Oficina de la Directora del Club

Reserva mesa en el Salón de Charlas y Comentarios

POEMA DEL ÉXTASIS Op 54
(Alexander Scriabin)

A Lady Margaret

El concertino hace por dibujar
la desnuda silueta de la modelo.
Los violines primeros ponen acento en los trazos
mientras los tules se mecen a los sones
de la luz del encuadre.
Se suman los violines segundos; luego los chelos
matizando la gama de sombras.
El piccolo da una pincelada suelta,
un leve y estridente roce agudo
que es seguido por las flautas.
La figura ya es nítida, plenamente armónica
cuando se suma la madera:
clarinetes, fagot, y
una leve tonalidad percusionista.
Los platillos vibrantes preceden a las trompas
como primer trazo metálico
al que de inmediato se agregan
los contrabajos. El arpa picotea
cromatismos sutiles; mientras
la percusión impone su presencia rotunda.
Trompetas y trombones establecen gravedad tonal
y el colorido es toda una explosión de júbilo,
al filo del estruendo.
La paleta se agita en escorzos cálidos,
frenéticos de excitación al límite
de un extremo al otro del lienzo,
cuando de repente, como en un abandono
que antecede al éxtasis, se inunda de quietud
y cae la noche.
Sobrecogidos por el ensordecimiento
se han desvanecido los pigmentos
en una muerte súbita.
Al borde de la asfixia, cabalgando en un suspiro,
irrumpe atronador todo el espectro
y estampa la firma en un do mayor.

Abdul Alhazred

El creciente y profundo misticismo de Alexander Scriabin le condujo a combinar sonidos, palabras, luces y perfumes, para lograr una síntesis sensorial, un supremo éxtasis, que captara la esencia.

 

 

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