Desamor
Caigo
siguiendo a tu corazón
que se va volando con desdén,
más no te alcanzo con desazón
y te escapas de nuestro edén.
No
te importaran las horas que llegarán
ni los segundos que no estarás,
pues esta noche se perderán
los destrozados lazos que dejarás.
Dulce
me alejas de tu alma
con palabras que me duelen,
y aunque lo intentan no pueden
privarme de tu recuerdo en calma.
Un
ciego seré sin tu presencia
sin el lazarillo de tu mirada andaré,
mas entre lágrimas me tambalearé
perdido en el Valle de tu ausencia.
Amo
Al Ángel Negro
Te
conocí una fría y oscura noche
cuando el fin de mi cuerpo esperaba,
mas a tu presencia no di reproche
pues sentía que el miedo me abandonaba.
Flotabas
sentada tras el cristal
y los luceros alumbraban tu negra figura,
tu vaporosa mirada tan segura
hizo que quisiera dejar mi ser vital.
Al
palacio de tus sueños más sagrados
me llevaste con alegría e ilusión,
un tenebroso waltz bailamos abrazados
y supe al instante que serias mi perdición
No
me importara morir si es a tu lado
y fallecer a la futura vida que me anunciaste,
mi detenido corazón te ruega esperanzado
que no me abandones como con otros hiciste.
Confiaré
en tu sinceridad una vez más
y dejaré que amoldes mi alma a tu suerte,
como una gema en tu frente me engarzaras
y orgulloso luciré en tu bella frente.
La
diadema del Ángel negro seré
y amando a mi añorada compañera,
su espíritu impetuoso apaciguaré
cayendo bajo su guadaña justiciera.
Pacto
Con El Miedo
El
miedo mi mente avasalla
pues lo inaceptable en sueños acepte,
y no sabía del peligro de lo que intente
inconsciente del vacío que en mí estalla.
Cuando
desperté al día tranquilo
pensé aliviado que un mal sueño fue,
mas la tarde me aseguró que erré
y el terror me invadió cual bacilo.
Mi
nuca su gélido respirar sintió
cuando en la oscuridad lo percibí,
con un aterrador rugido se acercó
y en lo profundo de mi ser le temí.
Ahora
de él todas mis horas huyen
pues yo de su influjo huir no puedo,
y sus tentáculos mi alma destruyen
cada vez que de su abrazo descuido.
Quizá
la muerte del miedo me rescate
y sus terribles garras me logre arrancar,
mi desolado espíritu lo quiere esperar
pues sobre mi agonía la locura se abate.
Mi
Amanecer
El
sol me divisa lentamente
otra mañana más en mi lecho,
sonríe alegre a mi tristeza
flotando en su rotar diario.
Mi
alma amanece exhausta
y la mente protesta chirriando,
no comprende que el mundo gira
y que su vigilia exige la mía.
Mis
profundos sueños
son jirones de noche oscura,
y están abrazados a mi cuerpo
como dormidas amantes.
La
luz solar disipa sus siluetas
y un cruel destino nos separa,
intento asir sus manos en vano
pues su etéreo existir huye de mí.
En
La blanca brisa matutina
todavía se las puede escuchar,
cantan y susurran baladas de noche
que inyectan nostalgia en mí.
En
el reino del día os añoraré
y esperaré a que sus horas mueran,
para que juntos, solos y amantes
volemos entre las estrellas abrazados.
[Versión
en inglés]
Oscuridad
Amante
La
oscuridad pierde mis sentidos
en una vacía eternidad de quietud,
temerosa y cansada busca en mí
aquello que un malvado segundo le robó,
desesperada bracea contra la corriente
de mi tiempo que corre hacia el fin,
trata de asirse a mi vigilia
con garras y fuertes brazos,
como un bello parásito
se sujeta a mi cerebro,
engullendo con una cordial voracidad
mis ideas que vuelan hacia su ser.
Acepté
la tiniebla sobre mí
dejándome cubrir por sus promesas,
estaba obnubilado por la melodía
que su tierna voz insinuó,
por su grácil cuerpo etéreo
que entre mis manos acogí,
estaba enamorado de su ser
y ella mi amor correspondía,
Halagaba cualquiera de mis pensamientos
por arriesgado que este pudiera ser,
alimentaba mi infantil ego
con su servicial y solicita sonrisa.
Algo
me ocultaban sus ausentes pupilas
aquella lluviosa y melancólica tarde,
sentada sobre la chimenea del salón
miraba a través de mí la ventana,
en la tormenta buscaba algo
que yo no acertaba a imaginar,
un relámpago la debió asustar
y fue a asirme con temor,
cegó mis ojos un instante
con su agitada y difusa figura,
alocada no cesaba de gritar
embotándome con su vacuo sibilar.
Y
en el silencio sordo lo vi
Flotando con una espectral forma,
atravesó el sutil y oscuro velo
de mi amada abrazando mi ser,
entre los gritos agónicos de ella
que huía a ninguna parte.
La capturó sin remisión
y se deshizo como fatuo humo,
aquel ser del averno me mostró su cara
que era la terrible faz de un ciego,
cuyos ojos blancos penetraban
hasta los más recónditos huecos del alma,
quemando todo a su paso
y escaldando mi espíritu,
fue tal el dolor que sentí
que traté de apartarlo con mis manos.
El
vacío recibió mis manotazos
pero aun estaba allí frente a mí,
aturdía y dominaba mi existir
con su horrible mirada,
flotaba inquisitiva a mi alrededor
descerrajando mi cordura poco a poco,
confuso y llorando pedía clemencia
y no comprendía muy bien porque,
caí de rodillas vencido
cubriendo mi rostro con mis manos,
entre lágrimas clamaba perdón
a aquel ser malvado de furiosa luz.
Me
abandono como vino
desapareciendo con un rayo,
el sonido de un trueno cercano
devolvió la realidad a mi mente,
abrí los ojos y apareció ante mi
el salón en su habitual quietud,
la noche había cubierto el lugar
con el terciopelo de su olvido,
levanté mi aterido cuerpo del suelo
dejando que el fuego calentara mi ánimo,
el sueño anido en mi cansancio
y flote descuidado en mi sillón.
La
mañana peregrinó sobre su surco
y fue a despertarme plácida,
desperecé mi olvido al bostezar
sintiendo la suavidad en mis pies,
aspirando la brisa del mundo
quise explorarlo con nuevos ojos,
pero un crujido conocido
me llevó a la vetusta chimenea,
en el hogar apagado y cubierta de ceniza
semi-quemada había una carta,
la cogí entre mis manos
y sintiendo en ella la piel de mi amante la leí.
"Mi
Amor en el infinito,
el tiempo no nos separará,
en este universo o en el otro
nuestras almas se añoraran,
y aun vagando solitarias
la tristeza no las alcanzará,
pues la esperanza poseerán
como asidero seguro en el camino,
cuando la angustia aparezca
piensa en mí con cariño,
mi recuerdo acudirá solicito
y juntos apaciguaremos la tormenta".
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