XV
Mi amigo M. Marchand me
tendió el pergamino y luego, dirigiéndose a su escritorio
me dijo que debía tener en alguna parte la traducción
que del mismo había hecho.
- ¡Ah! ¡aquí
están! - dijo trayendo en sus manos su ejemplar del diccionario
de traducción de jeroglíficos del gran Champollion.
Del pesado volumen sobresalían unas cuantas hojas amarillentas
escritas con su propia escritura. Sin perder tiempo me senté
en un rincón y me puse a leerla. He fotocopiado su valiosa
traducción y he aquí lo que decía:
Relato de Meneptah, capitán bajo las órdenes del
general Horemheb, comandante general de los ejércitos de
Egipto, en el segundo año del reino de Toutankhamon:
Han pasado doce años ya desde que el faraón Akhenaton
- maldita sea su memoria por los siglos de los siglos - ha muerto
y con él, su hereje doctrina del dios único, Atón,
el disco solar.
Su ciudad de Akhet-Aton ha sido demolida hasta que no quede piedra
sobre piedra. Poco a poco la hierba mala y las alimañas del
desierto han hecho de sus miserables ruinas su morada. Órdenes
fueron dadas de que nadie ponga los pies en la maldita ciudad fantasma
y nadie lo hizo desde entonces.
Por lo menos, es lo que se creía hasta no hace mucho...
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