SUEÑO DE H.P. LOVECRAFT
Sueño que sirvió de base para escribir
La Declaración de Randolph Carter,
tal y como se describe en la
Carta de H.P. Lovecraft a August Derleth11 de Diciembre de 1919
***
Por alguna razón terrible y desconocida, estábamos [mi amigo Samuel Loveman y yo] en un cementerio muy extraño y muy antiguo - que no podría identificar. Supongo que ningún habitante de Wisconsin podría representar tal cosa - pero sí los tenemos en Nueva Inglaterra; viejos lugares horribles donde las lápidas de las tumbas tienen extrañas letras y diseños grotescos, tales como un cráneo y huesos atravesados. En algunos de estos lugares se puede recorrer un largo camino sin que pises algún sepulcro de al menos ciento cincuenta años de antigüedad.
Algún día, cuando Cook edite el prometido Monadnock, podrás ver mi cuento " La tumba ", que fue inspirado por uno de estos lugares. Tal era la escena de mi sueño: una horrible depresión que emergía cubierta con una especie de maleza áspera y repulsiva, sobre la cual atisban furtivamente las horrorosas piedras y las marcas de pútridas lápidas. En una ladera había varias tumbas cuyas fachadas ya estaban en las últimas y pasadas etapas de la decrepitud. Tenía la extraña idea de que ninguna cosa viva había pisado ese suelo por muchos siglos hasta que Loveman y yo llegamos. Era muy tarde por la noche - probablemente sobre las primeras horas, puesto que una luna en cuarto menguante había logrado altura considerable en el este. Loveman llevaba, colgando en su hombro, un equipo portátil de teléfono; mientras que yo tenía dos pesadas espadas. Nos dirigimos directamente a un sepulcro plano cerca del centro del lugar horrible, y comenzamos a quitar la maleza de la tierra con un musgo crecido y alimentado por las lluvias de años innumerables. Loveman, en el sueño, lucía exactamente como en las fotos que él me ha enviado - un hombre joven, grande, robusto, sin el menor rasgo semita (a pesar de su piel morena), y muy guapo excepto por el par de orejas prominentes. No dijimos palabra mientras que él depositó su equipo de teléfono, tomó una pala, y me ayudó a cavar la tierra y limpiar las malas hierbas. Ambos parecíamos estar muy impresionados con algo, casi pasmados. Finalmente terminamos estos preliminares, y Loveman volvió a revisar el sepulcro. Él parecía saber exactamente lo que tenía que hacer, y yo también tenía alguna una idea de eso - aunque ... ¡no puedo ahora recordar de que se trataba! Todo lo que recuerdo es que era consecuencia de cierta teoría que Loveman había obtenido como resultado de la lectura extensa en algunos viejos libros raros, de los cuales él poseía las únicas copias existentes. (Loveman, tú sabes, tiene una biblioteca extensa de primeras ediciones raras y otros tesoros preciosos para cualquier amante de los libros). Después de algunas elucubraciones, Loveman tomó su pala otra vez, y haciendo palanca con ella, intentó levantar la losa que hacía de tapa del sepulcro. Él no tuvo éxito, por lo tanto me acerqué y le ayudé con mi propia pala. Finalmente aflojamos la piedra, la levantamos combinando nuestras fuerzas, y la arrojamos lejos. Debajo de ella había un pasadizo negro con escalones de piedra; pero tan horribles eran los vapores miasmáticos que brotaban del hueco, que retrocedimos por un momento sin poder hacer otras observaciones. Entonces Loveman tomó el teléfono y comenzó a desenrollar el alambre - hablando por primera vez de esta manera.
"Lo siento mucho", dijo en una voz suave, agradable; medida, y no muy profunda, "Tengo que pedirte que permanezcas arriba, pues no podría responder por las consecuencias si bajaras conmigo. Honestamente, dudo si cualquier persona con un sistema nervioso como el tuyo podría soportarlo. No puedes imaginarte lo que tendré que ver y no siempre lo que dice el libro es lo que lo que te he dicho y pienso que cualquier persona sin los nervios acorazados no podría descender y salir sano y salvo de ese lugar. De todos modos, éste no es un lugar para alguien que no pudo aprobar el examen físico del ejército. Yo descubrí esta cosa, y soy el responsable por cualquier persona que vaya conmigo - así que ni por mil dólares dejaría que tomes ese riesgo. Pero te mantendré informado de cada movimiento que haga por teléfono - ¡ves que tengo bastante alambre para alcanzar al centro de la tierra y regresar! "
Discutí con él, pero me contestó que si no me resignaba, daría todo este asunto por terminado y conseguiría a otro compañero de expedición - él mencionó a un tal Dr. Burke, un nombre totalmente desconocido para mí. Agregó, que no me necesitaba para descender solo, puesto que solo él era el único poseedor de la verdadera clave del asunto. Finalmente consentí, y permanecí sentado sobre un banco de mármol del sepulcro abierto, y con el teléfono en mano. Él encendió la linterna eléctrica, preparó el alambre del teléfono para desenrollar, y desapareció descendiendo por los escalones de piedra húmedos, mientras el alambre crujía a medida que se desenrollaba. Por un momento no perdí de vista el resplandor de su linterna, pero desapareció repentinamente, como si hubiera dado una vuelta por la escalera de piedra. Entonces todo era silencio. Después de eso pasó un período de temor y de ansiosa espera. La luna creciente subió más arriba, y una capa de niebla sobre la depresión parecía espesarse más y más. Todo era horriblemente húmedo, y me pareció ver un búho revolotear entre las sombras. Entonces fue que sonó el "clic" del receptor de teléfono.
"Lovecraft - pienso que lo estoy encontrando" - las palabras se oían tensas, en tono excitado. Entonces una breve pausa, seguida por más palabras en un tono de temor y horror inefable.
"¡ Dios, Lovecraft! ¡Si pudieras ver lo que estoy viendo! " Pregunté con gran entusiasmo qué es lo que estaba sucediendo. Loveman contestó con voz temblorosa: "no puedo decirlo ... no me atrevo... nunca soñé con algo así ... no puedo hablar... esto es suficiente para desquiciar cualquier mente ... espera ... ¿qué es eso? " Entonces otra pausa, y el "clic" del receptor, y una clase de gemido desesperado. Habló otra vez - "Lovecraft ... por amor de Dios ... todos se levantan ... ¡lárgate! ¡lárgate! ¡No pierdas un segundo! " Yo estaba ahora completamente alarmado, y preguntaba frenéticamente a Loveman que me dijera lo que estaba pasando. Él contestó solamente " ¡no lo pienses! ¡date prisa! " Entonces sentí vergüenza de mi miedo - me molestó que alguien pudiera pensar que estaba dispuesto a abandonar a un compañero en peligro. Desatendí su consejo y me disponía a bajar en su ayuda. Pero él gritó: "no seas tonto... es demasiado tarde... no hay nada que hacer... ni tu ni nadie pueden hacer nada ahora."
Él parecía más calmado - con una terrible, resignada calma, como asumiendo algo inevitable, ineludible. Con todo, él estaba obviamente ansioso de que yo escapara de aquel peligro desconocido.
"¡Por amor de Dios, sal de aquí, si todavía puedes encontrar la manera! No estoy bromeando... por lo tanto, Lovecraft, no te veré otra vez... ¡ Dios! ¡lárgate! ¡lárgate! "
Gritando las ultimas palabras, su tono era un creciente frenesí. He intentado recordar la frase lo mejor posible, pero no puedo reproducir el tono. Siguió luego - horriblemente largo - un período de largo silencio. Intenté ayudar a Loveman, pero me encontraba paralizado absolutamente. El movimiento más leve me era imposible. Podía hablar, sin embargo, y le llamaba con excitación por el teléfono
" ¡Loveman! ¡Loveman! ¿Qué es eso?¿Que es lo terrible? ".
Pero él no contestó. Y entonces sucedió algo increíblemente espantoso - tremendo, inexplicable, casi innombrable. He dicho que Loveman estaba en silencio ahora, pero después de un intervalo extenso de aterrorizante espera, otro "clic" vino del receptor. Pregunté: "Loveman... ¿está usted allí?" Y en la contestación escuché una voz... algo que no puede describirse con cualquier palabra. Decir que era... muy profunda... líquida... hueca... gelatinosa... enfermiza... gutural, indefinidamente distante... ¿densa? ¿Qué decir? En ese teléfono la oí; la escuché sentado en el banco de mármol, en el cementerio desconocido y muy antiguo, con las piedras y las tumbas que se desmenuzaban, y la hierba larga, y la humedad, y el búho, y la luna en cuarto menguante. Encima del sepulcro, esto es lo que dijo:
"¡IMBECIL, LOVEMAN ESTA MUERTO!".
¡Bien, de eso se trata la maldita cosa! Me desmayé en el sueño, y luego sabía que estaba despierto - ¡y con un dolor de cabeza tremendo! Yo no sé todavía qué fue todo eso qué cosa, sobre (o debajo) de la tierra, fuimos a buscar, o qué se supone que fuese esa horrible voz. ¡He leído sobre los espíritus necrófagos, pero por un demonio, el dolor de cabeza que tenía era peor que el sueño! ¡Loveman se reirá cuando le cuente sobre este sueño! A su debido tiempo, intentaré retratar esta imagen en una historia, así como retraté otro sueño-cuadro en " La maldición que cayó sobre Sarnath ".
Me pregunto ahora, si tengo derecho a registrar la profesión de escritor de sueños. Odio llevarme el mérito cuando realmente no imaginé conscientemente esa imagen en mi propia mente. Con todo, si no es mérito mío, ¿quién en el cielo podría reclamarlo? Coleridge reclamó para sí "Kubla Khan", así que pienso que registraré esta idea antes de dejarla ir. Pero quiero creer,¡que esto fue solamente un sueño! "
Antes de salir del tema de Loveman y de las historias de horror, debo relatar el sueño espantoso que tuve la noche después de que recibiera la última carta de Samuel Loveman. Últimamente, hemos estado discutiendo largamente cuentos extraños, y él me ha recomendado varios libros que erizan los pelos; de tal manera que estuviese dispuesto para relacionarlo con cualquier pensamiento espantoso o de terror sobrenatural. No recuerdo cómo comenzó este sueño, o sobre que giraba realmente todo. Hay solamente restos en mi mente de un fragmento maldito que hiela la sangre, cuyo final recuerdo todavía.
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