Naturaleza de los vástagos orientales.
Los vampiros orientales (Kuei-jin como ellos se llaman o Cathayans como los llaman los pocos vampiros occidentales que han podido estudiarlos) se diferencian de sus parientes de Occidente en múltiples aspectos.
Para empezar, los Kuei-jin dicen no ser descendientes de Caín (no son auténticos vampiros por tanto) sino que tienen su origen en una raza mítica descendiente de dioses Orientales y que cayó en desgracia por ciertos actos indignos. Los Kuei-jin aparecen cuando un mortal muere sin haber completado su karma (destino o misión en la vida). Cuando dicho mortal perece, su alma, que consta de dos partes, sufre diferentes destinos dependiendo de cada parte. Una de las partes, el Hun puede o bien perderse o bien permanecer junto al cuerpo. Para que se forme un Kuei-jin debe darse esta segunda condición.
La otra parte, el P´o, la parte demoníaca o bestial de cada uno, viaja al lugar donde pertenece, un lugar mas allá de los mundos de Ying y el Yang, paralelo a ambos al que se denomina de múltiples formas: el Abismo, el laberinto, los mil infiernos... entre los Kuei-jin es conocido como el mundo Yomi. En este lugar habitan espíritus al servicio de los demonios. Aquí el P´o sufre interminables tormentos. Sin embargo algunos P´o lo suficientemente poderosos consiguen escapar a este lugar atravesando la barrera de vuelta al mundo de los vivos. Este P´o es atraído por su Hun hacia donde éste esté (suele estar cerca de su antiguo cuerpo). Muy pocas veces, ambas facetas consiguen reunirse y rehabitar su cuerpo en un proceso conocido como "el Segundo Respiro" en el que el cuerpo surge de entre los muertos. Normalmente el segundo respiro no se produce mas allá de 2 meses desde que el mortal fallece. Cuando se produce, el cuerpo vuelve a su estado original de forma que un cuerpo calcinado se reforma entero.
En el momento de renacer, el Kuei-jin está totalmente dominado por su P´o, incapaz de pensar solo busca alimentarse. Pero, ¿de que se alimenta?. El mundo es un lugar lleno de energía vital, ésta se conoce como chi y se presenta en muchas formas, magia para los magos, vitae para los vástagos, phatos para los fantasmas, gnosis para los lupinos etc. Los Kuei-jin, al igual que los descendientes de Caín, son incapaces de generar chi por si mismos por lo que tienen que tomarla de los demás.
El vampiro que acaba de renacer se encuentra en un estado de enajenación, mientras se encuentre en este estado se le denominará chih-mei. En este estado, el vampiro no es consciente de su condición y se comporta como una bestia asesina, muy pocos sobreviven a este estado sin ayuda. El caso es que en algún momento u otro, con o sin ayuda, el vampiro consigue dominar a su P´o y es en ese momento en el que entra a formar parte de la sociedad de los Kuei-jin.
En estos primeros días de despertar (cuando digo días, digo años) el vampiro es considerado no-persona y debe superar un periodo de aprendizaje dentro de la sociedad Cathayana, por el momento es un Hin y no pasará al siguiente estadío (Discípulo) hasta que haya aprendido todo lo necesario para empezar a practicar disciplinas y demás.
Llegados a este punto, el lector habrá notado que no existen generaciones ni clanes entre los Kuei-jin. ¿Como se mide el poder que tienen estos?. Las capacidades de cada vampiro oriental vienen dadas por dos factores: el primero es la edad (en esto no se diferencian demasiado de sus parientes occidentales), el segundo es su Dharma.
El Dharma es el grado de "iluminación" que ha alcanzado el Kuei-jin. En términos de reglas, no tenemos ni humanidad ni generación sino Dharma, cuanto mayor es el Dharma, mayor es la comprensión del vampiro sobre su lugar en el gran ciclo y mayores son sus poderes (un chih-mei tiene Dharma 0, un Hin dharma 1 etc...). Cuando un vampiro alcanza niveles máximos en él, su Dharma alcanza lo que en occidente se conoce como Golconda. La golconda es el fin último de "todos" (ya veremos que no...) los vampiros orientales.
Si no hay clanes, ¿como se organizan?. Los vampiros orientales siempre forman pequeños grupos (de tres a 5 miembros) conocidos como wu. A su vez los wu se integran en grandes (muy grandes) grupos conocidos como cortes (éste sería el equivalente a clan).
Tanto categoría social como nivel de poder vienen dados por el nivel de Dharma (que no se sube con experiencia, sino de formas tan complicadas como la humanidad o la generación...):
Dharma 0, Chih-mei: ya comentados, lo mejor que les puede pasar es dejar de serlo rápidamente ya sea muriendo o ascendiendo.
Dharma 1, Hin: vampiros que han conseguido dominar su naturaleza sombría, aún son considerados no-personas hasta que hayan sido debidamente adoctrinados.
Dharma 1-3, Discípulos: (aquí es donde empiezan los personajes jugadores) los vampiros en esta situación ya son considerados miembros de pleno derecho en la sociedad cathayana y son introducidos en un wu y en una corte.
Dharma 4-5, Jina: Se alcanza este estado cuando se supera el Ling, primera visión que permite avanzar en el Dharma, los jina se encargan de enseñar a los discípulos todo lo que saben.
Dharma 6+, Mandarín: son los intelectuales, los consejeros, los ministros en la sociedad cathayana. Los vampiros a este nivel empiezan a ser muy, muy poderosos.
Dharma 7+, Ancestor: Son los dirigentes de las cortes, elegidos de entre el rango de los mandarines, su palabra es ley. No necesitan hacerse respetar como los príncipes de occidente pues si alguien llega a ancestor (para lo que hay que pasar complicadas pruebas) se le considera un líder y punto.
Dharma 9+, Bodhisattva: Cuando un Kuei-jin llega a estos niveles, se aleja del resto de sus congéneres, están apunto de alcanzar el final del camino encontrándose cerca del estado que el traidor Zao-lat (Saulot) denominó (incorrectamente) "Suspiro". Los Kuei-jin que han encontrado algún Bodhisattva hablan de seres de inmenso poder (semejante o superior al de los Matusalenes) y gran armonía espiritual.
Dharma 10, Arhats: Este es el estado final del avance en el Dharma, llegado a este estado, el vampiro ha comprendido su papel en el gran ciclo quedando aparte de la historia vampírica pues se han reincorporado al ciclo. El poder de los Arhats es similar al de los antediluvianos (técnicamente todos han alcanzado la golconda), sin embargo se mantienen totalmente al margen de los asuntos del reino medio. Son la prueba viviente para el resto de los Kuei-jin de que hay alguna esperanza de salvación.
Para que os hagáis una idea de los poderes relativos al Dharma, aquí va una tabla muy similar a la de las generaciones en Vampiro: La Mascarada:
Dharma |
Bonus Social |
Máximo en el par de virtudes |
Máximo en un Rasgo |
Chi por turno |
Edad |
0 |
-4 |
10 |
5 |
1 |
cualquiera |
1 |
0 |
10 |
5 |
1 |
cualquiera |
2 |
0 |
10 |
5 |
1 |
cualquiera |
3 |
0 |
10 |
5 |
1 |
1 año |
4 |
0 |
10 |
5 |
1 |
5 años |
5 |
0 |
10 |
5 |
2 |
10 años |
6 |
1 |
12 |
6 |
3 |
100 años |
7 |
2 |
14 |
7 |
4 |
250 años |
8 |
3 |
16 |
8 |
6 |
500 años |
9 |
5 |
18 |
9 |
8 |
1000 años |
10 |
? |
? |
? |
? |
? |
Para alcanzar la comprensión de su naturaleza, los Kuei-jin pueden seguir diferentes caminos del Dharma. Aquí encontramos cierta semejanza con los clanes, aunque solo en cuanto a que nos permite diferenciar diferentes grupos con diferentes objetivos.
El aullido del Tigre Diabólico: Tienen como virtud el P´o, son almas que en vez de sufrir en el mundo Yomi, disfrutaron con la experiencia. El dolor limpia las imperfecciones y es el medio para alcanzar la trascendencia. De acuerdo con la leyenda, este camino lo desarrolló Xue después de la destrucción del monte Meru (lugar mítico para los Kuei-jin y que en la actualidad se corresponde con Tíbet, a donde ningún Kuei-jin puede acceder), dice la leyenda que Xue lloró, sus lagrimas al caer se convirtieron en llamas, entonces él se arrancó la cara y la arrojó al fuego momento en el cual fue iluminado.
El camino del Cráneo resplandeciente: Su virtud es el Hun (la mitad del alma que conserva todas esas características espirituales y humanas). Estas almas reconocen que murieron en el pecado y que el Yomi no fue suficiente infierno para ellos, están aquí para hacer penitencia. Cuenta la leyenda que Xue había meditado durante mil noches bajo las cataratas de Tóng. Sus brazos se atrofiaron y su piel se había vuelto verde debido a la humedad pero no se había producido iluminación alguna. Al final, el hambre pudo con él y se puso en marcha, la nieve lo cubría todo y el desánimo invadió a Xue que veía que no había nada que hacer. Entonces, en el borde de una charca congelada vio un cráneo blanco (un ave asiática) que arrancó una rana del hielo, el pájaro colocó a la rana fuera de la charca y ésta se transformó en una mariposa. Al fin, Xue comprendió.
La Canción de la Sombra: Son afines al Yin, hay vida, hay muerte y hay un camino entre ambos. Xue reconoció esta verdad cuando se enamoró de un fantasma en los bosques de Hing Fan. Para estar con ella, entró en los reinos del Ying. No fue bienvenido, al contrario, el Dragón de Ébano escupió fuego sobre el convirtiéndole en polvo. "¿Flotarás en el aire de mi reino por siempre y un día?" preguntó el dragón. "Si ello me sirve para estar mas cerca de mi amor" respondió Xue. "No hay lugar para el amor aquí" dijo el dragón golpeando con su cola de forma que el polvo que era Xue se extendía por los aires en las 5 direcciones. Detrás del dragón, el amor de Xue esperaba, sus ojos tan fríos como piedras. Una lágrima descendió por su mejilla y cayó al polvo. Xue surgió de éste totalmente formado y el dragón fue iluminado.
El Camino de los Mil Suspiros: afines a la Armonía (su virtud: Balance). Observa el ciempiés. Al contrario que el saltamontes, no salta, al contrario que la avispa, no vuela. En vez de eso, se desplaza con sus 100 patas cada una de ellas conectada a un segmento de su cuerpo. Cada segmento se mueve en armonía con los demás aún conteniendo su propio par de patas, su propia piel y su propio corazón. Xue percibió esta armonía en el ciempiés y con su ejemplo, fue iluminado. Los seguidores de este camino buscan la moderación en todos sus campos. La flexibilidad es la clave, cuando llegue la Sexta era (la Gehenna, ver historia para mas información), otros caminos perecerán. El saltamontes quedará cojo, la avispa será golpeada por el viento. El ciempiés es estable y vivirá.
La Danza del Dragón que Golpea: afines al Yang, los seguidores de este camino buscan aferrarse al mundo de los vivos, son apasionados y recuerdan a las fuerzas de la naturaleza: demasiado poderosos para ser silenciados, demasiado vivos como para ser reales. Las fuerzas de la naturaleza inspiraron a Xue cuando, buscando refugiarse de una tormenta, se ocultó bajo un viejo árbol. Bajo sus pies había hormigas, tras él los insectos se escurrían en el tronco. Rodeado por mil vidas, los pájaros se llamaban unos a otros. Poderoso como era, Xue no pudo detener el pulso de la vida. Al final terminó de llover y apareció un arco iris. Xue sonrió mientras los pájaros atravesaban los colores, y en ese momento despertó.
La existencia de un Kuei-jin, es una lucha por la armonía, por el equilibrio, su objetivo es, al fin y al cabo, reintegrarse en el gran ciclo del que han salido sin saber porqué. Además del Dharma, la afinidad hacia el Ying o el Yang es otra de las cosas que define a los Kuei-jin. El chi, puede tener dos naturalezas, o bien es chi proveniente del Ying o chi proveniente del Yang, dependiendo de lo que prefiere un vampiro, sus características van a ser diferentes (a unos les afectan las estacas y a otros no, unos pueden permanecer semanas sin alimentarse, permanecer al sol, etc.).
Como esta página no pretende mas que dar una visión mas o menos profunda de los vampiros orientales, creo que con lo dicho hay mas que suficiente para hacerse una idea de cómo son, comentaré solo un tema mas antes de terminar: la alimentación.
Si los vampiros de occidente solo pueden obtener chi en forma de sangre, no ocurre lo mismo con sus hermanos en oriente. La forma en la que un Kuei-jin puede obtener el chi depende de su nivel de Dharma. Al principio solo la carne y la sangre son válidas, mas tarde, el mismo aliento vital sirve. Los bodhisattva son capaces de obtener chi del entorno por pura ósmosis sin tener que obtenerla de seres vivos.