NIGROMANCIA (Rituales)

      Como la Taumaturgia, la Nigromancia también ha dado pie a una serie de rituales. Aunque no son de efecto tan inmediato como los poderes básicos de la Nigromancia, estos ceremoniales pueden tener impresionantes efectos a largo plazo. No sorprende que el objeto de estos poderes sean cadáveres enterrados hace tiempo, manos de ahorcados y demás parafernalia, así que obtener los elementos adecuados puede ser complicado. La escasez de estos componentes limita la frecuencia de los rituales Nigrománticos, haciendo que los demás Vástagos respiren (metafóricamente) aliviados.

       Los rituales relacionados con la nigromancia son muy variados. Algunos tiene relación directa con las sendas y otros parecen haber sido enseñados por los propios fantasmas (por cualquier motivo indescifrable). Todos los nigromantes comienzan su "carrera" con un ritual de Nivel Uno, pero los demás deberán obtenerse a lo largo de la crónica. Por lo demás, los rituales Nigrománticos son idénticos a los Taumatúrgicos y se aprenden del mismo modo, aunque son totalmente incompatibles.

       Los tiempos de invocación de los rituales nigrománticos varían enormemente: consulta cada una de las descripciones, (o usa las reglas de los rituales de taumaturgia en su defecto: 5 mínutos por nivel del ritual como poco). El jugador tira Inteligencia + Ocultismo (dificultad 3 (dif. 4 según el Clanbook Giovanni) + nivel del ritual, máximo de 9); un éxito indica que el ritual se desarrolló correctamente, un fallo no produce efecto alguno y un fracaso suele significar que algunos "poderes" se fijan en el invocador, normalmente en su detrimento...


      La Llamada de los Muertos Hambrientos.

       La invocación de este Ritual sólo lleva 10 minutos, pero requiere de un cabello de la cabeza del objetivo. El rito terminara con la quema de este cabello en la llama de un cirio negro, tras lo que la víctima será capaz de oír retazos de conversaciones del otro lado del Manto. Si el objetivo no está preparado, las voces pueden llegar como aullidos confusos que realizan demandas sobrenaturales; será incapaz de sacar nada en claro, y podría enloquecer temporalmente.


       Ojos de la Tumba.

       Este ritual, cuya invocación lleva dos horas, hace que el objetivo experimente visiones intermitentes de su muerte durante una semana. Las imágenes llegarán sin previo aviso y podrán durar hasta un minuto. El invocador no tendrá la menor idea del contenido de las visiones, ya que solo las percibirá la víctima. Cada vez que las imágenes se manifiesten el objetivo deberá tirar: Coraje (dificultad 7) o sentirse totalmente aterrorizado. Las visiones pueden llegar en cualquier momento, interfiriendo en actividades como la conducción, el disparo de un rifle automático, etc.

       Ojos de la Tumba necesita un poco de tierra de un sepulcro reciente.


       Faro espiritual.

       Este ritual está ideado para atraer wraiths. Requiere la cabeza de un hombre olvidado de Dios: este fantasmal objeto actúa como señal luminosa para todos los wraiths de la región. Los Giovanni que han visto estos objetos en las Tierras de las Sombras dicen que los ojos, boca y orejas irradian una impía luz que atrae a los wraiths.

       Si algún wraith desea evitar ir, deberá pasar una tirada de Fuerza de Voluntad a una dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del Giovanni que hace el ritual. En caso de fallo, se puede hacer una tirada de Fuerza de Voluntad cada hora para alejarse.

       El ritual deja de ser efectivo al siguiente amanecer, aunque la cabeza puede usarse de nuevo.


       Ritual del Grillete Desenterrado.

       Este ritual requiere que el nigromante tenga una falange del esqueleto del fantasma en el que está interesado. Tras la invocación, la falange se "sintoniza" con un elemento de vital importancia para el fantasma, algo cuya posesión haría que el nigromante pudiera utilizar los poderes de la Senda del Sepulcro con mayor facilidad. Muchos vampiros toman este hueso y lo cuelgan de una cuerda, usándolo como una especie de brújula sobrenatural para seguir al objeto en cuestión.

       Para invocar apropiadamente el Ritual del Grillete Desenterrado se precisan tres horas, y para ello es necesario tanto el nombre del fantasma como el hueso ya descrito, así como una esquirla de una lápida o una cruz (no necesariamente del dueño de la falange). Durante el ritual, esta piedra se convertirá en un polvo que deberá ser esparcido sobre el hueso.


       Toque Cadavérico.

       Cantando durante tres horas y fundiendo una muñeca de cera con la forma del objetivo, el nigromante convierte a un mortal en una burla cadavérica de sí mismo. A medida que la muñeca pierde sus rasgos la víctima se volverá fría y pegajosa. El pulso se hará débil e intermitente y la piel palidecerá. No se podrá hacer nada por impedir que se convierta en una razonable copia de un muerto viviente. No hace falta decir que este estado tiene ciertas repercusiones en la vida social (+2 dificultad a todas las tiradas Sociales). Los efectos de este ritual solo empiezan a pasar cuando se permite endurecer a la cera de la muñeca. Si ésta llega a bullir el conjuro también se rompe.


       Invocar la Gracia de la Sombra.

       Este ritual permite al Giovanni atisbar el aura de muerte que rodea a todos los seres vivos. Los que están familiarizados con las sutilezas de la existencia fantasmal hablan de la Sombra, el "lado oscuro" de la personalidad del wraith. Este ritual abre temporalmente un canal para el intercambio con la Sombra naciente del sujeto (que emergerá del todo posteriormente si el sujeto se convierte en un wraith). Aunque no es tan poderosa ni maligna como la Sombra de un wraith, puede revelar aspectos condenatorios de los actos de la persona, y con frecuencia llevarla a la desesperación.

       En resumen, el Giovanni saca al exsterior los aspectos autodestructivos de la psique del sujeto. Usado con éxito, este ritual hace que el sujeto revele sus más oscuros secretos al Giovanni: conspiraciones, traiciones, mentiras,...El sujeto puede resistirse con una tirada de Fuerza de Voluntad a una dificultad igual a la Inteligencia + Ocultismo del celebrante. Un fracaso puede suponer una tremenda sensación de remordimiento y deseperación que puede llevarle al suicidio; en esta situación no puede sacarse nada en claro.


       Aferrar lo Fantasmal.

       Este ritual, después de seis horas de cánticos, permite al nigromante traer un objeto del Inframundo, al mundo real. No es tan sencillo como puede parecer, ya que podrá haber algún fantasma sencillo molesto con el robo... Además, el objetivo tomado debe ser reemplazado por uno material de masa equivalente. Si no se hace así el objetivo del ritual recuperará su existencia ectoplásmica.

       Los objetos tomados del Inframundo tienden a disiparse después de un año aproximadamente. Solo las cosas recientemente destruidas en el mundo real (llamadas "reliquias" por los fantasmas) pueden ser recuperadas de este modo. Los artefactos creados por los propios espíritus nunca fueron diseñados para existir fuera del Inframundo, así que se desvanecen al contacto con el plano de los vivos.