CONAN DE CIMERIA
EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA
Seguramente, la historia gráfica que presentamos en esta ocasión no resultará desconocida para muchos de los fans del género de Fantasía Heroica – como se lo conoce mejor en lengua española -; primero, porque se trata de una minisaga protagonizada por el mítico e inmortal Conan de Cimeria, creado por Robert E. Howard; [1] segundo, porque apareció en una revista de historietas publicada por Editorial Planeta-DeAgostini (Barcelona) en 1996, dentro de su "Serie Oro", con el título genérico de "La espada salvaje de Conan", números 1 a 3. [2]
Con guión de Roy Thomas, dibujos de Mike Docherty y tintas/tonos de Rudy Nebres, la saga de marras se tituló "¡El que acecha en las nieves!" en el primer episodio (n° 1, pp. [27-48]); "Hacia las tierras heladas. El que acecha en las nieves, parte 2 de 3", en el segundo (n° 2, pp. [29-48]); y "Dentro de la montaña de la locura. Conclusión de los que acechan en las nieves", en el tercero (n° 3, pp. [27-49]). Recién en el segundo aparece la referencia a las fuentes de inspiración de la historia, que sirve a los creadores para homenajear a Howard por su mítico héroe y sus adláteres en las aventuras que corre; y a E.A. Poe y H.P. Lovecraft por sus ideas, a las que han recurrido para el desarrollo del guión. Más exactamente, mencionan la "Narración de Arthur Gordon Pym" [3] del primero, y "En las montañas de la locura" [4] del segundo. En tal sentido, las analogías y "continuidad" temática de ambos relatos en la literatura fantástica y sobrenatural ya han sido resaltadas apropiadamente en el pasado como para volver a abundar en ellas. [5]
En los dos primeros capítulos, el argumento de la historia pareciera estar más cerca de uno apropiado para los relatos "howardianos" de Conan: todo empieza con el Cimerio, su compañera Bélit y sus "corsarios negros" capturando una nave mercante "estigia" – marinos y tierras con nombres de resonancias egipcias antiguas; recordemos que Howard hacía a la tierra del Nilo faraónico una con su Estigia de la Era Hiperbórea -, en donde hacen prisionera a una muchacha albina que habla un lenguaje extraño. Uno de los marinos de Conan reconoce su lengua y le cuenta acerca de una "gran isla" "en el lejano sur" y que "pocos isleños de la Plata" irían a esas latitudes. Arribados a la "Isla de la Plata", en donde reina Bélit, caen prisioneros a manos de los rebeldes que ahora controlan sus dominios a las órdenes de un tal Ghomli, un guerrero que no duda en darle una paliza a Conan, llevándose a Bélit y dando por muerto al Cimerio. La continuación, en la segunda parte, sigue por los mismos derroteros: Conan regresa, rescata a Bélit y a la misteriosa joven, y huyen por mar hacia el remoto sur donde están las "montañas de hielo" a las que, por alguna razón, la misma no desea regresar, expresándolo con la tan familiar y recordada frase "¡Tekeli-li! ¡Tekeli-li!" que cierra el clásico relato de Poe, y que luego volvería a reiterarse en las obras de Julio Verne y Lovecraft. [6]
Es el tercer capítulo el que nos introduce de lleno en un ambiente acorde a las "montañas de la locura" de Lovecraft. Escapando de Ghomli y sus guerreros y venganza, Conan, Bélit y la albina muchacha - ahora llamada por ellos "Tekeli" -, se adentran en el interior de una montaña helada, bajo cuya superficie se encuentra una "ciudad subterránea [que] es gigantesca: sus edificios son mucho mayores que los de una vivienda humana...". Allí se topan con relieves en los muros de las edificaciones y N‘yaga, uno de sus compañeros, relata en base a ellos que "una Raza Antigua vino de esas estrellas de cinco puntas. Esos Seres Antiguos parecen haber tenido esas cabezas... y cuerpos como barriles, tentáculos, cinco brazos y tmbién cinco Alas de murciélago... Parece que bajaron a la Tierra... y, o replegaron sus alas o las perdieron... No sé lo que son esas masas tentaculadas, aunque parecen vivas. Por su posición entre los Cabeza de Estrella y la Ciudad, sospecho que eran Servidores suyos... pero no puedo estar seguro". Una buena síntesis de la Gran Raza y los Shoggoths, sus gelatinosos e industriosos siervos, tal como figuran en el cuento de Lovecraft. A continuación, se descubre que la joven albina es la heredera del trono del lugar, que se había dado a la fuga, a quien la reina (¿su madre?, el texto no lo aclara, pero hemos de suponer que sí) manda a ejecutar al grito de "¡Tekeli-li"!, que nuestros héroes interpretan significa "muerte", destino del cual se salva al tomar a Conan por esposo, para gran contrariedad de Bélit. El hecho es que, cuando Conan se dispone a cumplir con sus obligaciones maritales con Ta-no (el verdadero nombre de la priencesa), ella le revela que Bélit y los demás están a punto de ser asesinados y él se rebela, yendo a su rescate. Comienza así una lucha por escapar que, de improviso, se ve inflamada por la llegada de Ghomli y sus secuaces, que matan primero a la reina-madre. Todos se trenzan en la pelea a muerte y, en tanto Conan, Bélit, N‘gaya y Ta-no recorren los túneles en su frenética huida, se topan con los cadáveres de los "Cabeza de Estrella" y sus servidores, que los relieves muestran que se rebelaron contra los primeros y los mataron. En ese instante, oyen los gritos de sus centinelas y los hallan decapitados; enseguida, entran Ghomli y los suyos, liándose nuevamente en una confrontación mortal que termina con la aparición de un gigantesco Shoggoth que viene devorando a cuanto sujeto se le pone en el camino. Conan logra matarlo dejando caer grandes estalactitas del techo. Habiendo zafado de la creatura, salen de la montaña sólo para que Conan y Ghomli lidien por última vez, terminando el último siendo despeñado por la ladera. Y "colorín colorado, este cuento se ha acabado".
No hace falta decir que las ilustraciones de Docherty son de excelente calidad artística, en donde juegan las líneas definidas con los claro-oscuros dados por el trabajo de tonos que hizo Nebres, y que el argumento de Thomas está sólidamente concebido, estructurado y desarrollado de principio a fin. El trío de colaboradores reunido en esta empresa está a la altura de "dejar que la obra hable del maestro"... luego de haber hecho hablar a otro trinomio de maestros de la literatura universal: R.E. Howard, E.A. Poe y H.P. Lovecraft. Sólo la magia de la historieta ha sabido reunir tan famosos "actores" para presentar una opera nova, que rescata lo mejor de ellos en una refrescante y vibrante aventura del Guerrero Cimerio.
Si pinchas en los números, verás algunos de los cuadros más "lovecraftianos" de esta apasionante saga.
Nota Bene
Las ilustraciones gráficas son de la exclusiva propiedad de sus autores y son reproducidas aquí con fines meramente ilustrativos, didácticos y de estudio para l@s Neologi@s y visitantes ocasionales.
Notas
[1] Véanse: R.E.Howard-L. Spargue de Camp-L. Carter, Conan, tomos I-XI. Barcelona: Ed. Bruguera, col. Fantasía Heroica, vols. 1-11, 1ª ed., 1977; R.E. Howard, Conan, tomos I-XI. Barcelona: Ed. Martínez Roca, Serie Conan, vols. 1-11, 1ª ed. 1995-6.
[2] El material contenido en estas ediciones fue tomado de la revista norteamericana Conan, the Savage, n° 1-2, 2-3 y 3-4, respectivamente, producida por Conan Properties Inc. y Marvel Characters Inc. © 1995.
[3] Véase E.A. Poe, Narración de Arthur Gordon Pym. Madrid: Ed. Alianza, col. Libro de Bolsillo/Literatura, vol. 5.547, 1ª ed. ("Area de Conocimiento"), 1999. La traducción y el prólogo fueron realizados por el fallecido escritor argentino Julio Cortázar.
[4] Véase i.a. H.P. Lovecraft, En las montañas de la locura. Barcelona: Ed. Seix Barral, 1ª ed., 1968; Id., En las motañas de la locura. Madrid: Ed. Alianza, col. Libro de Bolsillo/Biblioteca temática, "Biblioteca de fantasía y terror", vol. 8.154, 1ª ed., 1998; Id., En las montañas de la locura. Obras (1931). La Plata (Pcia. Buenos Aires): Ed. Altamira, 1ª ed., 1998; Id., At the Mountains of Madness and Other Tales of Terror. Sauk City, Arkham: © Arkham House, 1939 = A Del Rey Book/Ballantine Books: Nueva York, 1a ed., 1971: pp. 1-110.
[5] Véase en especial la edición mayormente dedicada al tema de Lovecraft Magazine n° 2 (sep-oct 2000), passim.
[6] Verne retomó el famoso grito en su novela Le Sphinx des glaces de 1897; véase e.g. J. Verne, La esfinge de los hielos. Barcelona: Ed. Anaya, col. Mis Libros, serie Marineros, 1ª ed., 1983: passim y, en especial, el apéndice de C.B. Cadenas al final del tomo.
(*) © 2003, Jorge R. Ogdon (a) Dogon. Queda hecho el depósito que marca la Ley N° 11.723 de Registro de la Propiedad Intelectual de la República Argentina. Es propiedad. Especial para la Nueva Logia del Tentáculo.