PARTE DE GUERRA IV

© KRYSHUL D´NAIHOTEP


I

A lo lejos se puede escuchar el terrible rugido de Mafdet, supuse que esa alimaña asistiría a la batalla, es por eso que le hemos reservado a las sombras de Nyarlathotep, Sesti les ordena que rodeen al gigantesco hombre-felino y distrayéndole lo alejen de la batalla, raudas como un rayo veinte sombras y sus jinetes se dirigen hacia su presa, siguiendo sus ordenes alcanzan al bestial profeta de Mafdet cuando este destroza a algunos de nuestros soldados, consigue parar uno de los ataques, aunque se defiende en unos segundos se ve rodeado por un esfera de tinieblas, la negra esfera se eleva con el fragor del encarnecido combate, poco a poco se aleja del lugar donde el ejercito de Akhenaton mantiene a duras penas sus posiciones frente al ardor guerrero que muestran nuestras valerosas tropas.
Tras horas de escaramuzas, el ímpetu de nuestros guerreros ha hecho retroceder a las huestes de Aton, metro a metro y bajo un constante fuego de flechas negras, además del hostigamiento brutal de los soldados Naihs, a la caída de la tarde y con gran cantidad de bajas, son obligados junto con su general a atravesar el río, nuestras tropas se detienen y montan un campamento para vigilar la retirada del enemigo.

II

Las tropas de elite vuelven a la ciudad, mientras el resto vigila el río y los alrededores, dentro de Akhet-Naihotep salgo a recibir a Sesti y sus oficiales, les felicito efusivamente:

-Bravo hermano Sesti, excelente batalla, ni yo lo habría hecho mejor, estoy seguro, jeje seguro que el maldito Mafdet ha perecido ya, y sirve de juguete a las huestes de Nyarlathotep, ¡¡¡aliados de Naihotep, sois fantásticos guerreros!!!, vuestra hazaña de hoy será recordada en los anales de la guerra, este es el preludio del glorioso advenimiento de nuestro señor y vuestro aliado, preparaos pues para tan grandioso evento-.

Mientras penetramos en la casa del Atrio para comenzar el ritual, Sesti me comenta un informe que ha recibido:

-Hermano Kryshul, no tenemos noticias precisas de las sombras, bien podrían no haber acabado con el hombre-felino- le miro un tanto preocupado y contesto- es por ello que en previsión de un ataque redoblareis la seguridad de la ciudad, id y cumplid mis ordenes y no os demoréis demasiado, ya sabéis que se os necesita en la ceremonia de advenimiento, queda poco tiempo para la alineación.


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