder de la sangre, de la Bestia, de un juego llamado Jihad. Y así llegue hasta el último volumen que hablaba de un Clan llamado Ventrue, eran al parecer una espacie de líderes, nobles Vástagos que acariciaban el poder, líderes de una secta llamada la Camarilla, en aquel momento me sorprendió que se dedicase un volumen a estos Ventrue.
Después de todo esto sentí curiosidad por saber quien era el autor de estos libros, en ninguno de ellos ponía nada acerca de él, así que pensé en llevarlos a un experto para resolver mis dudas. Pero cual fue mí sorpresa la mañana que decidí llevar los libros al experto, encontré que los libros no estaban.
Este acontecimiento acrecentó las sospechas que tenía hace unos meses, desde que desapareció el primer volumen y apareció el segundo en mi mesilla de noche, estaba convencido de que era sonámbulo, de que me levantaba por las noches y manipulaba los libros.
Hable con mi psicólogo de todo esto, de cómo me había aficionado a la literatura de terror, hace ya algunos meses, y de mi problema de sonambulismo. Su diagnóstico fue claro, trabajaba demasiado y trataba de alejarme de la realidad mediante la literatura de ficción; con respecto al sonambulismo me dijo que era muy típico en gente con estrés, me aconsejo unas vacaciones lejos de mi trabajo. Y así lo hice preparé mis maletas y me puse rumbo a Francia, decidí ir allí porque hacía muchos años que no estaba allí y era una nación que me gustaba, lo que no sabía es que cuando regresase de allí ya no sería el mismo.
El viaje por Francia fue de lo más tranquilo vi monumentos, museos, bonitos parajes, para acabar el viaje en la capital, París, donde permanecería cerca de una semana.
Por las noches era difícil resistirse a salir del hotel, esta ciudad por la noche es un paraje de ensueño, mágico, lleno de glamour. Fue en una fiesta de la noche parisina donde conocí a una mujer, la más bella que jamás haya visto, era fascinante, vestía un vestido negro de noche que cubría su cuerpo hasta los pies, sencillo pero elegante, su pelo recogido dejaba ver la totalidad de su precioso y pálido rostro, sus ojos azul oscuro casi violetas penetraron en mí sin que yo pudiera hacer nada, estaba indefenso ante tanta belleza. Entonces empecé a oír su voz, una voz cálida y dulce que me resultaba familiar, la había escuchado antes, hace ya tiempo, en mis sueños, diciéndome cosas horribles. Pero me dejé llevar por esa mujer y estuvimos toda la noche juntos, para acabar la noche en su habitación.
Todo eso me parecía increíble, sentía sus labios, sus caricias, su cuerpo, notaba su aroma, sentía un placer que recorría todo mí cuerpo, un placer que jamás había sentido, entonces cerré los ojos, y cuando los volví a abrir sentía un hambre descontrolada, insaciable, entonces levante la mirada y pude ver como esa mujer cortaba sus muslos y dejaba caer su sangre por sus piernas hasta llegar a mi boca, su sabor era dulce y cálido.
Lo siguiente que recuerdo son mis manos ensangrentadas y el cadáver de un hombre en la bañera, y reflejada en el espejo... aquella mujer.
Sir Perdurus Alone : templo.hecate@biogate.com