Encadenados

© Stephanie Pui-Mun Law

 

 

Joseph Curwen

 

 

El corazón que permanece en el ya derrotado paraíso no comprende ese vuelo alto y distante, no atiende a razonamientos que, por irracionales son considerados en el inconsciente profundo de su abismo ventricular. Solamente la recreación en la cronológica temporalidad de los radiantes momentos, convertirá al corazón abandonado en dichoso y bienaventurado.

Ýa no habrá más que salinos torrentes de lágrimas negras de desdicha y desconsuelo. Ya no habrá más que oscuridades intangibles y sordas que no sentirán el palpitar del ya volátil corazón perdido en dimensiones eternas e inaccesibles. El sentimiento de pérdida y de duelo será el tornasol del existir de ese corazón que permanece arrítmico en el edén tornado averno, sin más compañía que los tules rasgados y ensangrentados de otros muchos corazones vacíos de palpitantes entrañas.

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