LOS SHIH

       Recorren solos la oscuridad, combatiendo a las fuerzas de los Mil Infiernos con solo sus manos y su voluntad. Hace 3000 años, los Shih dieron un paso al frente y comenzaron a luchar contra los shen. Aunque sus orgullosas casas ya no existen, la tradición de los Shih perdura en el cambiante Reino Medio, sus hazañas son contadas para recordar a los jóvenes monos corredores que existe un límite, uno que no debe cruzarse, salvo que quieras que aparezca un Shih con sus pergaminos sagrados, su capacidad física sobrenatural y sus armas de jade a "enseñarte tu lugar bajo el ciclo", son valorados como enemigos dignos y honorables, y como leyendas.

       La historia de los Shih comienza en los últimos años de la dinastía Shang (1000 años antes de Cristo), en China, el Emperador y la clase dirigente comenzaban a establecer su poder, teniendo a muchos sacerdotes, generales y chamanes kuei-jin para aconsejarle y lidiar con sus enemigos. En el seno de una poderosa familia servidora de los Shang, nació un hombre llamado Wang Kung Yi. Yi era un hombre muy inteligente y un guerrero capacitado, sin embargo, no tenía la mentalidad de un general, así que fue enviado a recaudar impuestos. Desempeñando esta labor fue cuando Yi se dio cuenta de la influencia que tenían los shen sobre la sociedad, la política, la religión e incluso sobre su familia. El joven e idealista Yi no podía perdonar a los Shen por su fría indiferencia ante el dolor que le causaban a los mortales, ni mucho menos dejar pasar el hecho de que su padre, un hombre poderoso e influyente no hiciera nada al respecto; lo tachó de cobarde, y eso era algo que el terrateniente no podía permitir: Yi fue expulsado con su armadura, armas y un pequeño carro. El humillado joven vagó por cinco años, se refugió con los nómadas Chou para no enfrentar a su gente y algunas veces enfrentaba a los shen, aunque solo conseguía herirlos para luego huir y salvar su vida. Un día se encontró con un monasterio que se encontraba asediado por una manada de kumos (los kumo son ananasi orientales, pero a diferencia de los occidentales, estos sirven a Wyrm, no a Tejedora), pensando que su sacrificio podría redimir parte de los pecados de su familia y la sociedad, Yi cargó contra las criaturas arácnidas... y los dioses decidieron ayudarle; tocaron su frente para darle la capacidad de vencer en la batalla, lo cual logró, pero sólo después de perder a todos sus compañeros y una cantidad de sangre que solo es posible en los mangas sobre samurais.

       Yi hubiera muerto luego de la batalla, de no haber sido por los sabios del monasterio, quienes sanaron su cuerpo y espíritu, y le enseñaron su estilo de vida. Yi se quedó en el monasterio durante un año, meditando sobre su situación y la de su padre, y descubrió que su padre hizo lo correcto al negociar con los demonios para evitar que se desayunaran a su familia, luego, hablando con el maestro del templo, descubrió que el motivo por el cual Yi había vencido era simplemente que él era la fuerza que daba contrapeso a los Shen, y que como tal, debía encontrar a otros hombres virtuosos que siguieran su senda; y los primeros fueron los monjes del templo.

       Entrenaron, reclutaron, construyeron más templos, lucharon contra los shen y aprendieron sus debilidades; Yi y sus hombres se convirtieron en héroes para la gente común de China, y una espina en el costado de los Kuei-jin. Los corruptos gobernantes no-muertos atacaron con furia a cualquier persona sospechosa que llevara un arma (y entiéndase por "sospechosa" cualquier persona que tuviera dos brazos, una cabeza y dos piernas, y por "arma" cualquier objeto más grande que un grano de arroz y más chico que una casa).

       Durante la cruzada de los Shih, Yi conoció a una bella mujer llamada Heng-O, pariente de los espíritus de los ríos, y aprendió que no todos los shen son demonios, por lo que su cruzada cambió de dirección a destruir solo a los shen malvados, más tarde Heng-O se volvió la esposa de Yi, dándole 3 hijos y 2 hijas, los cuales siguieron la senda de su padre.

       Al tiempo en que las carnicerías de los Kuei-Jin llegaron al límite tolerable, los líderes de los nómadas Chou se unieron a Yi en su lucha por justicia (vale, los Chou solo odiaban a los Shang, pero los Shang eran apoyados por los kuei-jin y Yi peleaba contra ellos, y el enemigo de mi enemigo...).

       Yi emprendió su regreso a casa, para liberar a su padre de las manos de los Shen, solo para enterarse de que había iniciado una rebelión contra los kuei-jin de Shang, y que había sido castigado por eso; sus hermanos habían muerto, su casa había sido saqueada y su familia deshonrada: era la hora de la guerra.

       Los kuei-jin, furiosos por el daño que les había causado Yi, pactaron con los Reyes Yama (y luego se quejan de que los maten) y ejecutaron un ritual para hacer arder 10 soles sobre las cosechas de los Chou, en su arrogancia se convencieron de que ese sería un golpe devastador. Al tiempo que esto ocurría, Yi fue visitado por Kung Kung, el gran dragón que había derribado los pilares del cielo para que por 40 días y 40 noches lloviera sobre el Reino Medio; quien había decidido atender personalmente el asunto del mortal que castigaba a los Shen, llevándose a Yi en una de sus garras.

       La tensión entre los Shang y los Chou, y más específicamente, entre los Kuei-Jin y los Shih seguía creciendo, hasta que finalmente la batalla estalló: los Shih y sus aliados Chou lucharon con valor, e incluso lograron asesinar al emperador Shang, pero la furia de los muertos hambrientos era muy grande para que enfrentaran solos. En el momento más crítico de la batalla, el gran Dragón Kung Kung voló sobre el campo de batalla, invocando la lluvia y el trueno ahí por donde pasaba, la batalla se detuvo cuando el gran Kung Kung hizo su aparición, y en su lomo se encontraba Yi, armado con un arco hecho de la madera de los Árboles Inmortales, el Shih disparó nueve flechas de Jade Blanco, destruyendo cada una un sol, dejando solo el original; sin embargo, aunque Yi era un poderoso mago (cosa que ni él sabía), las flechas demandaban una gran cantidad de poder, y esto le quitó 90 años de vida, al terminar de lanzarlas, Yi era tan viejo que sus arrugas parecían cortes. Cuando el Arquero descendió de la espalda del Dragón sus hijos y aliados se acercaron para ayudarle, pero al percatarse de que estaba más allá de toda ayuda, lo único que pudieron hacer fue jurar con sangre que seguirían protegiendo a los mortales allí donde los shen abusaran de ellos; como un último golpe devastador, Yi usó la sangre de sus camaradas como foco para un gran ritual, maldiciendo a los Catayanos a la eterna Oscuridad en la que moran ahora.

       Después del heróico acto de Yi, la batalla se reanudó, incluso, algunos soldados Shang cambiaron de bando y lucharon contra los kuei-jin, logrando una victoria que derrocó el gobierno de las 100 Familias Cadavéricas, una derrota que les enseñó a los Muertos Hambrientos a no subestimar la voluntad de los Mortales, nunca en la historia del Reino Medio volvieron los vampiros a conseguir tanto poder... ni a salir de día, ya que estamos. Aun exhausto, el maltrecho cuerpo de Yi logró retener su espíritu hasta el fin de la batalla, el Arquero Excelente partió de este mundo viendo realizado su sueño de una China donde los mortales eligieran su destino, y no se sometieran a los caprichos de los Shen.

       Los Shih en la actualidad

       Hoy en día el mundo es distinto a antes, los Shih de hoy ya no son los gloriosos campeones de la humanidad, son pordioseros. El rígido entrenamiento de un Shih toma años, 15 ó 20 por lo bajo, lo que no les da tiempo de sacar carreras ni de tener familias, aparte de eso, cuando un cazador de demonios se involucra mucho con alguien, ese alguien puede terminar en el estómago de algo. Como la mayoría de los Shih no tienen estudios ni familiares vivos, viven como guerreros errantes. La mayoría recurre a robar a sus presas cuando necesita dinero, aunque no es raro el Shih que desmantela un grupo de narcotraficantes a golpes para conseguir unos cuantos billetes, la lucha con los shen los estresa muchísimo, y muchos recurren al alcohol o pagan prostitutas para manejar el estrés.

       No es fácil conseguir buenos pupilos en el mndo de hoy, no puedes acercarte a la gente repartiendo afiches que digan "Únete a la causa del Gran Arquero", así que los únicos candidatos a pupilo que un Shih puede encontrar son los niños huérfanos de un ataque de shen hambrientos; e incluso de entre ellos solo se ampara a los que ya no tienen nadie que los cuide, y de ellos muy pocos soportan el entrenamiento; a los que no son lo bastante duros se los deja en los orfanatos, solo después de cobrar venganza por el asesinato de los padres del chico.

       Los Shih no hacen diferencia entre hombre y mujer a la hora de recibir alumnos, de hecho, el único criterio es la fuerza de voluntad.

       Creación de Personajes

       El duro entrenamiento de los Shih los hace los personajes más duros del Reino Medio, lo que queda demostrado en el hecho de que sus puntuaciones iniciales de Atributos y Habilidades son mucho mayores que las de el shen promedio.

       Un Shih recibe 8 puntos a repartir en sus atributos primarios, 6 en los secundarios y 3 en los terciarios. Puede repartir 21 puntos en sus habilidade primarias, 13 en las secundarias y 5 en las terciarias.

       Debido al duro entrenamiento, un Shih rara vez puede conseguir buenos trasfondos, la fama es lo peor que le podría pasar, mientras que los recursos y la influencia están fuera de discusión, sin embargo, los Shih reciben de forma gratuita 3 círculos en el trasfondo Mentor, más otros tres círculos para repartir en otros trasfondos.

       Ls Shih tienen una reserva de chi Yin equivalente a su Autocontrol y una de Yang equivalente a su coraje, un Shih recibe un nivel de salud de daño letal cada 2 puntos de chi que gasta, al recuperar dicho chi, recupera también los niveles perdidos. El chi se recupera a ritmo de un punto por hora de reposo; aunque se puede duplicar esta velocidad con una tirada de Resistencia + Meditación a dificultad 6. Un Shih puede sacar más chi de lo que le permiten las virtudes con una tirada de virtud a dificultad 9, pero cada punto así obtenido cuesta un nivel de salud de daño letal (que se cura normalmente como daño letal).

       Su humanidad y fuerza de voluntad se calculan normalmente, pero esta última debe ser de 5 como mínimo. Cuando un Shih pifia en una tirada de Conciencia, gana un punto de P'o, no podrá usar chi demoníaco, pero si acumula 3 puntos de P'o, se convertirá en un Kuei-jin al morir. Humanidad y P'o no pueden sumar más que 10.

       Los Shih han desarrollado capacidades especiales para luchar con los Shen, llamadas Qiaos (que en chino significa puente); funcionan como si fueran disciplinas Kuei-Jin, es decir, que el coste en experiencia para mejorarlos es de Nivel Actual x8; los Qiaos de los Shih están listados abajo, con una descripción MUY GENERAL de lo que hacen (se incluyen los nombres en japonés de los Qiaos, que me tomé la molestia de traducir personalmente):

       1.- Qiao de I Shen (Tenjin no Hashi, Puente de los Dioses Celestiales): El Shih inscribe plegarias con su fuerza espiritual en pergaminos sagrados que arrojará contra su enemigo, los efectos varían desde simplemente causar dolor o inmovilizar al shen, hasta causar que le caiga un rayo que provoca daño agravado no-absorbible.
       2.- Qiao de Mo Kung (Onimusha no Hashi; Puente del Diablo Guerrero): El Shih usa el poder de la concentración para incrementar su capacidad física, los efectos oscilan entre incrementar un único atributo físico hasta volverse capaz de fabricarse un collar con los dientes del Emperador Demonio.
       3.- Qiao de Yu An (Suigyoku Chouwa no Hashi; Puente de la Armonía de Jade): El Shih puede percibir a los moradores de los Reinos Espirituales y escapar a los engaños de los Shen, los efectos van desde poder ver e indentificar a los sobrenaturales por especie hasta dar órdenes a los espíritus.
       4.- Qiao de Shi (Hebi no Hashi; Puente de la Serpiente): El Shih usa el poder de su chi para convertir su cuerpo en un arma, los efectos varían desde sumar dados a su reserva de daño de Artes Marciales hasta convertirse en un furioso tornado de Golpes y Patadas que causan daño agravado con numerosos ataques en un mismo turno, tan devastador como esos combos de como un millón de golpes de los juegos de lucha de los '90.
       5.- Qiao de Feng (Hou no Hashi; Puente del Fénix): El Shih usa el poder de su Yin interno para sanar sus heridas; puede realizar proezas desde anular penalizaciones por heridas hasta rejuvenecer.
       6.-Qiao de Long Ling (Ouryuu no Hashi; Puente del Rey Dragón): El Shih usa su presencia para intimidar a los Shen con los que lucha, la gama de efectos van desde amedrentarlo como si usara Presencia 2: Mirada Aterradora, hasta causarle Delirio a sus contrincantes, y antes de que lo preguntes, SÍ, a los garou también, y se ven muy chistosos corriendo en Delirio.
       7.-Qiao de Chien (Kagami no Hashi; Puente del Espejo): El Shih usa una espada, un objeto de jade o un espejo metálico de 8 caras para atacar al demonio con sus propios poderes, pudiendo lograr hazañas desde evitar que el shen robe su Chi hasta regresarle ataques de energía.
       8.-Qiao de Meng (Yume no Hashi; Puente del Sueño): El Shih usa este puente para mitigar el dolor de su mente, podrá curar un desequilibrio, sanar trastornos, recuperar fuerza de voluntad e incluso exorcizar su P'o.
       9.-Qiao de Zhu Mao (Kaifuku neko no Hashi: Puente del Gato Resistente): Con este Qiao el Shih evita el daño, podrá correr sin hacer ruido, caminar sobre el agua, transitir la energía de los golpes del oponente al suelo e incluso devolver balas, cuchillos, flechas, bolas de fuego....

       Los Shih reciben un círculo en los Qiaos de Yu An, I Shen y Mo Kung, cualquier círculo adicional en cualquier Qiao cuesta 10 puntos gratuitos.

       Los Shih reciben 21 puntos gratuitos que pueden usar de la forma que mejor les parezca a los jugadores; sin embargo, un Shih debe tener como mínimo 4 círculos en Armas Cuerpo a Cuerpo, Artes Marciales, Esquivar y Ocultismo; así como 2 en Armas de Fuego y Supervivencia.

Autor: Francisco Esteban Cuadra : kenshinhimurahb@hotmail.com