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GOETIA: DEMONIOS INTERIORES
Los Magos introspectivos no necesitan llamar a través de vastas dimensiones para invocar aliados infernales. Los más peligrosos "demonios interiores" torturan a los Arquitectos de la Voluntad desde el interior, jugando con la mente del Mago. Los Magos de la Goetia ganan iluminaciones del horror al contemplar los oscuros rincones de sus propias identidades. Se vuelven más poderosos al luchar contra sus propias debilidades, ganando iluminaciones de la maldad al contemplar sus propios defectos (o fortalezas, desde otro punto de vista). Algunos estudiantes humanos de Magia han encontrado variaciones en esta práctica, pero ninguna se parece a esta Hechicería Goética.
Los Magos que carecen de entrenamiento formal en estas artes ocultas, aún pueden recordar incidentes de su propio pasado en los que sus más despreciables instintos se revelaron -momentos que hicieron aflorar sentimientos de vergüenza, impotencia o miseria. Al meditar sobre los errores del pasado, los Magos Goéticos esperan ganar poder sobre las fuerzas interiores que llevan a los incidentes o crisis de abuso total. Esta introspección no es una práctica fácil o placentera, y no carece de riesgos. Cuando un Mago Goético falla en conquistar su propia debilidad, puede desatar sus demonios internos sobre el mundo. Sus más oscuros sueños se ven reforzados gracias a su poder mágico, dando salida a los impulsos que ha reprimido durante tanto tiempo.
Los expertos en ciencias ocultas insisten en que los demonios interiores existen tanto en el Temenos (el colectivo inconsciente) como en el Oneiros de un Mago (su espacio personal de sueño). Ellos representan los aspectos de la propia identidad del ocultista -no sólo pecados, sino fracasos y emociones negadas. Los más simples de entender representan el lado autodestructivo o vanaglorioso de la personalidad del Mago, un doble de su ser civilizado. Un demonio interior puede crecer en poder gracias a una depresión que se apodera del Mago en mitad de la noche, los celos que lo consumen cuando duda de aquéllos que le aman, o de la vergüenza que siente tras cumplir sus deseos. Antes de que los demonios interiores adquieran forma y poder, son solamente pensamientos y emociones reprimidas. Cuando escapan, se asemejan al Mago, retorcido por el odio y el aborrecimiento que siente por él mismo.
Cuando se manifiesta, un demonio interior sólo se parece vagamente al Mago que lo invoca, tal vez de un modo que el Mago asumiría si abandonara toda moralidad. El demonio puede parecer una burla de un ser querido -una amante o un amigo visto a través de un espejo oscuro- o simplemente puede aparecer como alguien a quien el mago tiene envidia o con el que tiene pensamientos lujuriosos. Imagina a un hechicero lujurioso invocando a un súcubo (o íncubo) sobrenaturalmente sexy para cumplir sus más oscuros deseos. En su forma efímera, los demonios internos están listos para realizar las órdenes del Mago que los invocó. Desde el Crepúsculo, pueden escapar a la vista de la gente normal, nublando sus mentes y juicios con las emociones oscuras que el Mago ha conquistado. Cuando eligen revelarse a sí mismos, es un avatar del pecado hecho carne y hueso.
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