Tras comportarse miserablemente como hombre y policía, Joseph Thorne descubre que se ha condenado al Infierno y que su única esperanza de escapar consiste en resolver el misterio de la críptica caja-rompecabezas. Pero no será nada sencillo, pues, en un mundo donde la realidad y la fantasía se confunden, Joseph tendrá que enfrentarse al demoníaco Pinhead en una batalla de vida o muerte por la posesión de la caja. Quinta entrega de la conocida serie de horror Puerta al Infierno.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Bueno, a mi parecer esta pelicula es la única de la saga en la que no se le dá tanta importancia a los cenobitas sino solo a la batalla entre Craig Sheffer y sus demonios interiores; con decir que si Pinhead aparece mas de 3 minutos durante la película es mucho. En fin, muy inferior a las anteriores secuelas (ya que todavia no ví la última parte), deberían haber hecho más hincapié en agrandar la historia de los cenobitas. Me parece la peor de la saga junto con la tercera.
Jim.
Ficha de Película enviada por Jim Morrison el 4 de Diciembre de 2004
El demoniaco PinHead no da tregua... reaparece ese villano en la quinta entrega de su saga Pinhead me FAscina !!! no es un monstruo cualquiera...es un villano impasible y sereno que juega con la mente de sus victimas y los conduce a la locura para finalmente destazarlos en un placentero festival de gore donde litros y litros de sangre, kilos de viceras y otros organos inundan las pantallas complaciendonos a todos. son pocas sus apariciones en sus peliculas pero como un fantasma esta ahi siempre presente..en el mismisimo portal del infierno dirigiendo como marionetas a sus cennobitas para que maten. ...su presencia se siente y se saborea con cada gota de sangre derramada. asi que adelante..los reto..tomen el cubo..resuelvan el rompecabezas...y preparense para ver frente a frente al alfiletero humano que tiene ya una habitacion reservada para ustedes....EN EL INFIERNO !!!! BUAHAHAHAHAHAHA !!!!-:asombrao:-
El demoniaco PinHead no da tregua...
...su presencia se siente y se saborea con cada gota de sangre derramada.