Una noche en Nueva Orleans

      La noche se cernía sobre Gary, una ciudad del Norte de EE.UU, a muy poca distancia en coche de Chicago. Allí la no-vida vampírica no es muy agitada.

       La ciudad está controlada por el príncipe Modius, un toreador muy excéntrico y paranoico, el cual vigila estrechamente el cumplimiento de las tradiciones de la Camarilla. En Gary hay unos 12 vástagos que se ocupan de alimentarse y de poco más. Cada nochevieja el príncipe Modius, dando rienda suelta a su ambición y orgullo, prepara una fiesta a la que asisten unos pocos vampiros invitados personalmente por él y distintas personalidades del mundo de la política y el espectáculo (sobre todo estos últimos).

       Este año y por primera vez han sido invitados... Maybe, un Malkavian que haciendo honor a su locura se gana la vida como cantante que en sus sangrientos conciertos (no se les puede llamar de otra manera) aprovecha toda su horrenda imaginación para satisfacer los gustos de un determinado número de personas que ven en destripar a una vaca viva una gran satisfacción. Es una especie de Marilyn Manson, aunque su fama aun no ha llegado a tanto. Gracias al dinero que su oficio le aporta, puede permitirse poseer un club nocturno en la misma ciudad que le sirve a su vez como refugio.

       Jacke es otro de los afortunados. No lleva mucho tiempo viviendo en esta ciudad, merced a su naturaleza solitaria y su carácter vividor que le obligan a viajar constantemente con su Harley por todo el país. En sus numerosos viajes, aprovecha la experiencia adquirida como material para los libros que escribe, con los cuales se gana la pasta suficiente como para ir manteniendo esta vida. Jacke lleva más tiempo de lo normal es Gary, pero sigue residiendo en un motel pequeño, por su condición de Brujah no necesita más.

       Dale Cooper es un agente del F.B.I con bastante trabajo en esta ciudad y que seguramente fue elegido como invitado por el príncipe para que el control sobre su fiesta fuera mayor. Cooper mantiene una relación de amistad con el cuarto invitado, Chad Franchetti ya que los dos son Ventrue y suelen verse cada semana en el consejo de su clan.

       Chad es conocido en toda la ciudad y en alguna otra por sus negocios, en la mayoría sucios que le aportan unos recursos no sólo económicos. Es un auténtico Capo.

       Maybe fue el primero en llegar a la fiesta, el propio Modius le había pedido como favor a su persona que diera uno de sus excéntricos conciertos en una sala de su mansión durante la fiesta para un reducido grupo de entre los invitados. Él por supuesto había aceptado y cumpliría con lo prometido. Mientras éste se preparaba en la sala del concierto, los demás fueron llegando. Sólo una vez antes habían estado en la mansión del príncipe, y en un corto espacio de tiempo, el suficiente como para presentarse a Modius, a su llegada a la ciudad hace ya tiempo.

       Poco a poco, se fueron haciendo un hueco en la fiesta hablando con unos y otros. Tuvieron la oportunidad de hablar con otros vástagos, como el pobre Malkavian Michael, el cual vive acongojado a la idea de que Sullivan Dane, el cazavampiros de Gary le vigile cada noche. El propio Jacke pudo comprobar como esa idea no era tan absurda al observar como una persona hacía guardia cerca de la mansión, vestido con gabardina y sombreo, ¿quizás fuese Sullivan?...

       A la media hora, algunos de los invitados pasaron a la sala sonde Maybe, había finalizado sus preparativos (del todo sorprendentes) que consistían en una guitarra eléctrica, una motosierra y una vaca, como no, viva. El concierto no gustó a la mayoría y muchos tuvieron que abandonarlo, porque las arcadas ya no les dejaban respirar. Aun así, los que disfrutaron con él, lo hicieron de verdad y premiaron al Malkavian cantante, con ovación y numerosas felicitaciones, entre ellas la de Modius, que veía en este tipo de espectáculos una expresión de arte más, y eso le encantaba.

       Jacke, Chad y Cooper no acudieron el concierto y se quedaron en la sala principal, hasta el término de éste.

       La fiesta continuó con la misma viveza que lo había hecho hasta ahora, pero Modius empezaba a mostrar un aspecto algo enfadado.

       - Ese maldito Guggler - repetía una y otra vez- tenía que haber llegado hace dos horas y aun no ha aparecido.

       Todo el mundo conocía a Guggler, un chiquillo del príncipe Modius, muy rebelde y que por alguna extraña razón no guardaba mucho respeto a su sire.

       El nerviosismo del príncipe iba creciendo hasta que por la puerta apareció Guggler, acompañado de dos mortales y una pequeña vástaga, a la que cogía por el hombro. Irrumpió en la fiesta con música estridente y molestando a todo los presentes y jactándose de su bravuconada.

       - Bueno, bueno, que fiesta más animada, no me extraña, para gente tan boba- exclamó Guggler con una sonrisa en su rostro mientras echaba a un lado a Cooper y Jacke.

       Maybe quedó un poco sorprendido y decepcionado con la reacción de Modius, que al contrario de lo que dictaban las circunstancias y vista la descortesía de su chiquillo, se limitó a mostrar en su cara un gesto de medio desaprobación y enfado, pero se quedó únicamente en eso.

       - Os presento a mi chiquilla... - señalando al la vástaga que cogía por el hombro.

       - Pero quién te ha dado permiso para abrazar a alguien- contestó Modius titubeando.

       - No necesito tu permiso, viejo, déjate de sermones.

       No hubo contestación por parte del príncipe, simplemente se retiro algo humillado de su presencia.

       - Ésta fiesta es muy aburrida, habrá que animarla, por ejemplo tú, el de la gabardina- dirigiéndose a Cooper- pareces un poco tonto, que te parece si hacemos una pequeña carrera de coches.

       - ¿Por qué? - contestó él.

       - Estúpido, nos jugamos unas pelas y te demuestro que no vales ni para cagar mierda.

       - Mmm- pensándoselo.

       - Si te rajas no pasa nada, simplemente seguirás siendo un memo.

       - Acepto, pero si tan bueno te crees, tú correrás en mi coche y yo en el tuyo.

       - De acuerdo, nos jugaremos 500 $.

       - Bien.

       Los dos salieron a la calle, donde intercambiaron los coches, Guggler llevaría el Buick de Cooper mientras éste cogería el Porche del chiquillo de Modius.

       Una vez se pusieron de acuerdo con el trazado de la carrera se situaron paralelamente esperando el comienzo de ésta.

       Era de esperar y en la primera recta, Coop aprovechó la potencia y la velocidad del Porche para sacar unas decenas de metros al Buick de Guggler, que haría todo lo posible para que aquel destartalado coche no perdiera el control a tanta velocidad.

       Cooper llegó a la rotonda con una considerable ventaja, no forzó el coche demasiado a la hora de tomar la curva, pero un pequeño despiste al intentar comprobar que su competidor aun seguía atrás, tuvo como consecuencia que el coche perdiera el control en su parte trasera, lo que le llevaría a que las ruedas traseras derrapasen y estuviera a punto de realizar un trompo que sin ninguna duda le haría estrellarse con la pared circundante. Pero no paso nada de eso porque consiguió reaccionar a tiempo, dando un volantazo que le salvaría de aquel fatal destino, aunque no evitaría que Guggler le adelantase aprovechándose del momento. Éste sabiéndose ahora de su pequeña ventaja, apretó el acelerador a fondo consciente de su destreza al volante y se encaminó a la pequeña chicane que se hallaba en el recorrido; el Buick le traicionó, la dirección del coche se rompió por la mitad a consecuencia del esfuerzo que había realizado sobre sus ejes en la rotonda y comenzó a dar trompos estrellándose seguidamente contra el muro del primer edificio que se encontraba paralelo a la carretera.

       Cooper se veía ganador y sorprendido por su suerte siguió el recorrido hasta la meta, allí le esperaban los amigos de Guggler que no podían creer lo que estaban viendo, su compañero, su jefe, había fallado. Entrando en la meta, como acto de superioridad, realizó un derrapaje delante de ellos y les informó del accidente de su jefe, minutos más tarde les acompañó al lugar donde el chiquillo de Modius salía ileso del desgraciado accidente pero conteniendo una rabia que le hacía gritar y desesperarse. Se subió al coche de sus amigos y volvieron a la entrada de la mansión del príncipe.

       Allí Cooper exigió el premio de la apuesta.

       - Me parece que he ganado- se jactaba Coop- por lo tanto paga, y no sólo los 500$, me debes además un coche, mi Buick lo has destrozado.

       - Cállate, no te debo nada - mirándole con desprecio- tu coche estaba hecho una mierda, por eso perdí.

       - Eso no me importa.

       - Te repito que no te pienso pagar nada, así que lárgate.

       - Claro que me voy- contestó con una sonrisa burlona Cooper- pero con tu coche.

       - Más vale que no lo hagas sino quieres perecer en el intento.

       Despreciando su amenaza, Cooper se dio la vuelta dándole la espalda, momento que aprovechó Guggler, que con un grito de rabia saltó por encima de la cabeza del Ventrue propinándole un puñetazo y una patada que causarían la caída estrepitosa de éste, que quedó semi-inconsciente.

       Jacke, que era el único que estaba por allí, acudió para ver el estado en que se encontraba Coop, mientras el chiquillo de Modius, ya más calmado, cogió del bolsillo de la gabardina del agente Ventrue las llaves de su Porche y se marchó sin dar ninguna explicación.

       Jacke ayudó a levantarse a Cooper que una vez recuperado de sus heridas, fue a pedir explicaciones al príncipe por el comportamiento de su chiquillo.

       - Lo siento - le contestó Modius- pero yo no puedo hacer nada.

       Cooper se olvidaría del tema muy enfadado por la respuesta del príncipe.

       La fiesta aun continuaría, Maybe seguiría pegado a Modius, mientras los demás seguían a su aire.

       Continuara...