Relatos Dreamers

No sufras por mí, estaré bien.

Seguramente mejor que tú, al menos durante un tiempo...

Ahora lo sé todo, demasiado tarde, pueden algunos pensar, pero no es tarde. Es el momento justo.

Nadie querría vivir sabiéndolo todo, puedo asegurarlo. Nadie soportaría tanto como algunos llegan a soportar en la vida, nadie lucharía tanto...

Y el mundo sería muy triste...

Sería un mundo de sombras que vagan esperando su hora, de cadáveres suicidados en busca de un lugar o una vida mejor.

Pero las cosas no son tan fáciles. Hay que vivir una vida para poder pasar a la siguiente, del mismo modo que para llegar a la otra orilla es necesario cruzar el río. Unos se mojan más y otros menos, pero todos nos movemos. No podemos simplemente saltarlo. No hay recompensa sin esfuerzo. No hay sabiduría sin aprendizaje.

Y, al final, todos llegamos a la otra orilla, pero sólo los que han jugado limpio estarán entonces en paz. Los tramposos no encontrarán reposo en aquellos lugares donde se verán más expuestos que nunca a sus trampas y maldades, no mientras no obtengan el perdón de aquellos que hayan perjudicado. Y el que más difícil les resultará de obtener es el suyo propio.

Así que no temas por mí. Estaré bien. Eres tú quien tiene que seguir adelante por ahora sin mi. Sólo por ahora; yo estaré esperándote en la otra orilla.

Pero no te apresures, tengo todo el tiempo del mundo. Lo importante es que disfrutes el camino.

Darja Vindemar