Los Mitos proceden de los albores de la humanidad. Desde el Lejano Oriente hasta Grecia y Roma han pervivido mitologías, que han intentado explicar los grandes misterios de la Raza Humana y su papel en el Cosmos. H. P. Lovecraft inventó una mitología de signo negativo, que ha renovado los cimientos de la Literatura Fantástica y de Terror.

Trinidad Maldita de los Nuevos Mitos de Cthulhu

Muchos han intentado dar forma a los dioses de la Mitología de Cthulhu y los modelos se han ido repitiendo, hasta conseguir imágenes, que todos somos capaces de reconocer. La Nueva Logia del Tentáculo pretende crear nuevas imágenes, diferentes enfoques y, en definitiva, un material original.

Las estatuillas que aquí se presentan son una especie de ready-made, es decir crear nuevas piezas a partir de un material ya elaborado, evidentemente con una intención distinta. En este caso, son piezas de pasta ya moldeadas con motivos góticos y grotescos sobre columnas o pilastras. Pertenecen a esa avalancha de objetos inútiles, elaborados a millares en lejanos países del Tercer Mundo y vendidos en bazares o en viejas Tiendas de Todo a 100. Las estatuillas se han manipulado, se ha moldeado con otro aspecto y se ha hecho el acabado con una mano de pintura dorada.

H.P. Lovecraft quiso crear (literariamente hablando) una religión de índole materialista, donde el Mal no fuera una abstracción, sino algo que se pudiera percibir por los sentidos. Eran los monstruos de su mente en los que recogió miedos ancestrales: el misterio insondable de los océanos, el vacío absurdo del universo y todos los atributos de la noche y sus criaturas.

Los templos son las casas de los dioses, donde las fuerzas de la naturaleza y sus enigmas eternos toman una forma tangible. Se podría hacer un paralelismo bienintencionado entre los templos de las religiones primitivas y las iglesias cristianas, las que no han sufrido la depuración iconoclasta de la Reforma Luterana.

En la mitología de H.P. Lovecraft no hay paraísos beatíficos. Los dioses están desterrados en remotas constelaciones, pero unos pocos (los más temidos) viven cerca de nosotros. Por suerte para nosotros, no se encuentran en activo, sino que duermen o sueñan con nosotros en las profundidades del mar o en las entrañas de la tierra.

Comentarios a esta Colaboración

MENU