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A partir del Salón del Comic de Madrid, y después de muchos meses, tenemos de vuelta en nuestros kioscos y librerías especializadas a Planetary, un comic en el que se mezclan las historias del mejor Warren Ellis, con los fantásticos dibujos de John Cassaday magistralmente coloreados por Laura Depuy.
Y la verdad es que, al menos yo, tenía muchas ganas de poder leerlos de nuevo, ya que con ellos vuelve la Historia Oculta del Planeta, contada a través de la historia de los héroes de la literatura pulp y del comic. Por las páginas de Planetary, Ellis hace un repaso-homenaje de algunos de los iconos de la cultura popular, desde personajes de los primeros años del siglo XX, como Doc Savage, Tarzan o La Sombra, a los héroes del comics incluyendo versiones propias de Los 4 Fantásticos, de la JLA en al menos un par de ocasiones, y de algunos de los nombre propios del sello Vertido incluyendo al propio Spider Jerusalem de su Transmetropolitan.
Del mismo modo, durante los primeros doce números, también se da un repaso a ciertos subgéneros de la cultura, tales como la ciencia-ficción (rubias platino incluidas), los monstruos gigantes tipo Godzilla, el cine de acción made in Hong-Kong, llegando incluso en este primer número del volumen 2 editado por Planeta (el número 13 de la serie, realmente), a mezclar al bueno de Elijah con Drácula, Frankestein e incluso con el mayor detective de todos los tiempos, Sherlock Holmes (aunque a este ya le habíamos visto en un pequeño flash-back anteriormente).
Y todo esto, mientras se cuenta una historia con eso que conocemos como diferentes niveles de lectura. Por un lado se nos cuentan las aventuras de los protagonistas, el equipo de campo de Planetary, en su misión por descubrir los secretos de una historia de organizaciones secretas de “superhombres” con más de 100 años de antigüedad, los cuales están escondidos a lo largo y ancho del mundo, mientras que, al mismo tiempo, se enfrentan contra Los Cuatro, un grupo de individuos con superpoderes que quiere dirigir el mundo a su manera y que utilizan la investigación científica y los hallazgos tecnológicos, sin ningún reparo de tipo ético, exclusivamente en su propio beneficio.
Pero en mi opinión, en una lectura más profunda, es posible que Ellis también este dando su visión del mundo del comic, donde critica desde la imagen de los primeros héroes de la línea Vertigo, creados como respuesta al entorno político y social de finales de los años ’80, hasta como a raíz de ciertas obras de culto como Dark Knight o Watchmen, los héroes habrían sido situados en mundos más realistas, más adultos, pero también más oscuros, generando una tendencia que, fuera de las grandes obras, lo que ha dejado ha sido personajes ultraviolentos, con graves conflictos de personalidad e incuso de sexualidad, y cuyas vidas están muy alejadas de las aventuras (demasiado simples, por otro lado) de los tiempos de la Golden Age.
Además, y sin animo de crear ningún tipo de polémica, también es curioso que las dos referencias a personajes de la Marvel sean para utilizarlos como villanos (es evidente la comparación con Los 4 Fantásticos), o en el mejor de los casos, como un agente secreto sin escrúpulos, exdirigente de una organización mundial llamada S.T.O.R.M, que no se sabe a ciencia cierta de que lado está, mientras que los héroes clásicos de DC sucumben sistemáticamente ante los superhombres del universo Wildstorm.
Como veis, Ellis toma muchos elementos conocidos, mezclándolos de tal forma que hace de este comic una de las series más interesantes de los últimos tiempos, repleta de un sentido de la maravilla difícil de encontrar en otras lecturas, que te hace creer que hay cosas increíbles un poco más allá de nuestro campo de visión habitual.
Por eso, no puedo hacer otra cosa que recomendároslo encarecidamente, pero siempre con la advertencia de que antes de empezar con este segundo volumen (que en realidad no es tal) deberíais leeros los 12 primeros números si todavía no lo habéis hecho.
Este es un comic extraño. Mantengámoslo así
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