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Literalmente, "Martillo de los Herejes", fue un polémico libro que relataba maneras de lograr confesiones de los herejes por parte de la Inquisición mortal. Los Inquisidores del Sabbat crearon esta Senda Taumatúrgica, que usan los Inquisidores como Senda Primaria y que nadie más sabe (pues se guarda con celo) La tirada para activar los poderes es la misma que para cualquier otra Senda Taumatúrgica.
Cruz Santa.
El iniciado en esta senda es capaz de saber si hay algún tipo de mal cerca. Como hoy en día no hay prácticamente nada virtuoso, el poder se ha quedado bastante obsoleto y sólo se usa en lugares donde se esté seguro que no hay más mal que el que se busca.
Sistema: Cada éxito permite localizar a una fuente de maldad bastante grande...cuidado con ser arrastrado a una subsidiaria de Pentex aplicando este poder. Para usarlo hay que portar una cruz, que actúa como detector del mal.
Fe del Justo.
Cuando se llega a este nivel de dominio de la senda, el Inquisidor es capaz de emular los efectos de la Fe Verdadera con los Infernalistas y otro tipo de criaturas malvadas (Perdiciones y cosas peores).
Sistema: Cada 2 éxitos añade un punto a la reserva de Fe Verdadera efectiva contra un Infernalista o criatura malvada durante una escena o hasta que el Inquisidor lo desactive.
Semillas de Verdad.
 
La afirmación de que es imposible engañar a un Inquisidor se refiere a este nivel de la senda, el Inquisidor puede saber si una frase es verdad, una completa mentira, o si oculta algún tipo de información (pero no sabrá la información). Esto actúa como una especie de sentido místico, pero muchos lo combinan con la tortura para descubrir las partes de información escondida.
Sistema: Hasta los tres éxitos se pueden detectar verdades o mentiras, mientras que con una tasa mayor de éxitos el Inquisidor puede saber si se le oculta algo. Nunca se podrá saber la naturaleza de la información que se oculta.
Don Marcial.
Los Inquisidores pueden ser realmente letales en combate, pues su fe en sus creencias les proporciona una mayor habilidad marcial. Se rumorea que este nivel de la senda fue desarrollado en colaboración con Tremere Antitribu que dominaban la Senda de Marte. La aplicación de este poder sólo debe realizarse en circunstancias extremas, o los demás Inquisidores empezarán a ver al que lo aplique con frecuencia como no apto para el cargo.
Sistema: Cada éxito permite añadir un éxito en la tirada para acertar con un golpe de Pelea o Armas Cuerpo a Cuerpo.
Favor Celestial.
Los Inquisidores hacen alusión a su tarea santa debido a este poder, llamado así porque realmente parece que Dios les conceda su favor para purgar a la Tierra de los demonios. Durante muy poco tiempo, aparece en sus manos la espada con la que el Ángel expulsó a Adán y Eva del Paraíso. Esta espada es de fuego, aunque no provoca Rötschrek, y sólo daña a Demonios.
Sistema: El número de éxitos convocando a la espada permite su estancia durante un turno por éxito. La espada sólo daña a los Demonios y hace |Fuerza + 3| de daño agravado a estas entidades.
Rituales de Nivel 1:
Purificar nido de maldad pequeño: Con este ritual, el Inquisidor puede purificar un área de una pequeña influencia corruptora, como una Perdición poco poderosa. Funciona de manera igual a los Rituales de Protección contra criaturas sobrenaturales, el Inquisidor debe mezclar agua bendita con su propia sangre y trazar glifos de esa sustancia (que adquiere la consistencia de la pintura) por todo el área. La entidad corruptora de pequeño poder que se encuentre por allí perderá todos sus puntos de poder y se reformará en otro lugar de la Umbra.
Manipular tejido infernal: Con los restos del cuerpo materializado de un Demonio, y tras haberlo bañado en agua bendita y sangre de sí mismo, el Inquisidor puede fabricar un pequeño amuleto de la costra que se forma para colgarse al cuello. Cuando el Inquisidor lleve este amuleto, los Demonios le considerarán uno de los suyos y se comportarán de forma “amigable” (todo lo amigable que puede ser un Demonio) con él. El amuleto dura 2 noches y luego se disuelve.
Rituales de Nivel 2:
Evitar la Influencia del Corruptor: Sumergiendo su cuerpo en una pila de agua bendita y recitando un breve salmo, el Inquisidor que realiza el ritual es capaz de mantenerse totalmente firme e invulnerable a cualquier intento de corrupción, tentación o posesión durante una semana. Se dice que los Inquisidores realizan constantemente este ritual, en un esfuerzo paranoico de evitar la influencia de la corrupción. Ni qué decir que es muy útil a la hora de estudiar secretos infernales para combatir al enemigo.
Rituales de Nivel 3:
Purificar nido de maldad medio: Al igual que la versión de nivel 1, pero en este caso expulsa a entidades corruptoras de poder medio o destruye totalmente (sin posibilidades de reformación) a una entidad corruptora de poder pequeño.
Resistencia a la llama infernal: Tragándose una pequeña cruz de plata (lo que requiere gastar un Punto de Fuerza de Voluntad para forzarse a hacerlo) santificada con agua bendita y la propia sangre del Inquisidor, el sujeto del ritual puede absorber las llamas creadas con Taumaturgia Oscura (o por los propios Demonios) con su Resistencia (+ Fortaleza en el caso de que la tenga). Un Demonio / Taumaturgo Oscuro suele quedarse bastante desmoralizado cuando ve que su perseguidor sigue avanzando hacia él sin inmutarse aún estando ardiendo en llamas.
Rituales de Nivel 4:
Santificar cuerpo: El Inquisidor cubre una ostia consagrada con su sangre y se la traga. A partir de ese momento, el Inquisidor es capaz de soportar muchos más traumas de tipo físico. Durante las próximas 24 horas la dificultad para absorber bajará en un punto. No se puede combinar con el ritual de Resistencia a la llama infernal.
Rituales de Nivel 5:
Purificar nido de maldad poderoso: Esta es la versión más poderosa, y destruye a todo ser corruptor que sea menos que un Señor de Pecado (Dolor, Plaga, etc) para siempre, mientras que mantiene apartadas a criaturas tan poderosas como esas del lugar. Dado el poder tan grande del ritual, son necesarios algunos ingredientes especiales: Agua bendita del Vaticano y restos de Demonio menor.
Las Puertas del Averno: Se dice que con este ritual, un Inquisidor puede seguir a un Demonio al Infierno (aunque sólo lleva al Inquisidor hasta la Umbra, ya que los Demonios son a todas luces Perdiciones) para poderlo destruir espiritualmente para siempre. Para abrir las Puertas del Averno, hay que dibujarlas con tiza en el lugar donde se acabó con el Demonio y encender una vela, que se apagará para salir. Ningún Inquisidor ha vuelto nunca tras perseguir a Señores del Pecado.
Santificar arma: Una vez más, bañando su arma en agua bendita y su propia sangre (lo que la hace brillar un poco más), el Inquisidor consigue que su arma provoque graves daños a los Demonios (daño Agravado). El efecto dura una noche. Si se aplica durante meses, el arma termina por santificarse completamente, aunque pierde su eficacia contra otro tipo de criaturas, y no se conoce a ningún Inquisidor que lo haya hecho, pues podría ser sorprendido por otras criaturas y no poder defenderse.
Por Kawa : kawarulez@hotmail.com